Para Monseñor Sergio la ordenación sacerdotal Fray Iván Castro Jiménez (28) de la Orden de Predicadores Dominicos celebrada este pasado jueves en la Catedral Metropolitana de Santa Cruz, además de haber sido un momento de gracia, fue también un momento de meditar sobre el sacerdocio mismo.
En un mensaje que por un lado estaba dirigido a Fray Ivan, por otro estaba también dirigido a todos los sacerdotes de la Diócesis, recordando que Cristo elige a cada sacerdote para perpetuar su ministerio de Maestro, Sacerdote y Profeta.
Indicando que el carisma propio de la orden es la de predicar, recordó que Santo Domingo siempre hablaba de Dios y se decía que también “siempre hablaba con Dios”. Para Monseñor Sergio la intimidad del sacerdote con Jesús en el día a día es fundamental, la oración, la eucaristía y la Palabra de Dios le permitirán “contemplar para vivir” como destaca uno de los lemas Dominicos.
En ese sentido, subrayó que el sacerdote debe enseñar a los demás aquello en lo que él cree, pero que para creer es necesario vivir, por eso al lema “contemplar para vivir” añadió “contemplar para compartir”.
El Prelado también recordó que una función del sacerdote es “santificar a los demás” (…) Por eso oramos para que seas santo” expresó. También señaló que el sacerdote es un “dispensados de los sacramento de Cristo que llevan la gracia al pueblo de Dios”.
El Arzobispo de Santa Cruz no olvidó hacerse eco de las recomendaciones del Papa Francisco para los sacerdotes, de ser “Pastores con olor a oveja”
“Que tu vida sea una bendición para los demás” fue el deseo de Monseñor Sergio para el nuevo presbítero destacando que su vocación es un signo de que en el mundo todavía hay personas que creen en el Señor y quieren servirle, quieren gastar la vida por que vale la pena”.
“Tú eres portavoz del Señor, un mensaje que sigue vivo y actual, una palabra que quiere encarnarse en el mundo de hoy. Vete y predica sin temor porque el Señor estará contigo” señaló Monseñor al nuevo ordenado invitándole a perpetuar el ministerio de Cristo de “Maestro, Profeta y Sacerdote” finalizó.
En la Ordenación estuvieron presentes una treintena de sacerdotes dominicos y diocesanos, el Padre Juan Crespo, vicario General de la Arquidiócesis de Santa Cruz, que acompañaron en la concelebración a Monseñor Sergio Gualberti.
