Campanas/Iglesia Viva/ En la Jornada Mundial del Refugiado, este 20 de junio. El Presidente de Pastoral Social Cáritas Bolivia, Mons. Cristóbal Bialasik, en su mensaje reflexiona sobre las condiciones por las que los migrantes atraviesan “no siempre están acompañadas de solidaridad y fraternidad, al contrario, enfrentan violaciones a sus derechos y maltratos”, acompañados de falta de alimentos, asistencia médica y tantas adversidades, manteniendo la esperanza de llegar a un destino final y empezar a reconstruir una vida.
MENSAJE POR EL DÍA MUNDIAL DEL REFUGIADO
En el actual contexto de pandemia, en el que las poblaciones más vulnerables son las más afectadas, se encuentran también quienes han dejado casa, hogar, familia, amigos y cultura para emprender el camino hacia una vida diferente y de mejores condiciones, aunque no siempre ese sueño es conseguido.
Los migrantes y refugiados evocan la imagen misma del pueblo peregrino en la tierra, fruto de las injusticias, abuso de poder, violencia y ambición de algunos que se olvidaron del sentido de la verdad y del bien que Dios ha puesto en el corazón de todos los hombres, para hacer de nosotros, colaboradores libres de su obra en la casa común.
Una de cada cien personas en el mundo, ha perdido su hogar por los conflictos y la violencia que vive su país. Se tienen cerca de 79,5 millones de personas refugiadas, que representan el 1% de la población mundial, de los cuales el 40% son menores de edad. Bolivia no está al margen de esta crisis migratoria, más aun siendo un país que comparte frontera con cinco países sudamericanos y que al mismo tiempo son los destinos más codiciados. Hasta el año 2019, alrededor de 1.400 personas han obtenido su refugio, de distintas nacionalidades como Siria, Sudáfrica, Yemen, Perú, Colombia, Chile y Venezuela. Así mismo han ingresado más de 10.000 migrantes venezolanos, según cifras oficiales, aunque se conoce que al 2020 puede haberse incrementado este número de forma exponencial.
Las condiciones por las que los migrantes atraviesan nuestro territorio no siempre están acompañadas de solidaridad y fraternidad, al contrario, enfrentan violaciones a sus derechos, maltratos, xenofobia, discriminación y desprecio. Acompañados de falta de alimentos, agua, ropa, calzados, asistencia médica y educación enfrentan las adversidades con la esperanza de llegar a un destino final y empezar a reconstruir una vida.
Los flujos de migración forzada nos recuerdanla huida a Egipto que el niño Jesús experimentó con sus padres, convirtiéndose en un desplazado en busca de refugio. “Es el drama, a menudo invisible, de miedo, incertidumbre, incomodidad y desesperación que viven muchas familias en el mundo, agravado por la crisis de la pandemia del COVID-19, y que los cristianos no podemos ignorar, ya que, en los rostros de estos hermanos, también se refleja el de Jesús refugiado” nos dice el Papa Francisco.
No es fácil abrir las puertas al desconocido que llega de lejos, pero, a la luz de la fe, somos llamados a brindar un abrazo de acogida al migrante. Que uniendo esfuerzos, hombres, mujeres, autoridades, organizaciones e instituciones seamos un nosotros cada vez más grande en lugar de un ellos.
Pastoral Social Caritas Bolivia, en conmemoración al Día Mundial del Refugiado, lanza la campaña nacional “Abraza a Cristo en el Migrante” que permitirá recolectar ropa, insumos de higiene y alimentos para nuestros hermanos migrantes y refugiados en Bolivia, por un periodo de tres meses y habilita dos cuentas bancarias para los aportes económicos a las cuentas disponibles del Banco Nacional de Bolivia y el Banco de Crédito.
La pandemia del COVID-19 nos recuerda la vulnerabilidad a la que todos estamos expuestos. Sólo en fraternidad podremos hacer frente a este mal y otros que puedan venir.
Mons. Cristóbal Bialasik
Obispo Presidente del Área
Pastoral Social Cáritas Bolivia – CEB