Campanas. El 20 de junio se celebra la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, fecha fijada por la ONU en el año 2000 como expresión de solidaridad con África, continente que alberga a la mayoría de los refugiados del mundo, haciendo coincidir este día con el aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados firmada en 1951.
Fotografía referencial – Internet
Desde la Catedral este domingo 19 de junio, Monseñor Sergio Gualberti pidió solidarizarnos con las familias de los hermanos y hermanas que han sido obligados a dejar su país para salvar sus vidas
El Papa Francisco, con una frase muy cuestionadora, nos indica cual es el camino para solucionar este problema: “Los muros no son la solución… los refugiados están en la frontera porque hay muchas puertas y corazones cerrados”. Abramos nuestros corazones, tendamos nuestras manos y ayudemos a cargar la cruz de los refugiados que están entre nosotros, en señal de que hemos optado por seguir a Jesús y a su Evangelio de amor y de vida.
También el prelado afirmó que. Optar por los últimos es optar por Cristo, quien no nos deja solos y va a estar a nuestro lado para darnos el valor de ser anticonformistas, ir en contra de las corrientes mundanas y egoístas, y enfrentar a las burlas, las incomprensiones y hostilidades. Acojamos las palabras del profeta Zacarías, miremos hacia Cristo Jesús traspasado y dolido en la cruz, porque en Él está puesta nuestra fortaleza y nuestra esperanza.
El objetivo de esta Jornada es hacer un llamamiento global a Gobiernos y sociedades con el fin de concientizar sobre la grave situación que padecen millones de refugiados en el mundo.