Campanas. Sor María Victoria Cuellar Serrudo recibió la consagración de sus votos perpetuos, el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María y desde su testimonio vocacional invita a los jóvenes y señoritas que sienten el llamado del Señor, a “no tener miedo”, Seguir a Cristo Vale la Vida. Así mismo afirma que Dios nos está esperando y si él te está llamando no podrás escapar de él, él te dará las fuerzas necesarias para caminar, ánimo ten fe y confía, si yo pude seguir este camino tú también podrás, te lo aseguro con la gracia de Dios todo se alcanza para gloria suya.
¡PAZ Y BIEN! Soy Franciscana Angelina, mi nombre de pila bautismal es Justa Nani Cuellar Serrudo y mi nombre de profesión religiosa es Sor María Victoria. Se me concedió cambiar mi nombre el significado que tiene para mí: María en gratitud a Nuestra Madre Santísima que me acompaña en el camino con su ejemplo de fidelidad a la voluntad del Padre y Victoria en honor a mi Madre que está en el cielo, así se presenta esta religiosa que realizó sus votos perpetuos el 8 de diciembre, junto a: “Sor Maira y Sor María Celeste”.
Sor María Victoria nació un 28 de mayo de 1987 en la ciudad de Santa Cruz – Bolivia, sus padres son: Genaro Cuellar y Victoria Serrudo+; para gloria de Dios tiene nueve hermanos, con quienes aprendió a compartir la vida.
Recibió el sacramento del bautismo y la Primera Comunión a los 10 años en la Parroquia el Buen Pastor, a los 18 años se confirmó en la Parroquia San Roque. Cuando tenía 14 años Dios decidió llevarse a su Madre y tuvo que quedarse de madre espiritual para sus dos hermanos menores, una experiencia que ella misma afirma fortaleció su camino de fe y confianza en el Señor.
Salió bachiller en el 2005, en el año 2006, se dedicó a estudiar en el seminario de la Mansión (Teología Pastoral), realizó talleres de formación de comunicación, en la “Primera escuela de locutores radio y televisión”.
¿Cómo nació su inquietud vocacional?
La primera inquietud vocacional que sintió fue la de querer ser sacerdote a los nueve años, porque le parecía que ellos estaban cerca de Dios, pero después le dijeron que las mujeres no podían ser sacerdotes. Años después escuchó a su madre que le comentaba a su Padre que ella sería una monjita, porque le gustaba participar de la Eucaristía, desde aquella vez creció diciendo que sería una monjita, sin saber lo que significaba; el día que recibió su primera comunión le pidió a Jesús que nunca se apartara de ella y que ella tampoco se apartaría de él y así lo hizo, “fue el día más feliz de su infancia”. Luego con el pasar el tiempo hizo que este deseo desapareciera porque tenía muchas dificultades familiares, pues la pérdida de su madre fue muy dura para todos, tenía que trabajar y estudiar para salir bachiller y ayudar a sus hermanos menores en casa. Aunque salió bachiller con el deseo de buscar una congregación, no tenía la fuerza para dejar a su familia, y mientras tanto buscaba de rellenar ese vacío con servicios pastorales, pues, fue parte de la comunidad juvenil de oración y servicio “Orden y disciplina” en la Mansión. Durante estos años el Señor fortaleció en su deseo de buscarlo a través del servicio al prójimo ya que realizaba voluntariados en distintos hogares, como también en retiro y misión en comunidades alejadas. Estaba muy feliz por todo lo que realizaba, pero sentía que me faltaba algo y que no me llenaba del todo lo que hacía y podía vivir, trataba de evadir las inquietudes que sentía cuando pensaba en ser Religiosa, dice Sor María Victoria.
Sor María Victoria asegura que, el llamado de Dios era más fuerte que el miedo que sentía de dejar a su familia y sus proyectos; es así que se reafirmó más fuerte esa inquietud vocacional en una vigilia pascual en el año 2009, cuando se rezaba pidiendo vocaciones sacerdotales y religiosas para la Iglesia y fue en esa Oración que ella se sintió identificada y descubrió que el Señor la estaba llamando para esta vida y ya no podía escapar de él. Con este deseo decidí ponerse en búsqueda, como ese tiempo era voluntaria de Radio María le toco estar en un expo carisma, donde se presentaban las diferentes congregaciones. Es aquí donde Sor María Victoria conoció a las hermanas Franciscanas Angelinas, ella cuenta que le llego mucho, la alegría que estas religiosas contagian y también la acogida fraterna con la que la recibieron desde ese momento que las conoció y supo la misión que ellas realizaban en distintos lugares, decidió seguir el camino a la vida religiosa.
Es así que inicié un camino de discernimiento acompañada por una hermana, para poder discernir lo que yo estaba sintiendo, a medida que realizaba este camino fui conociendo un poco más a las hermanas y descubrí que Dios me quería en esta familia. Después de realizar este camino de discernimiento el Señor me dio la oportunidad de iniciar el camino de formación en la congregación. Sentí el apoyo de mi familia que me acompaño desde que inicie este santo camino, no me decían muchas palabras, pero su silencio y su cercanía me decían mucho y eso me bastaba, las únicas palabras de mi padre al momento de enterase fueron “si esto es lo que tú quieres adelante, que Dios te bendiga”, son palabras que recuerdo con mucha gratitud hacia él, porque me permitió tomar fuerzas para seguir. Es así que me sentía preparada y apoyada para continuar. A la edad de 22 años el 2 de febrero del 2010, día de los consagrados, ingrese a la etapa del Aspirantado, fue un tiempo para hacer experiencia fraterna con las hermanas, de desprendimiento de mi familia. El 2 de febrero del 2010 inicié la etapa del Postulantado, en el 2013 inicié la etapa del año “Santo y bendito noviciado” como dice nuestra querida Madre Clara, con esa confianza y esperanza en Dios que me acompañó y acompaña fielmente. El 8 de enero del 2015 hice la Primera profesión Religiosa, consagrándome a Dios como Esposa con el nombre de Sor María Victoria. Actualmente estoy en el sexto de formación del juniorado y en este camino de formación fui acompañada por Sor M. Emilia nuestra formadora, a quien, también, van mis sinceros agradecimientos. Durante estos años mi fortaleza siempre ha sido Jesús Eucaristía, Palabra de Dios en la oración y María Santísima con su fiat que me sostuvieron para llegar hasta aquí hoy, nos cuenta la Sor María Victoria.
Como me siento hoy…
Dije el Sí a Dios para siempre y hasta la eternidad y me siento muy feliz y dichosa por haberme llamado para consagrarme a Él a través de esta familia religiosa de Hermanas Franciscanas Angelinas, que me acogió desde el inicio de mi camino. A esta familia le agradezco por haberme acogido y ahora mucho más que me acoge para siempre. Gracias hermanas por su ejemplo de vida que me motivaron para continuar este camino, que Dios las bendiga a cada una en particular que señor nos conceda santas y perseverantes vocaciones, asevera la religiosa.
¿Qué les dices a los jóvenes que sienten el llamado del Señor y tienen miedo?
Con mucha alegría y esperanza en Dios, Sor María Victoria invita a los jóvenes que sienten inquietud vocacional a “no tener miedo”, Dios nos está esperando y si él te está llamando no podrás escapar de él, él te dará las fuerzas necesarias para caminar, ánimo ten fe y confía, si yo pude seguir este camino tú también podrás, te lo aseguro con la gracia de Dios todo se alcanza para gloria suya, recuerden que SEGUIR A CRISTO VALE LA VIDA…PAZ Y BIEN, finaliza Sor María Victoria.