Campanas. El  Equipo Parroquial de Animación Misionera – EPAM de la Parroquia  Cristo Servidor, vivió momentos intensos en la Eucaristía y la misión puerta a puerta por los hermanos más necesitados, el domingo 25 de octubre.

 Esta actividad estaba programada para el 18 de octubre, Jornada Mundial de las misiones, pero fue suspendida por las elecciones nacionales.  

La misión puerta a puerta consistió en  visitar a las  familias más humildes de los barrios 18 de marzo y 8 de diciembre, a las cuales se les hizo la entrega de productos de primera necesidad,  también se llegó con la Palabra de Dios para dejar un mensaje de esperanza.

Con mucha precaución, y mucha fe pidiendo la protección del Espíritu Santo salieron a contagiarse del amor del prójimo. Con dolor e impotencia detectamos tantas necesidades espirituales y materiales,  nuestro compromiso es hacer  seguimiento a dichas familias que están sufriendo, dice La Sra. Nancy, misionera que apoya el  EPAM de la P. Cristo Servidor.

Podemos hablar y hablar de misión, pero si no llevamos a la práctica nos quedamos en ser misioneros con parálisis. La vida es misión vívelo mientras tengas la posibilidad de entregarte al hermano, lleva con entusiasmo la palabra de Dios.

Gracias a los presidentes de las 2 juntas vecinales, de los barrios visitados por acompañarnos, guiarnos y estar atentos a la solidaridad con los más necesitados.

¿Cuál fue la experiencia que vivió en esta misión?

La señora Nancy Saavedra Lamas,  afirma sentirse   tranquila y feliz de salir al encuentro de otras personas, después de un gran encierro.

Así mismo no niega que al vivir esta experiencia y ver la triste realidad que viven muchos hermanos,  se le  apagó la chispa, hay  familias tan pobres, que necesitan de ti, no tienen condiciones de una  vida digna.

Hay realidades que dejan una tristeza tan profunda, hay muchos padres desempleados que tienen  que salir de sus casas a pedir y muchas veces sólo se alimentan una vez al día. La pandemia del COVID – 19,  ha marcado a  muchas familias, hay barrios donde la extrema pobreza se siente más. Esta misión tenía como objetivo ayudar con alimentos y animar a nuestros hermanos a que no pierdan la fe y la esperanza de que el Señor traerá días mejores.

Oramos con ellos y nos comprometimos a volver con más  ayuda, ver tanto dolor y desesperación en  estas familias me hizo repensar que tenemos que relanzarnos como misioneros, y abrir los ojos en nuestro entorno, dejar el miedo al contagio de la pandemia y contagiarnos  del amor, solidaridad a los demás y convencidos de nuestra fe salir a dar vida a nuestros hermanos, expresa la hermana Nancy.

 Servir,  con entrega, sencillez y apoyarlos es sembrar vida. Una nueva experiencia que me llama a seguir trabajando en el servicio como misionera, reconocer en ellos que Cristo está gritando,  sal de tu confort y lleva esperanza y alegría a tu hermano.

Así mismo esta hermana misionera, expresa sentirse más comprometida con la misión y con su parroquia, hay que salir, hay que llegar allí donde nadie llega.

La Señora Nancy asegura, que la vida es misión, escuchar el llamado de Dios, abrir los ojos a la realidad, escuchar  al otro hermano que está al lado de tu pared en condiciones inhumanas es un desafío para todo bautizado. Personalmente me hace crecer en  la fe, en el servicio, la solidaridad a  mi prójimo.  Y ser un signo de esperanza llevando la alegría del Evangelio a dónde el Espíritu Santo me envíe junto con mi EPAM Cristo Servidor, dijo.

Otra actividad que tienen programada como EPAM, de la Parroquia Cristo Servidor, en la quincena de diciembre es la  “Misión navideña”. Se están organizado para realizar bolsones con alimentos y juguetes para los niños y niñas de la zona.

Arriésgate  misioner@,te necesitan y contágiate del lema. Aquí Estoy Señor Envíame…