Campanas. La Hermana María Esther, secretaria de la Comisión Arquidiocesana de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso, de Santa Cruz, desde su experiencia, nos comparte su mirada sobre el ecumenismo. Del el 4 al 7 de septiembre la religiosa participó del “Encuentro Nacional de delegados de Ecumenismo 2022”, el mismo que se llevó adelante en el Centro Franciscano de la Parroquia San Antonio, en la ciudad de Santa Cruz.
La religiosa de la comunidad Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor – FMMDPO, afirma que, el ecumenismo implica la capacidad de dialogar con los demás, sin perder lo esencial de cada uno, es decir cuando hablamos de ecumenismo decimos la unidad de los que creemos en un mismo Dios, y creemos sobre todo en Jesucristo, en su Evangelio y en su buena noticia.
En el ecumenismo lo más fuerte que nos une es Jesús, y es un poco escandaloso que los que creemos en Jesús, que seguimos sus enseñanzas y en que todo seamos uno, estemos desunidos. Entonces el ecumenismo es el esfuerzo conjunto de compartir en comunión, no para que todos seamos iguales, o que todos seamos de una misma religión. En el ecumenismo lo que se quiere, es que cada uno conserve lo específico, porque creemos y estamos convencidos de que las diferencias son una riqueza, la uniformidad es rutina, y trabajar en comunión especialmente en aquellos aspectos que más se necesitan como; la justicia, la paz, la unidad de ese Dios que vino a traer la paz al mundo entero, dice la hermana María Esther.
El cuidado de la creación, es una corresponsabilidad común de todos, y sobre todo debemos ponernos de acuerdo y hacer un trabajo conjunto, y esa es la comunión que anhelamos, y sabemos que el Espíritu que hace surgir las diferencias, también puede ayudarnos a buscar los caminos del encuentro, de la amistad y en la colaboración mutua, expresa la secretaria de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Arquidiócesis de Santa Cruz.