Para el Padre Javier la clave para perseverar en el Sacerdocio está en la oración, también es importante la comunidad, el acompañamiento entre Sacerdotes y la alegría del Evangelio.
En los últimos seis días de este mes de mayo, cincuenta sacerdotes de las siete jurisdicciones del Oriente Boliviano, participaron del curso de formación permanente que se realiza cada año en Santa Cruz.
Son sacerdotes muy distintos, unos con más y otros con menos experiencia en el ministerio, pero todos comparten la misma misión: servir al pueblo de Dios a través de su ministerio ordenado en la Iglesia. Conversamos con uno de ellos, el Padre Javier Miranda quien ya cumplió 20 años de ordenación Sacerdotal y actualmente se encuentra en le Vicariato apostólico de Reyes.
- Javier Miranda, del Vicariato Apostólico de Reyes. Es sacerdote Castrense. Actualmente Párroco en la Parroquia de San Buena Ventura.
El Padre Javier se encuentra allí desde hace un año y medio. Tiene 20 años desde su ordenación Sacerdotal y cuando le preguntamos qué siente después de tanto tiempo de servicio responde inmediatamente: “cada vez con las pilas más puestas” aunque admite que no es fácil durar tanto tiempo en el ministerio ¿entonces cómo lo hace? le preguntamos, él afirma que “No hay que abandonar nunca la oración, siempre hay que hacerla, también es importante la comunidad y el acompañamiento entre sacerdotes y sobre todo como dice el lema de la misión: ‘La alegría del Evangelio’ hay que tener esa alegría.
El Padre Javier dice que el encuentro de formación permanente les “ayuda en gran medida porque el encuentro entre nosotros hace que nosotros mismos podamos cargar las pilas y animarnos unos a otros para seguir caminando”.