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viernes 22 septiembre 2023
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En navidad, Arzobispo exhortó a los privados de libertad a no perder la esperanza, y salir de este lugar, con el firme compromiso de no volver a cometer los mismos errores

Campanas. Esta mañana de Navidad, el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue Cesarí visitó a los Privados de Libertad en la Cárcel de Palmasola. El prelado estuvo en el pabellón de Mujeres y Varones y en la oportunidad manifestó su cercanía y cariño a todos los internos, y al mismo tiempo los desafío a mirar el centro de estas fiestas que es el niño Jesús. Así mismo Monseñor Leigue afirmó que, Jesús no nació rodeado de lujos y riquezas, el Salvador del mundo nació en un lugar muy sencillo y pobre.

Al ingreso de Palmasola Monseñor René fue recibido con un banner de Bienvenida y durante todo su recorrido hasta llegar a la Capilla, recibió muchas expresiones de cariño. Esta es la primera vista oficial de Monseñor René Leigue al penal de Palmasola como pastor de la Iglesia cruceña.

En el penal de Palmasola el Arzobispo celebró dos Eucaristías: En el pabellón Pc 2 (mujeres) a las 09:30 am, y en el pabellón Pc 4 (varones) régimen abierto, a las a las 11:00 horas.

Al iniciar su homilía el prelado destacó que, la tradición de la visita en esta fiesta al penal de Palmasola, la inició el +Cardenal Julio Terrazas, estos días de fiesta grande en la Iglesia, como es la Navidad y el domingo de Pascua, un momento bonito, para visitarlos a ustedes, como dije esta es una linda tradición que la inició el Cardenal, la continuó Mons. Sergio Gualberti y ahora yo, como nuevo Pastor de esta Iglesia de Santa Cruz continuaré con esta tradición, dijo.

De la misma manera Monseñor aseveró que, Jesús viene para decirnos que el pecado o el error que cometemos es una cosa, pero la persona no puede ser marginada como tal, no puede ser ignorada, no puede salirse de la sociedad, no pueden botarlo. Un error lo cometemos todos, pero la persona como tal, no es desechable

Algunos de ustedes han salido de aquí y han vuelto a cometer los mismos errores o  mucho más grave porque salen de aquí en busca de venganza, que difícil no, teniendo la oportunidad de salir de este lugar,  ir  y cometer lo mismo, este es un momento para reflexionar y decir, me equivoqué, y soy el único, somos muchos los que nos equivocamos, y hoy estamos aquí para reflexionar, para llenar mi vida, pensar en mi familia y en futuro mejor. No se sientan desechables, no sientan que ustedes son los únicos que cometen errores, todos los cometemos, pero lo más triste es cuando no asumimos el error que cometimos, ese es el problema, muchas veces buscamos descargar nuestra responsabilidad en otros y no asumimos nuestra responsabilidad, nos cuesta reconocer que nos equivocamos.

El Arzobispo exhortó a los privados de libertad a no perder la esperanza, y salir de este lugar, aceptando sus errores y con el firme compromiso de no volver a cometer los mismos errores.

Sean felices, y que el Señor les dé la fortaleza para seguir con la lucha de cada día y hasta que vuelvan nuevamente con su familia, que el Señor les de fuerzas, que así sea.

En el pc2 despues de la Eucaristía, el Arzobispo compartió el desayuno con las mujeres privadas de libertad. Así mismo compartió un almuerzo en el pc, pabellón 4 de varones.

También Monseñor se dio un espacio para ver el gran trabajo  que realizan los privados de libertad en el galpón de artesanos del pc 4, en el cual  elaboran todo tipo de trabajos en madera y cuero.

