CONDOLENCIA
Con la esperanza en la resurrección, Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz, Obispos Auxiliares; Monseñor Braulio Sáez, Monseñor Estanislao Dowlaszewicz y Mons. René Leigue, Sacerdotes, Religiosos, Religiosas y toda la comunidad de fieles en Santa Cruz, expresan su profundo pesar y sentida condolencia por el fallecimiento del:
Alois Schaefer
QDDG
El Padre Alois nació en Alemania el año 1935 y sirvió generosamente a nuestro país como misionero fidei donum, de la diócesis de Eichstaett, durante más de 40 años. Falleció la mañana de este miércoles 6 de diciembre a la edad de 82 años en la casa de reposo donde se encontraba en Bergin.Alemania.
Son incontables las obras sociales y eclesiales en las que generosamente colaboró en nuestro país. A lo largo de tantos años de su vida donada por la Iglesia, trabajó en varias parroquias de la diócesis de Tarija, Arquidiócesis de Chuquisaca, la diócesis de San Ignacio y nuestra Arquidiócesis de Santa Cruz. Es justo al menos entresacar algunas características de su servicio. Además del ámbito pastoral, prestó siempre especial interés a las obras sociales con experiencias de promoción de líderes campesinos, en Biscayachi, el fuerte trabajo de promoción social en San Ignacio, entre otros.
Preocupado siempre de las necesidades de la Iglesia, también colaboró en la refacción de capillas y casas religiosas en la Arquidiócesis de Santa Cruz; como el templo de la Bélgica donde también refaccionó la casa parroquial y la casa de las hermanas logrando la presencia de una congregación religiosa en este lugar; hizo posible la recuperación y protección de la casa del clero, también en Santa Cruz, sin contar muchas otras obras. Una dedicación especial merecieron para él siempre los hogares de niños donde colaboró incansablemente.
El Padre Alois ha sido siempre un hombre muy sencillo y generoso que decidió vivir inserto en la vida de la Diócesis y atento a las necesidades del Pueblo de Dios. Un día decidió vivir con y como la gente sencilla de los barrios de Santa Cruz y por eso llegó a vivir en zonas como la villa y el plan tres mil. Su servicio ha sido siempre discreto, su manera de hacer las cosas no para brillar sino para servir le venía de la espiritualidad de San Carlos de Focult.
De parte de los Obispos y de toda la Iglesia Cruceña, expresamos la sincera gratitud al Dios de la vida por su vida y ministerio sacerdotal donado con generosidad al Servicio de la Iglesia y el pueblo de Dios en nuestro país. Su vida es para todos un testimonio de amistad, solidaridad, de vida sencilla y de comunión sacerdotal.
Rogamos a toda la Iglesia en Santa Cruz, elevar su solidaria oración por este servidor misionero que ha partido a la Casa del Padre.
Arquidiócesis de Santa Cruz de la Siera, 6 de diciembre de 2017.