La Iglesia Católica a través de su Vicario General en la Arquidiócesis de Santa Cruz dijo su palabra en un Foro Radial sobre inseguridad ciudadana y violencia organizado por el periódico El Deber. El Abogado Marcelo Arrazola, ex presidente del colegio de profesionales y abogados de Santa Cruz y el Ingeniero Enrrique Bruno, secretario de seguridad ciudadana de la Gobernación también fueron parte de este coloquio.
El Padre juan Crespo señaló que el génesis del problema de la inseguridad y la delincuencia está en la disgregación social que afecta la familia y las instituciones del país.
En particular insistió en que la base de la sociedad es la familia y que esta se encuentra siendo atacada por todos lados “y que ésta se encuentra en riesgo. Se ven familias divididas, en conflicto, que tienen como consecuencia ciudadanos sin ilusión y sin rumbo” manifestó.
“Somos conscientes de la fragilidad en la que está fundamentada nuestra sociedad, en la que nos hemos visto corroídos por la falta de valores” dijo a tiempo de señalar que la formación en valores debe ser privilegiada si se quiere atacar este problema de raíz “formación y valores y como somos una sociedad cristiana pues una formación en valores cristianos” acotó.
Se refirió también al problema de la administración de justicia en nuestro país “Yo creo que entre los quiebres institucionales está el quiebre del poder judicial y se ha llegado a esto por no respetar la independencia del poder judicial se ha politizado la justicia” señaló.
Para ejemplo acotó que “En la selección que se hace par le poder judicial es al poder judicial se ve la pertenencia de las personas a un determinado partido político antes que sus méritos, antes que sus conocimientos, cuando lo más importante es lo ético. Yo creo que se deberían seleccionar hombres probos para administrar justicia, cuando se logre esto la justicia comenzará a cambiar.
El foro completo lo encuentra aquí:
Este domingo en su homilía Monseñor Sergio Gualberti pidió esclarecer el hecho y que se tomen medidas de prevención para evitar que hechos como estos terminen nuevamente en derramamiento de sangre:
“En primer lugar es urgente y necesario implementar una exhaustiva y transparente investigaciónpara despejar cualquier duda posible acerca de lo ocurrido. Además hay que tomar medidas de prevención, como contar con fuerzas del orden debidamente preparadas para que preserven la vida humana por encima de todo y eviten que casos similares terminen en un baño de sangre”.
El Prelado dijo que como Iglesia “Elevamos una oración al Dios de la vida por los hermanos difuntos y expresamos nuestra cercanía y solidaridad cristiana a los heridos y a todos los familiares en su gran dolor”.
Señaló que estas muertes “tienen que sacudir nuestra conciencia y mover a las autoridades a tomar las disposiciones necesarias” pues “confirman el grave problema de inseguridad ciudadana y violencia descontrolada que domina en las calles de nuestra ciudad y radica en los corazones de tantas personas”
Así mismo indicó que “también hace falta que todas las instituciones sociales, educativas y directivas instauren políticas responsables que reencaucen el rumbo de nuestra sociedad, impulsando los valores humanos y cristianos del respeto de la vida, de la no violencia, de la concordia y de la paz”.