Los Obispos de Bolivia al mirar este periodo de tiempo desde la última Asamblea de Abril, resaltaron el que denominan el acontecimiento de los acontecimientos, sin lugar a dudas, la visita del Santo Padre Francisco que nos ha animado como país y como Iglesia para seguir trazando caminos de diálogo, encuentro, justicia y evangelización. A continuación las palabras de Mons Oscar Aparicio.
Agradezco de verdad a todos los que han trabajado, en la Conferencia Episcopal y en las diferentes jurisdicciones, en el gobierno central, en las gobernaciones y alcaldías. Se ha realizado un enorme esfuerzo de coordinación que ha hecho que la visita del Santo Padre sea un éxito y ha proyectado una excelente imagen de Bolivia a nivel internacional. Aquí mismo, muchos de Uds. hermanos obispos han realizado un trabajo enorme, especialmente en las diferentes jurisdicciones, encabezados por Su Excelencia el Sr. Nuncio, que ha realizado un trabajo encomiable y por Mons. Aurelio Pesoa, a quien agradezco por haber aceptado ser Coordinador de esta visita. Gracias a todos por el trabajo bien hecho.
El Santo Padre nos ha dejado mensajes memorables, de gran profundidad y que, debemos seguir meditando. Han sido recogidos en las diferentes publicaciones realizadas por la Conferencia Episcopal, tanto escritas como audiovisuales. Debemos leer los mensajes completos, sin hacer lecturas parciales para que nos ayuden de verdad a la construcción de nuestro país y de nuestra Iglesia.
No olvidemos que el Papa nos ha llamado a un cambio, pero un cambio muy profundo: “El cambio concebido no como algo que un día llegará porque se impuso tal o cual opción política o porque se instauró tal o cual estructura social. Dolorosamente sabemos que un cambio de estructuras que no viene acompañado de una sincera conversión de las actitudes y del corazón termina a la larga o a la corta por burocratizarse, corromperse y sucumbir. Hay que cambiar el corazón”. (Discurso del Papa en el II Encuentro de Movimientos Populares)
El Papa pasó por entre nosotros. No debemos actuar como si fuese un acontecimiento bonito, pero todo sigue igual, no me afecta.
En esta Asamblea evaluaremos la visita del Papa y tomaremos decisiones para amplificar su palabra y que nos siga sanando y haciendo bien a todos.