“Las leyes deben estar el servicio del hombre y no el hombre al servicio de las leyes” señaló Monseñor Braulio Sáez desde la Catedral Metropolitana de Santa Cruz; aseguró que “la ley es necesaria pero no basta, por encima de todo está el proyecto de Jesús que es ‘Vida’ en abundancia y en ese sentido agregó que “hemos inventado leyes que matan, que van en contra del hombre, de la libertad, la solidaridad y la libertad, ahí tenemos por ejemplo la ley del aborto, de la eutanasia y otras que, en vez de servir de ayudar al hombre a ser más hombre, lo están convirtiendo en esclavo de la humanidad”.
El Obispo auxiliar de Santa Cruz, Monseñor Braulio Sáez García, presidió la Eucaristía de este domingo desde la Basílica Menor de San Lorenzo Mártir. Siguiendo las lecturas del domingo se enfocó en reflexionar sobre la importancia de la ley frente a la vida, en particular se refirió al evangelio que presenta la actitud de Jesús frente a la ley cuando los judíos intentan ponerle una trampa al decirle que no debe hacer en sábado lo que no está permitido por la ley. Aseguró que “Jesús ha venido no para destruir la ley sino para llevarla a plenitud –y que- la ley está para ordenar la vida y la convivencia entre personas y entre los pueblos…”
Si bien la ley regula también los comportamientos frente a la vida y la manera de comportarnos en la sociedad, el Obispo cuestionó “¿Qué es más importante, la ley o la vida?. En ese sentido señaló que “El orden es importante, la ley es necesaria pero no basta, por encima de todo está el proyecto de Jesús que es vida, Jesús ha venido para que tengamos vida en abundancia. El sábado ha sido hecho para el hombre y no el hombre para el sábado”.
“Las leyes las podemos manipular y de hecho las manipulamos a gusto como vemos en nuestro país, donde no hay justicia, hay corrupción, donde hay mentiras donde hay tantas situaciones en que estamos oprimiendo justamente a aquellos que decimos que queremos liberar”.
Monseñor Braulio aseguró que justamente allí radica parte de la misión de la Iglesia: “Hoy la Iglesia tiene que tener las puertas abiertas frente a tantas injusticias, frente al sufrimiento de tantos hermanos y de gente que no tiene a nadie que le dé un a mano en su vida”.
Dios no quiere la muerte, quiere lo mejor para la humanidad, quiere la vida, indicó “y vivimos en un mundo al servicio a veces de muchos intereses personales y obsesionado por el bien vivir, el bien estar, el placer, el poder y el tener sin embargo nos damos cuenta que esos dioses no dan la felicidad, sino que es el Dios del amor, el Dios de la cruz, el Dios de la muerte en la cruz el que nos ha salvado de todas las esclavitudes del mundo; la gran misión de la Iglesia hoy es abrir los ojos de tanta ceguera, de tanto egoísmo y superficialidad”, exhortó.
Las leyes deben estar el servicio del hombre y no el hombre al servicio de las leyes, hemos inventado leyes que matan, que van en contra del hombre, de la libertad, la solidaridad y la libertad, ahí tenemos por ejemplo la ley del aborto, de la eutanasia y otras que, en vez de servir de ayudar al hombre a ser más hombre, lo están convirtiendo en esclavo de la humanidad.
El Prelado Cruceño llamó a todos los fieles a llevar este tesoro, esta sabiduría del Evangelio como un tesoro en vasijas de barro para compartir con los demás.
Oficina de prensa de la Arquidiócesis de Santa Cruz