Campanas. ¡Oh! María inmaculada a ti acudimos con mucha esperanza. Este domingo 12 de septiembre el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. Sergio Gualberti, presidido la misa de fiesta de la Parroquia Virgen de la Esperanza, a las 09:00 horas. Esta celebración Eucarística fue concelebrada por el Párroco de esta comunidad parroquial, el P. Leszek Janusz Pietrusiak.
Recordemos que el domingo 11 de julio la comunidad Virgen de la Esperanza fue erigida a Parroquia y se posesionó a su Párroco. La PARROQUIA “Virgen de la Esperanza”, fue desmembrada de la Parroquia María Asunta de la Vicaria Virgen de Guadalupe, conforme al cc. 515-2 y demás normas del Código de Derecho Canónico.
En preparación a la fiesta patronal se rezó la novena en honor a la Virgen de la Esperanza, desde el 3 hasta el 11 de septiembre. El domingo 5 de septiembre se realizó la venta de comida y el domingo 12 de septiembre la misa de fiesta presidida por el Sr. Arzobispo.
La Parroquia Virgen de la Esperanza forma parte de la Vicaría Virgen de Guadalupe y tiene las siguientes Capillas:
- Virgen de Copacabana.- Barrio Sanandita
- San Francisco Solano – Barrio Héroes del Chaco
“Oración a la Virgen de la Esperanza”
Madre de la esperanza y madre nuestra, enséñanos a orar para que nunca
decaiga nuestra fe en tu Hijo, Salvador para todos los hombres,
Virgen bendita de la Esperanza, protégenos del desánimo, el desaliento y la zozobra cuando nos alcancen y nos desarmen;
que tu imagen dolorosa nos reanime y nos reafirme en la espera cuando nos sintamos
desfallecer, cuando las propias fuerzas no alcancen y el horizonte se llene de nubarrones,
y que tu ejemplo inmarcesible al pie de la cruz donde murió Jesús, Hijo tuyo y Señor
nuestro, nos muestre el camino para transformar el dolor en esperanza.
Señora de la Esperanza en quien descansamos, concédenos vislumbrar con renovada
confianza la vida eterna que tenemos prometida y alumbra nuestro peregrinaje en
la tierra para que sepamos llevar esperanza a los que caminan a nuestro lado.
Acoge Dios padre de bondad infinita nuestras súplicas esperanzadas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.