Campanas. Durante su alocución en la toma de posesión del nuevo Arzobispo Metropolitano de Santa Cruz de la Sierra, S.E.R. Mons. Angelo Accattino, Nuncio Apostólico en Bolivia, saludó con fraternal afecto a S.E.R. Mons. René Leigue Cesarí. Ahora empiezas este nuevo servicio que la Iglesia te encomienda y lo haces con profunda adhesión a la voluntad del Santo Padre que ha visto en ti las cualidades y la idoneidad para regir esta porción de Iglesia. Te acompañamos, te alentamos y te aseguramos oraciones y cercanía, seguros de que, dejándote guiar por la fuerza del Espíritu, serás un óptimo servidor para esta Iglesia cruceña que hoy te recibe con afecto, dijo el Nuncio.
Así mismo agradeció al nuevo pastor de la Iglesia cruceña por su disponibilidad, por su “Adsum”, que lo hizo decir con confianza: “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad” (Sal. 39). ‘“Adsun”, fue tu respuesta personal a Dios y a la Iglesia, la cual te ha conducido por un “Nuevo Horizonte”, que Dios tenía preparado para ti. Que Dios sea siempre ese horizonte que guíe tu Vida, expresó Mons. Accattino.
De la misma manera el Sr. Nuncio, en nombre del Santo Padre Francisco reitero Su afectuosa y paternal cercanía hacia Mons. René Leigue y su generosa Bendición extensiva a todos los miembros de esta Iglesia metropolitana del oriente boliviano.
En la oportunidad Mons. Angelo Accattino hizo llegar la especial bendición del Papa Francisco, para S.E.R. Mons. Sergio Gualberti, que con gran esmero ha pastoreado incansablemente el rebaño que ahora se confía a Mons. Leigue.
Que María, invocada en esta región con el título e “la Virgen de Cotoca”, te acompañe siempre con su presencia tierna y solícita de Madre y Maestra. ¡Felicidades!, expresó el Nuncio Apostólico en Bolivia.
Alocución Completa
SALUDO AS.E.R. MONS. RENÉ LEIGUE CESARI EN LA
TOMA DE POSESIÓN DE LA ARQUIDIÓCESIS DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA
23 de junio de 2022
Querido Mons. René Leigue Cesari,
Hermanos en el Episcopado, Sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos, Dignas Autoridades locales, Hermanos todos en el Señor.
Tomar posesión de un cargo en un mundo competitivo y ambicioso podría ser, en su acepción menos noble, sinónimo de poder y privilegios, de ascenso en el estatus social y hasta de vanagloria. En la Iglesia, Pueblo de Dios, tomar posesión de una responsabilidad es sinónimo de servicio, a veces hasta muy gravoso. Así lo hizo nuestro Señor Jesucristo, quien no vino para ser servido, sino para servir (Cf. Mt. 20,28).
Como Pastores, sucesores de los Apóstoles, en comunión con el Sumo Pontífice, tenemos, pues, la vocación encomendada por nuestro Señor Jesucristo de pastorear al Pueblo de Dios con la enseñanza de su Doctrina, de gobernar como el Buen Pastor y de santificar, con el ejemplo de vida y trabajo apostólico.
Querido Mons. René, te saludo con fraternal afecto, ahora como Arzobispo de esta tu Arquidiócesis que te vio nacer y crecer en el ministerio sacerdotal y episcopal. Ahora empiezas este nuevo servicio que la Iglesia te encomienda y lo haces con profunda adhesión a la voluntad del Santo Padre que ha visto en ti las cualidades y la idoneidad para regir esta porción de Iglesia. Te acompañamos, te alentamos y te aseguramos oraciones y cercanía, seguros de que, dejándote guiar por la fuerza del Espíritu, serás un óptimo servidor para esta Iglesia cruceña que hoy te recibe con afecto.
En tu escudo episcopal, además de expresivas imágenes que hablan de manera patente del arraigo y del amor a esta tierra cruceña, especialmente a tu natal comunidad de Nuevo Horizonte, al río Grande, que la acaricia, y a los productos que la alimentan, destella el lema “Adsun’, osea “Aquí estoy. ¡Presente! Se trata de una respuesta clara, decidida y generosa que le has dado a Dios muchas veces en tu vida: respondiendo a la vocación al sacerdocio, poniéndote al servicio de Su Iglesia recibiendo los tres grados del sacramento del Orden y, finalmente, aceptando sin tambaleos de fusionar definitivamente tu destino personal con el de esta prospera Iglesia que desde hoy va a ser tu esposa.
Gracias por tu disponibilidad, por tu “Adsum”, que te hizo decir con confianza: “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad” (Sal. 39). ‘“Adsun”, fue tu respuesta personal a Dios y a la Iglesia, la cual te ha conducido por un “Nuevo Horizonte”, que Dios tenía preparado para ti. Que Dios sea siempre ese horizonte que guíe tu Vida.
En nombre del Santo Padre Francisco reitero Su afectuosa y paternal cercanía hacia tu persona y Su generosa Bendición extensiva a todos los miembros de esta Iglesia metropolitana del oriente boliviano; en espacial a S.E.R. Mons. Sergio Gualberti, que con gran esmero ha pastoreado incansablemente el rebaño que ahora se confía a tu paternidad episcopal. No hay duda de que en Él tú seguirás encontrando un hermano en el que, especialmente en los primeros tiempos, hallarás ayuda y apoyo.
María, invocada en esta región con el título e “la Virgen de Cotoca”, te acompañe siempre con su presencia tierna y solícita de Madre y Maestra.
¡Felicidades!