Campanas. El domingo 24 de noviembre, en la parroquia Santuario el Señor de los milagros, Mons. Braulio Sáez presidió una celebración eucarística con toda su comunidad. Uniéndose a toda la familia del Padre Simón. Le acompañaron varios sacerdotes en especial su vicario parroquial, P. Marcelo Taborga.
En la celebración Mons. Sáez recordó a P. Simón, a quien como dijo. Le admiró por su estilo de vida, un hombre íntegro con una vida de coherencia entre lo que vivía y hacía. Y además marcada por su sencillez. En su homilía resaltó varios aspectos de su persona, sobre todo su entrega total.
Fragmentos de la homilía de Mons. Sáez. “Le conocí hace 32 años en Oruro, trabajamos juntos, él visitaba las comunidades y siempre vi esa capacidad de ser servidor del Señor, estar enamorado de Cristo, ser discípulo de Jesús y desde ahí ser servidor del Pueblo de Dios”, dijo.
Recordó la vocación que tenía. “algo que estaba en su carácter, era ser sacerdote, ser otro Cristo, ser para los demás. El llamado de Dios es hermoso. El himno de Colosenses, que nos recuerda a Jesucristo, “Demos gracias al Padre que nos hizo dignos de participar de la herencia luminosa de los santos”.
Dio gracias por la vida de Padre Simón “También podemos decir que damos gracias por la vida del padre Simone, es cierto que nos duele, nos angustia el dolor y el sufrimiento de la separación. Pero pensemos, sobre todo, en ese mensaje que nos ha dejado la fidelidad, de esa coherencia, servicio y es, sobre todo, ese amor que tenía a Cristo, la Iglesia y los pobres”.
Enfatizó que fue un modelo de sacerdote. “Es hermoso de ver estos modelos de sacerdotes entregados, generosos, dispuestos de estar siempre al servicio del señor. Y por eso le Demos gracias porque al Padre Simón, el señor le ha elegido para formar parte ya de los santos”.
“Sabemos que él está con Dios y lo primero que le da la plenitud de la vida al cielo. Y por qué, porque se ha unido a Jesucristo, porque la vida del cristiano tiene sentido si se ha unido a ese Dios, que se hizo hombre y a ese hombre que nos hizo partícipes de la divinidad. Él se nos ha constituido como el señor de vivos y de muertos. Y por eso le damos gracias”. Dijo.
Al final también dio palabras de consuelo y esperanza. “Hermanos no es tiempo de llorar, no es tiempo de aflicción, es tiempo de esperanza de paz de reconocer la misericordia de Dios, que nos han ido iluminando a través de personas. Que nos deja en personas maravillosas que llenan de fidelidad, amor, generosidad y entrega”.
Al final como cristianos esperamos vivir la vida eterna y Mons. Sáez dijo “Si hemos muerto con Cristo, reinaremos con Cristo. Si somos de Cristo reinaremos con él”. Además, agradeció a Dios porque ya está Padre Simón en brazos de Dios. “Nos alegra que nuestro hermano está gozando para siempre de Dios de nuestro padre. Le damos gracias”.