Campanas. Bautizados y Enviados, “Yo soy Misión y tú eres Misión” la Señora Carmen Miranda de la Parroquia San Agustín del Plan 3000, participó de la Misión puerta a puerta que organizó la Vicaría Virgen de Guadalupe el 12 y 13 de octubre, Parroquia Nuestra Señora del Pilar de la Vicaría Santiago Apóstol.
En primer lugar, felicito a nuestra vicaria virgen de Guadalupe, a los coordinadores del EVAM y al Vicario Episcopal de la Vicaría P. Narciso de la Iglesia por la organización e iniciativa de salir de nuestras fronteras llegando a la comunidad de Mora, inicia su testimonio la Señora Carmen
La Sra. Carmen nos cuenta que para ella la misión puerta a puerta fue de gran riqueza espiritual y aprendizaje donde fue enviada con los pies del mensajero a visitar a las familias de la zona llamada la cuta.
Esta misionera tuvo la oportunidad de visitar varias familias llevando “la Buena Noticia del Evangelio” con la alegría que les infunde el Espíritu Santo del salvador nuestro Señor Jesucristo.
Los hogares los recibieron de manera muy acogedora, se sentía que algunas familias esperaban la visita de los misioneros. Desde la actitud de escucha se pudo percibir su alegría y tristeza, procuramos incentivar la devoción a “María santísima” por medio del rezo del Santo Rosario, aunque algunas personas no sabían cómo rezar el Rosario, fue muy gratificante poder enseñarles cómo hacerlo, nos cuenta la Señora Carmen.
en algunas casas que llegamos había personas enfermas, hicimos momentos de oración y bendición con agua bendita, se sentía la fe y la esperanza de este pueblo, sobre todo la devoción a la virgen.
todos quedaron agradecidos por esos pequeños gestos de amor y fe y hemos percibido la urgencia de la presencia religiosa y sacerdotal también se necesita el acompañamiento de laicos, en esta comunidad existen muchas personas que no tienen los sacramentos.
terminamos la misión con una misa de Acción de Gracias por la experiencia vivida y compartida en un clima de profunda comunión y unión como verdaderos Discípulos Misioneros, llamados y enviados a testimoniar nuestra fe y nuestra vida en el encuentro con el hermano.