Campanas. 1986-2020. Nos unimos a la acción de gracias y a la alabanza a Dios Padre por el don las hermanas Misioneras Doctrina Cristiana, con ocasión de sus 34 aniversarios de presencia y misión en la Comunidad de Hardeman – Parroquia Sagrado Corazón de Jesús.
En efecto, un 22 de octubre de 1986 nuestras fértiles tierras del norte de Santa Cruz, recibían a las intrépidas y ardorosas hermanas venidas de Italia para contribuir, desde la especificidad de su carisma, en la promoción integral y en la evangelización de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, particularmente de la querida comunidad de Hardeman.
A la cabeza de la Madre Pierina Santarelli (fundadora de la misión), las incansables misioneras llegadas de Italia emprendieron una misión de evangelización ad gentes radicándose en la cultura y las costumbres de la gente, ofreciéndoles al mismo tiempo, la posibilidad de la educación, la defensa y promoción de la dignidad de los más pobres, la propuesta de acompañamiento en la vida cristiana a través del primer anuncio, la catequesis, la pastoral social y de salud, sin olvidar el invaluable aporte al desarrollo humano y estructural de la población. Ellas y las hermanas que las sucedieron, de entre las cuales destacamos a Sor Grazia (que fue parte del primer grupo de hermanas fundadoras) continúan hasta nuestros días desplegando una labor admirable, según el espíritu y carisma original de la Madre Francesca de Sanctis (fundadora) para extensión del Reino de Dios por medio de la catequesis y la educación integral de las personas.
En el año 1890 fue aprobada su fundación por Madre María Francisca y por el Obispo de entonces Monseñor Augusto Antonino Vicentini, inician su misión en Italia en una ciudad llamada Lácula, las hermanas son de Orden Pontificio desde hace casi 100 años, en 1985 ya después del Concilio Vaticano II adquieren el nombre de “Misioneras Doctrina Cristiana” con la finalidad de que en un futuro las hermanas no solo se queden en Italia, sino salgan más allá de Europa.
La Congregación fue fundada por Madre María Francisca de Sanctis, ella nació en un pueblo llamado Castiglion a Casauria de la nación Italiana, el 30 de julio de 1836. En su juventud nació y creció con el deseo de consagrarse a Dios y de contribuir en la evangelización. Queda huérfana a sus 9 años, solo se cría con su madre, dentro de una familia religiosa cristiana y muy apegada a la Iglesia.
En un pueblo donde vivía cuando joven, conoció a los padres franciscanos, Madre María se nutre de la espiritualidad franciscana, ya cuando ella se dedica fundar la congregación toma el nombre de María Francisca. Lo que le anima a fundar la congregación es la situación de la sociedad y familias en aquella época en Europa, ya que estaban muy alejados de Dios por la ideología de ese entonces, ella se da cuenta de que niños y jóvenes son afectados, y al mismo tiempo hay mucha sed de formación; es entonces que se ofrece como voluntaria para ayudar en las parroquias e ir a las comunidades a llevar la palabra de Dios, hacer la catequesis para formar niños y jóvenes para los sacramentos, a ella se unen sus dos hermanas de sangre y con el tiempo otras personas.
Su carisma es “Vivir a gloria de Dios en conformidad a Cristo”
Para que desde ahí enseñen el catecismo a todo tipo de personas sin mirar su condición social, especialmente a los niños, pobres y abandonados, iniciar a los niños a la vida sacramental, asistir a los enfermos y ancianos, y el apostolado misionero, eso les caracteriza como misioneras.
En 1986 los padres salesianos invitan a las hermanas a conocer y ver la posibilidad de abrir una misión en Bolivia, las hermanas hasta hoy en día trabajan en comunión con los salesianos. Es así que ellas llegan en octubre del mismo año a Santa Cruz de la Sierra a un pueblo llamado Hardeman.
A los pocos años de llegar a Bolivia abren el hogar de niñas “María Inmaculada”, que atendía a niñas huérfanas, en el 2000 inauguran otro hogar con capacidad de 150 niñas, se construyó un también un colegio para darle a las niñas la posibilidad de poder estudiar y darles la formación que necesitan.
Otra de las casas de las religiosas es donde hoy funciona la UCB en Santa Cruz, donde se atiende colegio primaria para el barrio y atienden una capilla que pertenece a la Parroquia María Auxiliadora. Y la cuarta casa está en Hardeman donde nace la misión de las religiosas al norte de Santa Cruz.
Gracias queridas hermanas por su vida donada a Jesucristo en favor de las personas más necesitadas. Rezamos por ustedes…que el Señor les otorgue el don de la fidelidad creativa.
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