¡Paz a esta casa y a todos los que aquí se encuentran!
Campanas. Hubiéramos querido poder entrar en sus cuartos, mirarlos uno a uno, estrecharles la mano, decirles que ¡No están solos! , y hacerles sentir nuestra solidaridad humana y cristiana, dijo el Arzobispo de Santa Cruz, Monseñor Sergio Gualberti, a todos los hermanos que se encuentran internados en el Hospital Municipal de la Pampa de la Isla, atravesando una prueba muy dura a causa de Coronavirus y que día a día luchan por su vida.
El prelado afirmó que a través de la oración del rosario esta tarde se hace cercana a todos ustedes la “Mamita de Cotoca”, la Virgen María, salud de los enfermos y consoladora de los afligidos. Como acabamos de meditar en los misterios del rosario la Virgen María Madre amorosa les ha traído la buena noticia que Jesús está vivo y es nuestra vida y les anima a tener fe y confiar en él que está al lado de cada uno de ustedes.
Hoy Jesús se ofrece a cargar en sus hombros la cruz de sus dolores, desanimo, miedos, y les conforta y les anima en su lucha por la vida, dijo el Arzobispo.
A iniciativa de la Iglesia Católica y en coordinación con el Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, hoy miércoles 29 de abril del 2020 a las 17:00 horas, se rezó el Santo Rosario en la puerta de ingreso del Hospital Municipal de la Pampa de la Isla “Ana Medina”, ante la Imagen de la Mamita de Cotoca, Patrona del Oriente boliviano.
El Santo rosario fue dirigido por Mons. Sergio Gualberti, acompañaron los Obispos Auxiliares; Mons. Estanislao Dowlaszewicz, Mons. René Leigue, P. Hugo Ara, Rector de la Catedral y Vicario de Comunicación, P. Mario Ortuño y el P. Raúl Arrázola, Párroco de la Parroquia Las Santa Cruz. También estuvieron presentes: La Alcaldesa de Santa Cruz, Arquitecta Angélica Sosa, el Director del Hospital Municipal de la Pampa de la Isla y un equipo reducido de médicos y enfermeras.
Hoy contemplamos los misterios gloriosos, el roso de Cristo no puede quedarse a su imagen de crucificado, Él es el resucitado, el viviente. El rosario ha expresado siempre esta convicción de fe invitando a los creyentes a superar la oscuridad de la pasión para fijarse en la Gloria de Cristo en su resurrección y en su ascensión, contemplando al resucitado nosotros descubrimos de nuevo las razones de nuestra fe y revivimos el gozo de María, quien experimentó de modo intenso la vida nueva del hijo en la Gloria del Padre.
El primer misterio glorioso se rezó por todos los enfermos por el Coronavirus, el segundo misterio se ofreció por los familiares de nuestros hermanos enfermos, el tercer misterio se pidió por las Autoridades y responsables del bien común, el cuarto misterio se rezó por todos los médicos, enfermeras y todo el personal sanitario que está en la primera línea de la lucha contra el coronavirus y el último misterio se ofreció por todas las comunidades y personas que dan testimonio de comunión y solidaridad hacia los más necesitados.
Después de la bendición final, se vivió un momento muy emotivo, cuando el Arzobispo de Santa Cruz, hizo la entrega de la imagen del Sagrado Corazón de maría fabricado en cerámica, al Director del Hospital Municipal de la Pampa de la isla, luego se acercó a la puerta de ingreso y levantó las manos y con un fuerte aplauso les brindó su cercanía de Pastor y amigo, a todos los hermanos que desde sus ventanas de sus piezas, siguieron el rezo del Santo Rosario. Con este gesto, Mons. Sergio Gualberti, trasmitió fe y esperanza a todos los hermanos que se encuentran internados y luchando por su vida a causa de la pandemia del Covid 19.
La Imágen del Sagrado Corazón de María en Cerámica, fue un Obsequio del P. Raúl Arrázola, Párroco de la Parroquia La Santa Cruz, para el Hospital.
¡No están solos! y que el amor de Dios esté siempre con ustedes y les de fortaleza para luchar por su vida, les dijo el Arzobispo a todos nuestros hermanos enfermos.
El rezo del rosario fue transmitido por las plataformas digitales: Facebook: Campanas virtual – Diakonía.edu.bo. Radio Betania y la Red ATB.
Mensaje del Arzobispo
Amados hermanos y hermanas aquí hospitalizados, hemos querido venir a rezar el Santo rosario en las puertas de esta casa de dolor pero también casa de esperanza, para expresarles nuestra cercanía y afecto a todos ustedes y a los demás hermanos afectados por esta enfermedad que están en otros hospitales y en sus domicilios. Hubiéramos querido poder entrar en sus cuartos, mirarlos uno a uno, estrecharles la mano, decirles que no están solos y hacerles sentir nuestra solidaridad humana y cristiana, no lo podemos hacer por las medidas sanitarias, pero si los acompañamos con nuestro afecto sincero a cada uno de ustedes que están detrás de las ventanas tendidos en su lecho de dolor, luchando por la vida y para vencer a este virus.
A través de la oración del rosario esta tarde se hace cercana a todos ustedes la “Mamita de Cotoca”, la Virgen María, salud de los enfermos y consoladora de los afligidos. Como acabamos de meditar en los misterios del rosario la Virgen María Madre amorosa les ha traído la buena noticia que Jesús está vivo y es nuestra vida y les anima a tener fe y confiar en él que está al lado de cada uno de ustedes.
Jesús se ofrece a cargar en sus hombros la cruz de sus dolores, desanimo, miedos, y les conforta y les anima en su lucha por la vida.
El domingo anterior el Evangelio nos ha dejado un testimonio hermoso de la presencia vivificante de Jesús resucitado, en los momentos difíciles desde las personas, él se hizo compañero de dos discípulos los de Emaús, decepcionados y tristes por la muerte de Jesús, pero él con sus cercanía y su palabra les bendijo con el sosiego y la paz reavivando en ellos, la esperanza que se había muerto en sus corazones. Por eso cuando Jesús hizo ademan de seguir su camino, ellos no quisieron que la luz encendida en su corazón fuera envuelta por la noche avanzada y con palabras conmovedoras le suplicaros ¡Quédate con nosotros Señor! porque ya anochece y el día se acaba y Jesús se quedó con ellos, así como se queda con todos nosotros los sufridos de la historia y hoy en especial con todos ustedes que están sumidos en la noche oscura de la enfermedad y de la incertidumbre.
Este es el momento para que todos juntos elevemos esta invocación ¡Quédate con nosotros Señor!, con la certeza de que Jesús resucitado se queda con nosotros y sobre todo con ustedes, el resucitado, el autor de la vida está a su lado para liberarlos del miedo, la tristeza, la turbación y darles ánimo y fortaleza en esta dura y dolorosa travesía.
Con el corazón agradecido le decimos gracias a María, por habernos hecho presente a su hijo y por su intercesión le pedimos que los proteja a cada uno de ustedes, los anime y sostenga a los médicos enfermeras y a todo el personal a las autoridades y todos los que están trabajando para que ustedes hermanas y hermanos enfermos puedan recuperar pronto la salud, volver al seno de su hogar y a los quehaceres de cada día con renovada fe y esperanza en el Dios de la vida.
Que el Señor compañero de viaje de todos y cada uno de ustedes les acompañe a ustedes y a sus familiares y los colme de sus bendiciones. Amén
Equipo de la Escuela Superior de Comunicación Daikonía
Fotografías: Javier Vargas – Diakonía