Campanas. Mons. Estanislao Dowlaszewicz, OFMConv, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Cruz, durante la misa de exequias agradeció por la vida, testimonio y entrega del P. Antonio Pytlik, OFMConv, religioso polaco que dedicó su vida a la Misión y dejó huellas profundas de amor en esta tierra boliviana.
Fr. Antonio Pytlik OFMConv, nació el 31 de mayo de 1954 en Legnica Polonia), su Profesión Temporal la realizó el 01 de septiembre de 1974 y su profesión Perpetua el 08 de diciembre del año 1978. Fue ordenado sacerdote el 31 de mayo de 1980, y falleció en la ciudad de Cochabamba el viernes 05 de febrero a la edad de 68 años.
Fr. Antonio llegó a Bolivia un 30 de octubre de 1985, fue CUSTODIO por dos gestiones 2004-2008 y 2008-2013. Trabajó en Montero en la Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes y en la Parroquia María Asunta de la Villa 1º de Mayo en la ciudad de Santa Cruz. Dentro de su ministerio sacerdotal fue disertante en el retiro anual del Clero de la Arquidiócesis de Santa Cruz.
CELEBRACIÓN DE LA VID DE +P. ANTONIO PYTLIK, OFMConv.
«Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final.» Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá…
El domingo 6 de febrero de 2022 en la Parroquia “Nuestra Señora del Carmen y San Maximiliano Kolbe”, zona de Quintanilla, en la ciudad de Cochabamba, a las 09:00 de la mañana, se celebró la Eucaristía de Exequias del +P. Antonio Pytlik, misionero polaco de la Orden de los Franciscanos Menores Conventuales, la celebración fue presidida por Mons. Estanislao Dowlaszewicz, OFMConv, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Cruz y concelebrada por varios sacerdotes cohermanos suyos, entre ellos el P. Ronal Armijo, Custodio Provincial de los Franciscanos Conventuales en Bolivia y en signo de comunión fraterna concelebró P. Boris Calzadilla, Provincial de los Misioneros Redentoristas.
Durante su homilía Mons. Estanislao dio un mensaje de vida y esperanza: “… hoy celebramos un momento de fe, porque +P. Antonio para experimentar este momento de la muerte, se preparó toda su vida, desde el momento de su concepción hasta el momento más importante de su existencia, cuando se presentó frente al Señor y le ha dicho « Señor misión cumplida» todo lo que me has encomendado aquí lo tienes… son mis manos, son mis pies, es mi mente, mi corazón… y como dice san Pablo “ he peleado hasta el fin, el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe, y ya está preparada para mí la corana que el Señor como justo juez dará en aquel día”… (2Tim 4, 18).
Por eso hoy agradecemos a P. Antonio por todo la que ha hecho en su vida de hijo, de hermano, de cohermano, de sacerdote… entre los signo yo creo que falta un pendrive, que contiene la infinidad de charlas, tantas meditaciones, tantos retiros que ha dado a las hermanas, a los sacerdotes, por eso él puede decir «Misión cumplida».
Hoy agradecemos por su vida, por su testimonio, por su entrega… con una actitud de esperanza, no como la actitud de Marta “Si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto”, sino una actitud de esperanza, yo sé, yo creo, que él vive, porque Tú eres la resurrección y la vida y el que cree en ti no morirá nunca, más bien ya vive para siempre.
Es un lindo momento para acompañar a un religioso y misionero, porque toda su vida la ha dedicado a la misión… Con P. Antonio nos hemos encontrado por primera vez en el Seminario Menor, el ya estaba terminando sus estudios de bachillerato y había formado un grupo misionero, y nos repartía los papelitos con los nombres de los sacerdotes misioneros en todo el mundo, con una tarea, rezar por ellos y escribir una carta a los misioneros y lo hacíamos… después continuamos en el Seminario Mayor con la misma actitud de preocuparse por la misión de la Iglesia “Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio”; y después llegando a Bolivia, el llegó un año antes que yo, el en 85 y yo en el 86 y nuevamente con esa misma dinámica, con esa misma misión. Por eso estas palabras de la carta a Timoteo son bien relacionadas con la vida de +P. Antonio «Aquí me tienes Señor, misión cumplida»
Agradecemos por su vida, por su testimonio, por ser franciscano… el ideal de san Francisco es vivir el Evangelio, este es el camino del fraile, es el camino de la santidad…
Antonio, tú te quedas aquí, en esta tierra que te ha acogido, en esta tierra en la que has dejado tus huellas. Estoy seguro de que a esa gente a la que tú acompañaste en tu vida, ahora te va a acompañar con la oración, pidiendo por tu alma y por tu descanso eterno. «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá».
Pasada la celebración Eucarística, su ataúd recorrió algunas calles cercanas a la parroquia antes de llevarlo al cementerio general de Cochabamba para darle cristiana sepultura.
Agradecemos la Información a: Ignacia Alba