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jueves 21 septiembre 2023
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Por P. José M. Hernando: “La Torre de Babel, el Coronavirus y Pentecostés”

Campanas. Una de las consecuencias del Coronavirus es la confusión que ha causado a todos. Confusión entre una población desconcertada. De repente hubo que confinarse obligatoriamente y guardar cuarentena. Confusión entre los gobernantes; no sabían qué medidas tomar. Confusión del personal médico que, al desconocer el virus, tampoco sabían qué protocolos seguir a la hora de aplicar terapias.

Esta confusión y el estado de confinamiento con la cuarentena nos ha hecho bajar de nuestros pedestales. El hombre pensaba que, con el desarrollo adquirido hasta ahora, podía dominar el mundo y sentirse dueño del universo; hasta tal punto, de despreciar a los más insignificantes de la tierra, los que no cuentan, los descartados y de abusar de la misma naturaleza, depredándola e intoxicando la selva, fauna, tierra y agua.

Sin darnos cuenta, hemos pasado de la arrogancia y la prepotencia a experimentarnos vulnerables, frágiles, dependientes unos de otros. Esta fragilidad ha hecho que de nuevo recobremos esa mirada vertical que habíamos olvidado. Nuestra mirada hacia el cielo, que es la mirada al Creador, al Padre de todos, que quiere vernos como hermanos porque somos sus hijos.

Así sucedió en Babel, donde aquellos hombres dijeron: “hagamos una torre para llegar al cielo”. Hagamos una torre para destronar a Dios. Hagamos una torre para erigirnos los dueños del universo. Dios que, escuchó semejantes pretensiones de los humanos, les confundió regalándoles los diferentes idiomas para que no se entendieran. Situación que hizo inviable terminar el proyecto y así quedar inconcluso. De todas las maneras los idiomas se dispersaron por el mundo.

El Coronavirus ha derrumbado la nueva torre de Babel. Las pretensiones de desterrar a Dios de nuestras vidas. El Coronavirus ha hecho que, recobremos nuestra relación con el Creador y que recuperemos esa necesidad de amarnos y valorarnos como hermanos; aún en la distancia o a través de los nuevos medios de comunicación. Pero esto no es suficiente, necesitamos un nuevo impulso, y ese impulso nos lo tiene prometido el Padre, por medio de su Hijo Jesucristo y es el Espíritu Santo.

Pentecostés es la otra cara de Babel y el Espíritu Santo es la vacuna contra esta mentalidad de apartar a Dios de la vida del hombre. Ha tenido que ser un virus, EL COVID19 quien nos ha despertado para recuperar lo mejor que somos y tenemos: SER HIJOS DE DIOS.

Padre  José M. Hernando CP

Graciela Arandia de Hidalgo



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