Campanas. En el inicio del mes Misionero, Mons. Sergio Gualberti envía un mensaje a todos los misioneros y misioneras de la Arquidiócesis de Santa Cruz, en el cual les exhorta a ser mensajeros de amor.
Mensaje
Querido pueblo de Dios que peregrina en esta tierra de Santa Cruz, en nuestra Arquidiócesis, queridos Laicos, Sacerdotes, Vida Consagrada, hemos iniciado el mes de octubre, el mes de los misioneros, porque todos y cada uno de nosotros por el bautismo, somos misioneros. Este año el lema que se ha elegido está sacado de la vocación del Profeta Isaías, Dios con cierto punto en una gran escena en el templo, hace una pregunta ¿A quién enviaré yo a enviar la buena noticia? y la respuesta del Profeta Isaías es; ¡Aquí estoy yo!, creo que esta pregunta vuelve a resonar para todos y cada uno de nosotros en nuestro mundo tan necesitado de la Palabra de Dios, tan necesitado de esperanza, tan necesitado también de consuelo, particularmente en este tiempo de pandemia marcado por tanto dolor, por tanto sufrimiento , por eso seamos generosos, digamos SÍ, seamos también nosotros mensajeros de amor.
Octubre mes misiomero
El mes de octubre está caracterizado en la Iglesia Católica entre otras razones por el impulso renovado a la actividad misionera. Comienza con la memoria litúrgica de Santa Teresita del Niño Jesús, quien es Patrona de las Misiones y termina con la celebración de la Jornada Mundial de las Misiones el tercer domingo del mes (18 de octubre). Se ha venido celebrando octubre como mes de misiones desde el año 1927 durante el pontificado de Pio XI, el papa de las misiones. Se celebró por primera vez en la historia de la Iglesia el Día Mundial de las Misiones popularmente llamado DOMUND, el penúltimo domingo de octubre.
La iglesia, como sacramento de salvación, se preocupa por la misión de propagar la fe y la salvación de Jesucristo (AG 5). No hay lugar a dudas que “la actividad misional fluye íntimamente de la naturaleza misma de la iglesia cuya fe salvífica propaga” (AG 6). Es deber de cada bautizado, además, contribuir a la misión evangelizadora de la Iglesia. La misión no tiene excepción; ella “exige a todos los bautizados reunirse en una sola grey, para poder dar, de esta forma, testimonio unánime de Cristo, su Señor, delante de todas las gentes” (AG 6).
Hay que despertar la consciencia sobre el deber evangelizador de los bautizados. El mes de octubre tiene como finalidad concientizar que la misión de Jesucristo, que le confió a la Iglesia, todavía está aún lejos de cumplirse (RM 1). Hay que desarrollar la consciencia sobre los destinatarios de la misión de hoy. Los primeros son los fieles cristianos comprometidos con Cristo y la Iglesia. La Evangelización dirigida a éstos pretende ayudarlos a que crezcan más en su compromiso de fe. Las Iglesias locales en muchas veces en sus programas pastorales se han enfocada en este primer grupo, a veces olvidándose de los otros. El segundo grupo de destinatarios de la misión de la Iglesia son los cristianos que, por diferentes motivos abandonaron su fe cristiana y dejaron de reconocerse como cristianos católicos o decidieron vincularse a otras confesiones, cristianas y no cristianas. La evangelización dirigida a ellos se llama la Nueva Evangelización, requiere nueva expresión de fe, nuevos métodos y metodologías de llevar a ellos la Buena Nueva, y el testimonio de vida. Para que se aproxime a ellos, se pide una transición de los métodos caducos a otra forma de expresar y transmitir el mensaje evangélico. El tercer grupo de destinatarios son los no cristianos. Éstos son personas y pueblos que nunca habían recibido el Evangelio de Cristo y la Evangelización para ellos es el primer anuncio, esto es, el Kerygma.