Campanas. El miércoles 08 de diciembre, la familia de las Hermanas Franciscanas Angelinas vivieron un día de gran regocijo por la celebración de los votos Perpetuos de: Sor Maira, Sor María Victoria y Sor María Celeste.La Celebración Eucarística fue presidida por el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. Sergio Gualberti, en la Parroquia San Roque, a las 16:30 horas. Estas religiosas Profesaron sus votos de manos de sor Claudia Gómez, Delegada de La Madre general Sor Mary Melone.
Sor María Victoria Cuellar Serrudo, nació un 28 de mayo de 1987 en la ciudad de Santa Cruz – Bolivia, sus padres son: Genaro Cuellar y Victoria Serrudo +; para gloria de Dios tiene nueve hermanos, con quienes aprendió a compartir la vida. (Leer testimonio).
Sor María Celeste Espíndola, nació en la ciudad de Corrientes, Argentina el 5 de agosto de 1988, es hija de Raúl y María Ester, tiene 3 hermanos mayores, Diego, Evangelina y Milagros. (Leer testimonio).
Sor Maira Soliz Melgar, nació en Santa Cruz de la Sierra, en el Municipio de La Guardia, el 22 de julio de 1991, es hija del Sr. Juan Segundo Soliz Justiniano y la Sra. María Cristina Melgar Suarez. Es la primera de dos Hermanos: Kenia y Kevin. (Leer testimonio)
Homilía:
Estamos viviendo un día de gracia hoy por la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y el hecho que Sor Maira, Sor María Victoria y Sor María Celeste, están diciendo su sí definitivo en su vida con la consagración total al Señor ante el pueblo de Dios, dijo el Arzobispo al iniciar su homilía.
Esta gracia nos mueve a expresar nuestra gratitud a Dios y a alegrarnos, en particular Uds. familiares, la Congregación, los presentes y toda la Iglesia.
El prelado afirmó que la Profesión perpetua, definitiva, aunque no es la última palabra. Por cierto es una meta, pero también el inicio de un camino que terminará con el encuentro definitivo con Cristo, el esposo, una unión permanente en un profundo y continuo diálogo y en una entrega fiel y total, que debe marcar la vida cotidiana.
Dios ha tenido con ustedes un gran amor y ha mostrado fidelidad y misericordia al llamarlas a esta relación de amor con Él. La vocación religiosa es un don que nace del corazón mismo de Dios, pues no toma en cuenta los tropiezos de nuestra vida pasada y presente, sino que nos llama a una renovar cada día la alianza en Cristo, a seguir sus pasos permaneciendo en el Amor. Consagradas por el Amor y para el Amor, en un vínculo único al igual que la Inmaculada Concepción, llena de la gracia de Dios, el don que Dios quiere entregarles también a Uds. y que se hace concreta en tantos aspectos, aseveró el prelado.
Así mismo Mons. Gualberti aseguró que estas hermanas, están llamadas a ser parte de esta nueva creación, a través de la consagración y compromiso de toda la vida con los votos, los caminos de la entrega total al Señor y “ las vías de la Felicidad”.
Así también afirmó que los votos no son principalmente renuncia, sino opción por lo mejor, por lo más grande, por el Señor, como María que renunció a sus proyectos para decir sí a Dios, al don más grande de ser la madre del Salvador. Por eso, los votos son expresión de su entrega de amor a Dios.
Los votos son la concreción del amor que las unen a Dios, vividos en un carisma concreto: amor en primer lugar que se concreta al interior de la pequeña fraternidad, la Congregación, y luego en la gran fraternidad, la Iglesia, encargadas de custodiar su amor, hacerlo crecer, enriquecerlo y fecundarlo, para que no quede encerrado, sino que se proyecte hacia todos.
El carisma de la Congregación de las Hnas. Franciscanas Angelinas, las llama a ser testigos vivientes del amor verdadero y de la esperanza de Dios en un mundo que lo desconoce, que es indiferente a los valores humanos y evangélicos y que busca la propia complacencia egoísta, afirmó el Arzobispo de Santa Cruz.
Como Hnas. Angelinas: Santa María de los Ángeles, la Porciúncula. Profundo amor y cariño a María, imitarla en su sí definitivo y total al Señor… desde la Anunciación hasta el sí a los pies de la Cruz.
Mensajeras: “Anunciar al mundo el mensaje de la reconciliación y de la paz, expresado y ratificado en el perdón de Asís” (Constit.). Dar testimonio en fraternidad, paciencia, respeto y solidaridad y, más aún, con misericordia buscando la Reconciliación y la Paz que es el lema de esta fiesta.
Misión y tarea particularmente urgente hoy en nuestro país, una aventura nueva y cautivante y que cada día hay que renovarla y vivirla a fondo para contagiar a los demás.
