“Estamos dispuestos a dar la vida que se necesita para que toda nuestra Amazonia, nuestros ríos, la tierra y los pueblos puedan tener vida” señaló la Hna. María Eugenia Lloris, Misioneras de la Fraternidad Misionera Verbum Dei y miembro del equipo Itinerante acerca del Vía Crucis Panamazónico.
Amazonizar Bolivia 20.10.19// El Vía Crucis Panamazónico se celebró el 19 de octubre, recorriendo las principales calles de Roma (Desde el Castello San Angelo, por la Via della Conciliazione, hasta llegar a la Plaza de San Pedro), con el propósito de reconocer el camino de Jesús, de su dolor y de su sufrimiento que se identifica con el dolor y sufrimiento de los pueblos y de la Madre Tierra, según explica la Hna. Lloris.
La iniciativa fue promovida por las instituciones que conforman la “Casa Común” como una manera de hacer que la Casa Común en concordancia del Sínodo Panamazónico salgan extramuros del Sínodo y la gente consiga conocer más de la Panamazonia.
El Vía Crucis fue un momento para reconocer el camino de Jesús, de dolor y sufrimiento que se identifica con el dolor y el sufrimiento de los pueblos y la Madre Tierra, según nos relata Hna. María Eugenia. El Vía Crucis inició con un rito realizado por los indígenas de Canada, como un acto de purificación, de desconstrucción de los caminos de Evangelización que desconsideraron la manera de ser, la cultura y la idiosincrasia de los pueblos.
A lo largo de las estaciones se reflexionó sobre el mal que azota las tierras y los pueblos, esto fue representado por las instituciones que participan de la Casa Común clavando imágenes en la Cruz, las imágenes eran de rostros de los pueblos indígenas, de las tierras y de los grandes proyectos que destruyen la Amazonia.
El recorrido fue una manifestación de la realidad que vive los pueblos del territorio amazónico, acompañando a todos los mártires de la Amazonia en su vida, muerte y compromiso, “esto fue animando nuestra entrega, de tal manera que cuando llegamos allá (plaza San pedro) hay un deseo profundo de que cada uno continuemos el que Jesús nos abrió, un camino que es el de entregar la vida para que otros tengan vida” señaló.
“Alimentados y animados por nuestros Mártires, estamos dispuestos a dar la vida que se necesita para que toda nuestra Amazonia, nuestros ríos, la tierra y los pueblos puedan tener vida”, finalizó.