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domingo 26 marzo 2023
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Jesús es el autentico buen pastor porque “da la vida por las ovejas”, Dice Mons. Estanislao

Jesús es el auténtico pastor. Y ser auténtico significa también ser genuino, ser fiel, ser autorizado, legítimo, confirmado. Todo eso decimos de Jesús. Y nos apoyamos en una afirmación que se repite tres veces en el evangelio de hoy. Buen Pastor. Jesús es el auténtico buen pastor porque “da la vida por las ovejas”.

Homilía de Mons. Estanislao Dowlaszewicz

Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Cruz

Pronunciada el 22 de abril de 2018 en la Catedral de San Lorenzo Mártir

Auténticos pastores, auténticas ovejas

Los pastores asumen la función de guiar, gobernar y defender al pueblo elegido

Jesús presenta la misión de Pastor

Jesús vive entregado a sus ovejas

Los discípulos Pedro y Juan curan a un paralítico

“En nombre de Jesús Nazareno, ponte a andar”

Los saduceos no aceptan la doctrina de la resurrección

Jesús es la piedra angular

Veremos a Dios tal cual es

El Resucitado nos conoce perfectamente

El 4to. Domingo de pascua, es el domingo del Buen Pastor

Jesús es el autentico buen pastor porque “da la vida por las ovejas”

El Buen Pastor se juega la vida por los suyos

Donde hay un hombre o una mujer comprometido por sus hermanos, allí está el Buen Pastor

Creer en la resurrección es aceptar el papel arriesgado de cuidar a los demás

No hay mayor testimonio que el de la entrega de la propia vida por los demás

Creer que hay que hacer gestos heroicos de “los grandes personajes”, es un gran error

Dios sabe muy bien quienes somos nosotros y que hay en nuestro corazón.

Los buenos pastores no siempre deben ser sacerdotes o religiosas, podemos ser todos nosotros

Conocer a alguien es compartir los momentos de alegría, pero también los momentos del dolor

El Auténtico pastor, no espera a ser llamado, acude a donde lo necesitan

El Auténtico pastor no se siente dueño de sus ovejas, sino servidor de todos

Todos debemos actuar como buenos pastores incluso quien tenga un cargo de responsabilidad social

Los santos que entregaron su vida por los demás nos dicen que también nosotros podemos hacerlo

Pidamos que haya personas de gran valor que entreguen su vida hasta el extremo Que cada una de nuestras familias sea la cuna de la vocación

Los pastores asumen la función de guiar, gobernar y defender al pueblo elegido

El cuarto domingo de Pascua el evangelio nos presenta la imagen de Jesús como Buen Pastor, el Mesías que realiza su tarea con delicadeza y con amor hasta el extremo. En el Antiguo Testamento Dios es denominado como Pastor; pastores se les llamaban también a quienes como Moisés y David asumían en el nombre de Dios funciones de guiar, de gobernar y de defender del pueblo elegido.

Jesús presenta la misión de Pastor

Pero también en momentos de crisis de fe del pueblo, cuando los responsables de este pueblo se comportan infieles en su misión, El mismo Dios los rechazaba y les anunciaba él envío de un verdadero pastor en la persona del Salvador, del Mesías. Hoy el mismo Jesús presenta la misión de Pastor que su Padre le ha encomendado.

Jesús vive entregado a sus ovejas

Esta comparación de Jesús como Pastor ayuda a conocer el verdadero rostro de Dios revelado en Jesús, de tal manera que toda su vida pública es de una donación total, viviendo entregado totalmente a los demás, entregado a sus ovejas.

Los discípulos Pedro y Juan curan a un paralítico

Pero antes de reflexionar sobre lo que esto significa, observemos un detalle que se nos manifiesta en la primera lectura, de los Hechos de los Apóstoles. A pocos días de Pentecostés, Pedro y Juan -recordamos del domingo pasado- curan a un paralítico que todos los días pedía limosna a la entrada del templo. Grande era la desgracia del pobre hombre, ya que la parálisis le venía desde su nacimiento, y tenía pocas esperanzas de curación.

