Campanas. Después de 9 años como pastor de la Iglesia cruceña, Monseñor Sergio Gualberti presidió su última misa de Corpus Christi como Arzobispo de Santa Cruz, este jueves 16 de junio a los pies del Cristo Redentor, en el altar Papal. Antes de la bendición final en el atrio de la Basílica Menor de San Lorenzo Mártir – Catedral, Mons. Gualberti tomó la palabra para agradecer y despedirse del pueblo de Dios que se apostó en la Plaza Principal 24 de Septiembre.
Gracias por haberme acogido y aceptado tal como soy, y por todo el bien que me han hecho ¡Que Dios se lo pague!, Mons. Gualberti en su última celebración de Corpus Christi como Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra.
Palabras de Monseñor Sergio Gualberti
Un día de gracia para mí, porque he podido celebrar por última vez como Arzobispo esta fiesta tan querida por todos nosotros. En especial agradezco de todo corazón a Dios por tantos dones recibidos, la vida, la vocación al sacerdocio, al Episcopado, el llamado a la misión en esta tierra bendita de Bolivia a anunciar su palabra, a celebrar los sacramentos de la gracia y a servir a todo el pueblo de Dios.
Este es el momento de poner en el corazón de Jesús Sacramentado, a los pobres, los enfermos, los encarcelados, los niños y jóvenes de la calle, los ancianos abandonados y todos aquellos que experimentan el dolor, el desamparo, la soledad y la desesperanza, porque lamentablemente hay muchos hermanos y hermanas en esa situación. Siento además el deber de hacer presente ante la hostia consagrada a mis seres queridos que ya gozan de la presencia del Padre y a los que viven en mi tierra natal, porque, aunque físicamente lejos, siempre han estado a mi lado y me han acompañado y apoyado. Junto a ellos quiero poner ante el misterio del amor la vida de mis colaboradores más directos, los Obispos Auxiliares, ahora Mons. René nuestro nuevo Pastor, mis sacerdotes aquí presentes, los Diáconos, los Seminaristas, la Vida Consagrada y todos ustedes Pueblo de Dios de esta querida Iglesia de Santa Cruz.
Unas gracias muy particulares al Papa Francisco, por haber electo a Mons. René, un hijo de esta tierra, por su preciosa colaboración a lo largo de estos años y porque él ha dicho ¡AQUÍ ESTOY!, se lo ha dicho al Señor, esa disponibilidad de servir a todos ustedes, pido que lo acojan de todo corazón y colaboren con él en el camino Sinodal de nuestra Iglesia como lo han hecho conmigo, con tanto cariño, con tanto afecto, con tanta generosidad.
Delante del Señor Sacramentado que con tanta entrega han servido a nuestra Iglesia, en particular a nuestro muy querido +Cardenal Julio Terraza, amado por todos nosotros, en estos momentos recordamos sus palabras que con tanta intensidad replicaba y llegaban hasta nuestro corazón, que nos animaban y el maravilloso don de su fe, de creer en Cristo presente en medio de Nosotros, bajo el Pan y el vino. A todos ustedes indistintamente, hermanos y hermanas de nuestra Iglesia, mis sinceras gracias por haberme acogido y aceptado tal como soy, y por todo el bien que me han hecho ¡Que Dios se lo pague! VIDEO.