Campanas. Este martes 18 de octubre se celebró la fiesta del “Señor de los Milagros”, devoción bastante extendida en la Arquidiócesis de Santa Cruz y que todos los años congrega a gran cantidad de fieles en la Parroquia y Santuario del mismo nombre.
A las 11:00 horas de este martes 18 de octubre, Monseñor René Legue Cesarí presidió la Eucaristía de fiesta en la Parroquia y Santuario el Señor de los Milagros, la misma fue concelebrada por el P. Miguel Limón, párroco de esta comunidad.
Durante todo el año se puede observar a un importante número de personas que el 18 de cada mes peregrinan desde la Catedral hasta la parroquia que lleva el nombre de la fiesta. Es particular de esta devoción el vestirse de morado en cumplimiento de las promesas hechas al señor de los Milagros. Las actividades se intensifican durante el mes de octubre con el rezo de la novena de 9 al 18 y que concluyó con la eucaristía del día de la fiesta, 18 de octubre.
El año pasado a causa de la emergencia sanitaria por la pandemia, la romería y procesiones se suspendieron.
El Arzobispo durante su reflexión afirmó que, en nuestra vida cotidiana, en nuestra vida de fe, el Señor nos llama y nos desafía a buscar los mejor, él quiere que nosotros seamos felices y que en nuestras diferencias y adversidades nos tratemos como verdaderos cristianos e hijos de Dios.
Mons. René aseveró que nosotros como personas de fe, no tenemos que caer en los conflictos por diferencias de pensamientos o creencias, el Señor nos dice; Si amas a Dios, amas a tu prójimo, y es ahí donde se debe manifestar, si verdaderamente creemos en Dios.
El pensar diferente no nos tiene que hacer enemigos, la riqueza de nosotros como personas es que no pensamos de la misma manera, cada uno es un mundo diferente y esa diversidad de pensamiento el Señor nos ama sin ninguna diferencia. Dios nuestro Padre es tan bueno que nos acepta tal y como somos, dijo el prelado durante su homilía.
La devoción de los fieles, la fe que tienen no es solamente la estampita, sino que es una fe que los mueve realmente en su vida” y hay que seguir tomando conciencia que “vestirse de morado no es solamente ponerse un traje sino hacer un cambio de vida, que nos lleve a una conversión personal y comunitaria”.
Para vivir esta devoción cada año llegan más peregrinos de todas las parroquias de Santa Cruz, de otras jurisdicciones eclesiásticas de Bolivia e incluso de otros países.
Durante todo el mes de octubre, cada día con la puesta del sol, cientos de mujeres de todas las edades, niños y en menor número varones, peregrinan desde la Catedral hasta la Parroquia Santuario Señor de los Milagros.
GALERÍA FOTOGRÁFICA