“En nombre de Jesús Nazareno, ponte a andar”

Como de costumbre, al ver a Pedro y a Juan que subían al templo para hacer oración, pide una limosna. Pedro le responde: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te lo doy: en nombre de Jesús Nazareno, ponte a andar.” El hombre se levantó, se puso a caminar y entró con los dos apóstoles al templo para dar gracias a Dios.

Los saduceos no aceptan la doctrina de la resurrección

Todo el mundo se asombró del suceso y, entonces, Pedro aprovecha para testimoniar su fe ante ese pueblo. Todavía estaba hablando cuando los guardias los toman presos y los conducen ante las autoridades judías. El autor de los hechos de los apóstoles, San Lucas nos da el motivo del apresamiento: los jefes judíos estaban molestos porque Pedro testimoniaba la resurrección de Jesús y la de los muertos. Los saduceos, que formaban la casta dirigente, no aceptaban semejante doctrina de la resurrección. Y ante ellos declara Pedro diciendo que “este hombre está sano delante de ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, al que ustedes crucificaron y al que Dios resucitó de entre los muertos”.

Jesús es la piedra angular

La respuesta de Pedro es muy clara: “Este mismo Jesús es la piedra que ustedes los constructores han desechado y que ahora es la piedra angular”. Únicamente en el nombre de Jesús resucitado pueden los hombres encontrar la salud, la salud espiritual y en este caso concreto, también la salud corporal.

Veremos a Dios tal cual es

En la segunda lectura de Este domingo de la carta del apóstol San Juan se habla claramente del amor del Padre que nos ha llevado a ser sus Hijos, por la gracia de Jesucristo resucitado. Y hay una promesa de enorme transcendencia donde San Juan nos transmite esto: “veremos a Dios tal cual es, porque seremos semejantes a Él”.

El Resucitado nos conoce perfectamente

Nos dice también que el amor que Dios nos tiene, nos ayuda a crecer y es lo que nos constituye en hijos suyos. Nos conoce perfectamente el resucitado y nos quiere con este amor inmenso de todo su corazón, como el padre ama a su hijo.

El 4to. Domingo de pascua, es el domingo del Buen Pastor

Queridos Hermanos:

Este cuarto domingo de la Pascua  es conocido como el domingo del Buen Pastor y por las alusiones que hay en la liturgia, en el evangelio, en la oración, nos demuestra esa relación entre el pastor y las ovejas, es comparación, esa imagen, le gustaba tanto a Jesús que fue bien asimilada en las primeras comunidades cristianas, pero no deja de ser una imagen, una imagen muy expresiva, de lo que verdaderamente Jesús es para nosotros, nuestro Buen Pastor. Y lo primero que llama la atención en esta expresión Buen Pastor, es precisamente esta primera palabra Jesús es Pastor Bueno, pero no en el sentido moral de portarse bien, de eso que le decimos a los niños en nuestras casas: “se bueno, chico”.

Jesús es el autentico buen pastor porque “da la vida por las ovejas”

Aquí “bueno” tiene un sentido de autenticidad. Jesús es el auténtico pastor. Y ser auténtico significa también ser genuino, ser fiel, ser autorizado, legítimo, confirmado. Todo eso decimos de Jesús. Y nos apoyamos en una afirmación que se repite tres veces en el evangelio de hoy. Buen Pastor. Jesús es el auténtico buen pastor porque “da la vida por las ovejas”.

El Buen Pastor se juega la vida por los suyos

El pastor, como todo auténtico líder, “se juega la vida por los suyos”, habla por el que no puede hablar, defiende al injustamente acusado, denuncia al opresor y cada día pone precio a su cabeza para salvar la cabeza de los otros. Se exige del buen pastor la valentía, entrega incondicional y amor entrañable a la comunidad.

