Campanas. Es una de las conclusiones del Foro Virtual: “Construir el futuro con los Migrantes y Refugiados” realizado este pasado viernes 9 de septiembre, en el marco de la 108 Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, a convocatoria del Papa Francisco y que tendrá su punto culmen el próximo 25 de septiembre.
Es un nuevo esfuerzo conjunto de la Pastoral de Movilidad Humana (PMH), la Pastoral Social Cáritas (PASOC) y la Pastoral de la Universidad Católica Bolivia (UCB), Sede Santa Cruz, con la finalidad de reflexionar la realidad desde el Magisterio Social de la Iglesia y promover el compromiso social de la Iglesia, especialmente laicos. Hubo participantes de Bolivia, Venezuela, Costa Rica y Estados Unidos.
Los migrantes y los refugiados son protagonistas de la conquista de una vida digna, señaló con énfasis Elvy Monsant de la Red Migración, Trata y Refugio de América Latina y El Caribe (CLAMOR) de Venezuela, que, desde su subjetividad, desean poner al servicio sus potencialidades, muchos profesionales.
La Iglesia, ya desde la Encíclica Rerum Novarum (de las cosas nuevas) del Papa Leon XIII de 1891, marcó las bases del trabajo decente que hoy la Iglesia debe promover y defender a favor de los migrantes y refugiados. No solo se trata de ofrecerles ayuda humanitaria, sino condiciones de trabajo digno, tanto en el salario justo, como en las condiciones laborales de seguridad.
Finalmente concluyó que el Papa Francisco nos propone un Modelo de Desarrollo Humano Integral y Sostenible basado en la ecología integral, en el que todos, junto a los migrantes y refugiados, somos protagonistas, para superar el modelo actual depredador, extractivista y consumista.
P. Ildo Griz, Misionero Scalabriniano, Director de la Fundación Scalabrini Bolivia, dio testimonio de los servicios que brinda a la población en situación de inmigración y refugio, con el apoyo de la OIM y UNICEF, especialmente en la regularización de su documentación, el apoyo a la inserción laboral y el emprendedurismo, la sensibilización social y la coordinación interinstitucional nacional e internacional.
Señaló que las personas en situación migratoria irregular viven, prácticamente, en la clandestinidad, sufriendo actitudes de discriminación y xenofobia, con gran dificultad para acceder a derechos básicos como vivienda digna, salud, educación y trabajo, con escasos recursos para acceder a su documentación personal y posterior regularización migratoria en este país.
En los últimos 15 meses, las dos casas de acogida, administradas por la PMH- La Paz, acogieron en su interior a 2356 personas migrantes en situación de alta vulnerabilidad. El 97% ingresó al territorio boliviano de manera irregular. Se identificaron familias nucleares, pero principalmente reconstituidas en el proceso migratorio, familias ampliadas y parejas jóvenes. Del total, un 42% son mujeres y el 58% son varones. Hay un 37% de niñas, niños y adolescentes. Esta población recibió apoyo efectivo, tanto en la asistencia humanitaria, como en el ejercicio de normas bolivianas favorables y la necesidad de seguir profundizando otras normas más inclusivas y promocionales.
La Hna. Albertina Pauletti. Misionera Scalabriniana, Directora de la Casa de Acogida para Mujeres en Tijuana, México, señaló enfáticamente que “no hay mujeres vulnerables, hay mujeres en situación de vulnerabilidad”. Dio a conocer que la mujer cada vez más está en situación de movilidad humana o, dicho de otra manera, la migración tiene rostro de mujer y lleva consigo, no solo a sus hijos, sino su historia de vida, muchas veces llena de pobreza, abandono y violencia, pero, eso mismo, las hace más fuertes y luchadoras. Son un testimonio de resiliencia.
Llamó la atención un aspecto expuesto. Las mujeres migrantes en realidad no mienten, sino que tienen que saber hablar de sus situaciones para salvaguardarse, ella y sus hijos, su dignidad y derechos. Si dijeran todo, es probable que no puedan sobrevivir con sus verdades. Desde el trabajo de la Pastoral de Movilidad Humana, llamó a poner mayor atención a la promoción y defensa de la dignidad y derechos de las mujeres migrantes.
Mons. René Leigue, Arzobispo de Santa Cruz, que acompañó todo el desarrollo del Foro, en sus mensajes señaló que es importante reflexionar sobre esta realidad; de alguna manera, todos somos migrantes en este mundo, con tantas dificultades, en nuero lugar de nacimiento, pero mucho más los que salen de sus países. Debemos sensibilizarnos, es importante tomar en cuenta a las personas que salen de sus países, porque se ven obligados a salir para buscar lo que no encuentran en su país, debemos apoyarles en todo sentido, debemos caminar con los migrantes, como nos pide el Papa Francisco, estamos en el mismo camino. Como personas humanas y como cristianos, hay que servirles, sin importar que sean o no de nuestra fe, solamente debemos amarnos los unos y los otros.
Finalmente agradeció a los expositores por la iluminación y por su trabajo. Animó a los participantes a que lo que hemos aprendido sea parte de nuestra pastoral en las jurisdicciones y países de los cuales estamos aquí, concluyendo con la bendición de Dios.