Al finalizar su homilía el Arzobispo dijo a las nuevas consagradas: No están solas, cuentan con las Hermanas Franciscanas Angelinas su nueva familia, y con las oraciones de toda la comunidad eclesial, que junto con Uds. alaba y agradece a Dios y le pide que las acompañe siempre en este camino. Amén
¡ACCION DE GRACIAS!
Con mucha alegría, yo sor Ma. Victoria, me hago portavoz de mis hermanas Sor Maira y sor Ma. Celeste para agradecer y bendecir a Dios uno y trino que “nos miró a nosotras sus siervas” y nos amó con misericordia para hacernos esposas suyas hasta la eternidad. Queremos agradecer en esta tarde: a Monseñor Sergio, que presidió esta hermosa y especial celebración. Al provincial de los Hermanos Redentoristas, Padre Boris, de modo especial a los sacerdotes de esta parroquia a nuestro párroco padre Tadeo y padre Agustín, que en estos últimos años nos han acompañado más de cerca. A cada uno de ustedes, queridos sacerdotes que nos ofrecen a diario la Eucaristía, alimento de nuestra vida, Dios les bendiga siempre.
Gracias a Usted, querida Madre Mary que, a través de la trasmisión, desde Italia nos está acompañando, gracias Madre por acogernos. Un “Gracias” especial a Usted querida sor Claudia por su cariño, su servicio y por recibir nuestros Votos Perpetuos en nombre de toda nuestra familia religiosa en la cual nos sentimos muy dichosas de pertenecer para siempre. Gracias a cada una de ustedes Hermanas Franciscanas Angelinas, que nos transmitieron y ayudaron a crecer en el don de la fraternidad y la alegría de ser consagradas, para nosotras no es una coincidencia que las TRES profesemos una vida que anticipa el cielo aquí en la tierra, pues reconocemos el pedido que Dios nos hace de vivir a semejanza de la santísima TRINIDAD, como verdaderas hermanas, y esto lo aprendimos con Ustedes. Por eso: ¡Gracias! Especialmente a cada hermana que nos acompañó en las diferentes etapas de la formación sor Danny, sor Elena, sor Mónica y, a nuestra querida Sor María Emilia…infinitamente ¡Gracias!
“Conozcamos un poco más de la Congregación “
La Congregación es una fraternidad que Dios Padre, por un especial designio de amor revelado a Cristo, ha suscitado en la Iglesia, por inspiración del Espíritu Santo, a través de Madre Clara Ricci y padre Inocencio Gamalero. (Constituciones 1).
El nombre “Franciscanas Angelinas”, expresa la identidad de la Congregación religiosa en la rica variedad carismática de las formas de vida consagrada existentes en la Iglesia.
La congregación nace en Italia, donde está actualmente la casa madre, la General de la Congregación es Mery Melone. En Italia que es el origen de la Congregación hay 17 casas, tienen presencia en Brasil, Argentina, África y en Bolivia.
Carisma: ¡De nosotras todos esperan!, es el anuncio de la vivencia de la paz, la reconciliación y son franciscanas por el camino de minoridad, de sencillez y de alegría y Madre Clara Ricci, les deja el legado del abandono y la confianza en Dios.
Desde hace siete décadas, las Franciscanas Angelinas, realizan su misión a través de las obras de misericordia, según los requerimientos y las necesidades de las personas en los diferentes lugares donde llegan. Trabajan en educación, en las parroquias, en los grupos parroquiales, con jóvenes, con familias y ayudando a los más pobres. “En Bolivia están más enfocadas en el tema de la educación, están en Santa Cruz, Montero, San José y Puerto Suárez.
72 años de presencia en Bolivia
Desde hace setenta y dos años, estas religiosas, realizan su misión a través de las obras de misericordia, según los requerimientos y las necesidades de las personas en los diferentes lugares donde llegan. Trabajan en educación, en las parroquias, en los grupos parroquiales, con jóvenes, con familias y ayudando a los más pobres. “En Bolivia están más enfocadas en el tema de la educación porque fue lo que les pidieron, desde la llegada de las primeras hermanas”.
En Santa Cruz
Tienen a su cargo la carrera de Sicopedagogía, el colegio privado Madre Vicenta Uboldi y dos colegios de convenio. En el colegio de convenio, San Martín, de Santa Cruz, llevan adelante un comedor escolar y una guardería, también cuentan con un gabinete sicopedagógico, en el que realizan diagnósticos y terapias. En San José y en Puerto Suárez, tienen colegios de convenio y en Montero, un centro infantil.