Donde hay un hombre o una mujer comprometido por sus hermanos, allí está el Buen Pastor

Queridos hermanos:

No pensemos que este oficio del Buen Pastor, corresponde por ejemplo a los sacerdotes y los obispos, aunque sí a ellos les toca ejercer con fidelidad especial esa misión. Si observamos las cosas con detenimiento, veremos que cada uno de nosotros siempre tenemos a nuestro lado a alguien más débil, indefenso, a alguien necesitado. Pueden ser nuestros hijos o nuestros padres ancianos, puede ser un amigo, un discapacitado, un vecino o un grupo de alumnos si estamos en el colegio,  o los compañeros de trabajo. Donde hay un hombre o una mujer que se compromete por sus hermanos, allí está el Buen Pastor.

Creer en la resurrección es aceptar el papel arriesgado de cuidar a los demás

Queridos Hermanos:

Creer, por lo tanto, en la resurrección de Jesús es aceptar este papel arriesgado de cuidar a los demás. Mas, ¿cómo podrá creer el mundo en la resurrección si nosotros los creyentes pasamos de largo ante el paralítico que nos tiende la mano, si callamos ante el hermano calumniado, si apoyamos con el silencio la injusticia del más fuerte, cuando nos callamos frente al grito de los no nacidos que se los elimina a nombre de “yo decido.” “yo tengo derecho”

No hay mayor testimonio que el de la entrega de la propia vida por los demás

La historia nos muestra algo digno de tomar en cuenta, queridos hermanos, el pueblo no se fija en los títulos académicos de una persona para seguirlo, no se fija en las personas que poseen mucha, la gente se fija en la actitud de entrega, en su desinterés de las personas, porque no hay mayor testimonio que el de la entrega de la propia vida por los demás.

Creer que hay que hacer gestos heroicos de “los grandes personajes”, es un gran error.

Cuando pensamos en este evangelio de hoy, muchas veces creemos que hay que hacer gestos heroicos, estos gestos propios de “los grandes personajes”. Es un gran error. Si hacemos ahora un breve examen de conciencia descubriremos dentro de nosotros mismos, a veces, a este pastor en nuestra realidad,   opresor que se aprovecha del más débil y que en el momento más crítico esconde su cobardía bajo un sin número de excusas: No puedo, estoy ocupado, no entiendo, no lo conozco.

Pensemos seriamente: ¿No hemos abandonado a más de un amigo, justo en el momento en que más necesitaba de nosotros? ¿No hemos aprovechado la oportunidad de ver al otro en inferioridad de condiciones para sacar ventaja de su debilidad. No juzgamos, no opinamos por su manera de vestir o hablar?

Jesús es claro en su afirmación: él está allí donde alguien “da la vida” por el otro.

Dios sabe muy bien quienes somos nosotros y que hay en nuestro corazón.

Como ven, las lecturas de hoy nos dicen que Dios no es un ser impersonal, parecido a una máquina o una estrella celeste, sino alguien que nos conoce, alguien que nos ama personalmente. Cuando dirigimos a Dios nuestras súplicas, nuestras oraciones, o cuando le damos gracias, o le bendecimos, Él sabe muy bien quienes somos nosotros, el nos conoce y sabe perfectamente lo que hay en nuestro corazón. Sabe si estamos orando de verdad: con amor, o si simplemente lo hacemos por rutina. Él Sabe si lo que le decimos es algo realmente importante, o a veces solamente es un capricho nuestro. Por eso, como un buen padre, Dios conoce lo que verdaderamente necesitamos.

Los buenos pastores no siempre deben ser sacerdotes o religiosas, también podemos ser todos nosotros

Tampoco debemos pensar que estos buenos pastores, queridos hermanos, siempre tienen que ser sacerdotes o religiosas, no. Hay muchísimos seglares como ustedes, que dedican su vida a ayudar a los demás y lo hacen movidos por su amor a Dios y también al prójimo. También estos son, en el mejor sentido de la palabra, buenos pastores. Todos nosotros, todos los cristianos debemos aspirar a ser buenos pastores, imitando en nuestra vida personal, al verdadero buen pastor que es Jesús y que dijo: “Conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí como el Padre me conoce y yo conozco al Padre” ¿Qué significa esto de que el autentico pastor conoce a sus ovejas?

