Iglesia Viva.- Mons. Braulio Sáez, Obispo Auxiliar de Santa Cruz, fue uno de los delegados por Bolivia al Sínodo de la Familia, que se llevó a cabo del 4 al 24 de octubre pasado, en el Vaticano, bajo el lema “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”.

Mons Sáez, en primer lugar, ha destacado como punto de partida la importancia que el Papa Francisco le da al sínodo que en resumen es el deseo de la Iglesia Universal de caminar juntos y resolver en comunión la crisis que vive la familia en la actualidad.

Para Mons. Braulio Sáez, los desafíos que deja el Sínodo de la familia se pueden resumir en la concientización especialmente a los jóvenes de que el Matrimonio es un sacramento para siempre y no sólo para un momento o un tiempo determinado. El Matrimonio sustentado en la fe y el amor, permite vivir en plenitud y en completa libertad.

Otro desafío es hacer un proceso de fe y de formación antes, durante y después  del Matrimonio, esto significa acompañar por mucho más tiempo a las parejas y no como se hace hasta ahora resumiendo la formación a dos o tres días. Se trata de crear caminos que garanticen la indivisibilidad del Matrimonio y que al mismo tiempo los jóvenes no tengan miedo de enamorarse y unirse para siempre a su pareja.

Otro desafío que hace la naturaleza misma del matrimonio es que debe estar abierta a la vida, esto quiere decir que a pesar de las situaciones materiales los hijos son también uno de los pilares fundamentales para la construcción familiar. “Hoy los matrimonios se han vuelto muy egoístas y sólo tienen uno o dos hijos”.

Para Mons. Sáez, participar en el sínodo de la familia fue un tiempo de Gracia  que le permitió hacer nuevos amigos y conocer mucho más de la realidad actual de la familia en los cinco continentes.