Campanas. Las Parroquias: Jesús Nazareno de la Vicaría Virgen de Guadalupe y la Parroquia María Reina de la Paz, de la Vicaría Virgen de Cotoca, posesionaran a sus nuevos Párrocos el domingo 9 de mayo.
Mons. Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz, posesionará al P. Amador García, CMF. Como nuevo Párroco de la Parroquia Jesús Nazareno, en la celebración Eucarística del domingo 9 de mayo a las 11:30 horas. Esta Parroquia pertenece a la Vicaría Virgen de Guadalupe.
Mons. Estanislao Dowlaszewicz, Obispo Auxiliar de Santa Cruz, posesionará al P. Pedro Bonanomi como nuevo Párroco de Parroquia María Reina de la Paz, en la celebración Eucarística del domingo 9 de mayo a las 07:00 horas. Esta Parroquia pertenece a la Vicaría Virgen de Cotoca.
El párroco es el pastor propio de la parroquia que se le confía, y ejerce la cura pastoral de la comunidad que le está encomendada bajo la autoridad del Obispo diocesano en cuyo ministerio de Cristo ha sido llamado a participar, para que en esa misma comunidad cumpla las funciones de enseñar, santificar y regir, con la cooperación también de otros presbíteros o diáconos, y con la ayuda de fieles laicos, conforme a la norma del derecho.
La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio.
El párroco está obligado a procurar que la palabra de Dios se anuncie en su integridad a quienes viven en la parroquia; cuide por tanto de que los fieles laicos sean adoctrinados en las verdades de la fe, sobre todo mediante la homilía, que ha de hacerse los domingos y fiestas de precepto, y la formación catequética; ha de fomentar las iniciativas con las que se promueva el espíritu evangélico, también por lo que se refiere a la justicia social; debe procurar de manera particular la formación católica de los niños y de los jóvenes y esforzarse con todos los medios posibles, también con la colaboración de los fieles, para que el mensaje evangélico llegue igualmente a quienes hayan dejado de practicar o no profesen la verdadera fe. (Extraído de: Codigo de Derecho Canonico)