Conocer a alguien es compartir los momentos de alegría, pero también los momentos del dolor

En el Evangelio que acabamos de escuchar, de San Juan, “conocer a alguien” es mucho más que saber que alguien es mi vecino y cuál es su nombre y apellido. Juan habla de un conocimiento interpersonal, surgido del diálogo o encuentro con el otro que está a mi lado, de compartir con el los momentos de alegría, pero también los momentos del dolor y del drama que aquel hermano que esta a mi lado vive en este momento.

El Auténtico pastor, no espera a ser llamado, acude a donde lo necesitan

El auténtico pastor no se queda encerrado en su oficina o en su casa. Sale de sí mismo, trata de mirar con ojos distintos, trata de descubrir que alguien anda mal y que se le pueda ayudar a cambiar y mejorar su vida. El Buen Pastor, auténtico pastor, no espera a ser llamado: acude allí donde alguien lo necesitan. Por eso conoce a los suyos: porque vive y comparte su situación, su necesidad, su miseria, su enfermedad, su debilidad.

El Auténtico pastor no se siente dueño de sus ovejas, sino servidor de todos

Dijo Jesús en el Evangelio de hoy “Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor.” El auténtico pastor no se cierra en su entorno, en su getto, en su patio; no piensa solamente en los que están dentro de este patio, reunidos con Él. Tiene, en cambio, un corazón amplio, abierto, diríamos un corazón pluralista. Y no se siente dueño de sus ovejas sino el servidor de todos aquellos hombres que buscan la verdad.

Todos debemos actuar como buenos pastores incluso quien tenga un cargo de responsabilidad social

Queridos Hermanos:

El domingo es del buen pastor, en este sentido, deben actuar también como buenos pastores los papás, los educadores, también los políticos y también nosotros los evangelizadores, y todo aquel que tenga un cargo de responsabilidad en nuestra sociedad. Ayudar a los demás a ser buenos y felices es lo más bello y maravilloso que puede hacer una persona.

Los santos que entregaron su vida por los demás nos dicen que también nosotros podemos hacerlo

El ejemplo de tantos santos cristianos, desde san Pablo hasta la Madre Teresa de Calcuta, o en nuestra tierra boliviana la Beata Nazaria Ignacia que en el mes de octubre de este año, será proclamada por el Papa Francisco como primera santa boliviana. Estas personas que entregaron su vida por los demás con generosidad muy heroica, ellos nos dicen a nosotros, que con la gracia de Dios, también nosotros podemos hacerlo.

Pidamos que haya personas de gran valor que entreguen su vida hasta el extremo

El cuarto domingo de pascua, el domingo del Buen Pastor, es también el domingo dedicado a la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones, que haya personas de gran valor para que entreguen su vida hasta el extremo. Pidamos hoy en este día de las vocaciones al Buen Pastor que suscite vocaciones sacerdotales y consagradas según su corazón,  también vocaciones entregadas a la oración, cuyos frutos no son visibles pero que fecundan como torrentes de vida a la Iglesia y a la humanidad.

Que cada una de nuestras familias sea la cuna de la vocación

Pidamos a nuestro Dios el buen pastor para que cada una de nuestras familias, sea la cuna de la vocación, no seamos tacaños con nuestros hijos e hijas que desean entregar su vida al servicio de Dios y de los demás. No los pierden, porque si entregas tu hijo o hija al servicio de Dios, ese lugar vacío como dice San Juan Bosco, viene a ocupar el mismo Jesús.

Recemos por nuestras familias, que sean verdaderamente los espacios donde nacen las nuevas vocaciones.

Amén.

Graciela Arandia de Hidalgo



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