En Argentina se encuentran en Rosario y Buenos Aires, allí su trabajo es diferente, pues se dedican a la promoción humana en las villas de emergencias. En Buenos Aires, se encargan de la catequesis, visitas a las familias de inmigrantes y dan apoyo a los chicos con problemas de adicción. En Rosario, apoyan las actividades de promoción humana desde una capilla, donde tienen un comedor y dan asistencia escolar y familiar.
Como Hermanas Franciscanas
Siguen las huellas de San Francisco de Asís y Están llamadas a “hacer y predicar” la penitencia, es decir, a vivir la conversión evangélica y proponerla a todos con la palabra y el testimonio de vida.
El nombre proviene de la devoción y amor a Santa María de los Ángeles, protectora de la Congregación, nos inspiramos en la realidad que emana de la Porciúncula (pequeña Capilla en la que San Francisco recibe el don de la reconciliación para todos los hermanos), y estamos llamadas a expresar el misterio de la humildad de la Encarnación, hecho posible por el “Sí” de la Virgen Madre para anunciar al mundo el mensaje de la reconciliación y de la paz.
Norma de Vida
Al acoger el “grande, el sumo, el inmenso beneficio de la vocación religiosa” con un corazón agradecido nos consagramos a Dios mediante la profesión de los consejos evangélicos y vivimos en la Iglesia nuestra consagración como sacrificio cultual, ofrecido a Dios en la caridad (Constituciones 5).
Como religiosas franciscanas, consideramos norma fundamental de nuestra vida el EVANGELIO, vivido como anuncio de salvación y de alegría, en obediencia, sin nada propio y en castidad.
Están llamadas
A vivir la Voluntad del Señor en abandono confiado, fraternidad, simplicidad y alegría.
Para Saber:
Antes de recibir los votos perpetuos, están: Aspirantado, postulantado, noviciado, Juniorado, y los votos perpetuos.
Una aspirante es alguien que vive durante un tiempo con una comunidad para ver si se siente atraída por esa vida y cómoda con esa comunidad, además de para que la comunidad la evalúe también. Algunos lugares llaman a esta etapa “pre-postulantado”.
Una postulante ya se ha mudado formalmente a la comunidad y vive en ella, aunque continúa en una fase de “interrogación”, un periodo de intensa meditación para definir su vocación.
Según la comunidad, el postulantado dura de 6 meses a un año, y durante ese tiempo es posible que se la llame “hermana”, o no. Este hecho y el que la postulante lleve o no algún tipo de uniforme o respete un simple código de vestimenta depende de la comunidad.
Una novicia (del latín novicius, nuevo o reciente) es una postulante que ha sido recibida formalmente dentro de la comunidad, es una principiante.
El noviciado —normalmente (pero no siempre) de dos años para las mujeres y un año para los hombres— da comienzo a un periodo de intensa formación y estudio, de una profunda experiencia de la oración que irá acompañada de una formación tanto canónica como apostólica.
Si la comunidad lleva hábito y adopta nombres de religión (algunas hacen las dos cosas, otras ninguna, y algunas comunidades lo dejan a elección personal de la hermana o monja), todo suele suceder (aunque no siempre) a la entrada en el noviciado, y la hermana asumiría el velo blanco.
Algunas comunidades permitirán el cambio de nombre al empezar el noviciado, pero retrasan el hábito hasta los primeros votos, o viceversa.
Puesto que el noviciado aún se considera parte de una fase de discernimiento en la vocación, la novicia es libre de abandonar la comunidad en cualquier momento (y, claro está, también se le puede pedir que abandone).
Los primeros votos se realizan cuando la novicia ha completado el necesario periodo de noviciado, ha solicitado admisión formal a los votos y los miembros de votos perpetuos y la dirección de la comunidad han discernido en ella una vocación auténtica para su orden o asociación.
La novicia realiza unos votos “simples”, que son vinculantes por la ley canónica durante un periodo de tiempo específico, normalmente de tres a cinco años, a veces más.
Se la considera ahora una miembro de “profesión temporal” en la comunidad y puede trabajar en un apostolado y firmar usando la abreviatura correspondiente a su comunidad.
La profesión temporal aún es un periodo de discernimiento, así que una religiosa todavía puede solicitar la separación, pero como los votos son canónicos, requiere un proceso más formal.
Los votos finales (o perpetuos; en el monacato se denomina “profesión solemne”) se realizan cuando la religiosa profesa sus votos de por vida como miembro de la comunidad.
En la mayoría de los casos firma su declaración de votos en el altar y lo muestra ante los presentes, y sus votos son canónicos.
En este momento ya es una religiosa de votos perpetuos, está plenamente profesada y, en cierto sentido, ya es una “profesional” de esa vida. Y como en cualquier profesión, la formación es continua y dura toda la vida. (Fuente – es.aleteia.org)