El pueblo mexicano desde su llegada ha expresado al Papa Francisco su cariño, alegría y fervor de forma multitudinaria, luminosa y espectacular.
«Francisco amigo, el pueblo está contigo», es uno de los lemas que más se escuchaban, junto con el de «Francisco hermano, ya eres mexicano».
Las campanas de la Catedral Metropolitana de Ciudad de México sonaron anunciando la llegada del Sucesor de Pedro – Misionero de Misericordia y de Paz – al aeropuerto internacional de la capital mexicana y, minutos antes de que bajara del avión, un grupo de mariachis le cantaba «Cielito lindo».
Después del saludo al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto y a la primera dama, Angélica Rivera, cuatro niños vestidos con trajes típicos entregaron al Papa un cofre con tierra de los 32 estados mexicanos para que los bendijera.
Mucha emoción se vivió también cuando el Papa se acercó a las gradas instaladas junto a la pista de aterrizaje para saludar a los presentes y, en particular a un niño enfermo, que besó y bendijo.
La canción «Luz», que le ofrecieron al Santo Padre Francisco algunos artistas mexicanos, encendió el tema con el que se le quiso recibir, «México se llena de luz».
Y la luz de una valla humana que aplaudía y saludaba iluminada con antorchas y teléfonos móviles acompañó al Papa a lo largo de los más de 19 kilómetros hasta la Nunciatura Apostólica.
FOTOGRAFÍAS
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