 

Homilía del Arzobispo de Santa Cruz, en el Penal de Palmasola

25/12/2022

Estamos en el día de Navidad, esta tradición de la visita en esta fiesta al penal de Palmasola, la inició el +Cardenal Julio Terrazas, estos días de fiesta grande en la Iglesia, como es la Navidad y el domingo de Pascua, un momento bonito, de visitarlos a ustedes. Como dije esta es una linda tradición que la inició el Cardenal, la continuó Mons. Sergio Gualberti y ahora yo, como nuevo Pastor de esta Iglesia de Santa Cruz continuaré con esta tradición.

He venido hasta aquí para encontrarme con todos ustedes y compartir esta buena noticia, y cuanto más ahora, navidad sabemos que es el nacimiento de Jesús,  en las lecturas de ayer hemos escuchado como sucedió todos esto, Jesús nace en un pesebre, nace en un retablo, nace en un lugar donde nadie se imaginaba  que iba nacer el Salvador del mundo, se sabía y el anuncio estaba, los profetas lo anunciaron, va venir alguien que va restaurar todo, y ese alguien es el salvador del mundo. En ese tiempo, así como puede pasar en estos tiempos, que venga el Salvador del mundo tendría que nacer en un lugar lujoso, preparado por todos, porque es el Salvador, no era cualquier persona y no era cualquier nacimiento, pero sin embargo se dio de esa manera. En ese tiempo había un censo, por lo tanto, María y José fueron al lugar donde le correspondía, y este lugar era en Belén, y estando ahí le llegó el parto a María, entonces no estaba preparado, buscaron un lugar y no encontraron posada, y llegaron a un establo y el nacimiento de Jesús se dio rodeada de animales.

Jesús nació en un lugar muy sencillo, muy pobre, y sin embargo ahí nació el Salvador del mundo. La experiencia que tenemos al entrar a una casa de ricos, es muy difícil, no siempre se puede entrar, pero entrar a una casa de un pobre, el rico entra tranquilamente, nadie se lo prohíbe, pero un pobre que entre a la casa de un rico es muy difícil y complicado. Será que no es esto lo que nos muestra Jesús con su nacimiento, él no nació en un lugar lujoso, porque iba contradecir el mensaje que él traía, él vino para estar con aquellos que estaban alejados, con aquellos marginados, con aquellos que no eran contados en la sociedad, él mismo nos dice, y la biblia no los comenta así, él vino para estar con los pobres, con los más necesitados, con los alejados, con los enfermos, con los pecadores, y en su tiempo aquel que cometía un error, era marginado de la sociedad.

Jesús viene para decirnos que el pecado o el error que cometemos es una cosa, pero la persona no puede ser marginada como tal, no puede ser ignorada, no puede salirse de la sociedad, no pueden botarlo. Un error lo cometemos todos, pero la persona como tal, no es desechable, ese es el mensaje que él nos trae,  en estas fiestas decimos, noche de paz, noche de amor, noche de felicidad, noche de alegría, noche del nacimiento de nuestro Señor, día de alegría, y para señor esa alegría  de tenerlo a Dios en nuestra vida, no significa estar libre, o estar en otro lugar, y ustedes a lo mejor lo ven así, recordando el lugar cuando estaban afuera, como vivían la navidad y ahora dicen; cuanto no quisiera estar en ese lugar, pues no lo están, están aquí, y es aquí que tienen que vivir esa alegría del nacimiento del Señor, es aquí donde tienen que sentir la presencia de  Dios, no,  no los agarremos con Dios, problemas todos tenemos, unos más que otros, uno más fuerte que otros, pero todos tenemos problemas y Dios envía a su hijo para que él experimente nuestros problemas, por eso es parte de nuestra naturaleza, él experimentó nuestros dolores, experimentó el sufrimiento, experimentó la separación de una familia, fue parte de la vida humana, el nació en este mundo para hacernos entender a nosotros que el venía para rescatar a todos los que están y viven en tinieblas.

Algunos de ustedes han salido de aquí y han vuelto a cometer los mismos errores o  mucho más grave porque salen de aquí en busca de venganza, que difícil no, teniendo la oportunidad de salir de este lugar, e ir a cometer lo mismo, este es un momento para reflexionar y decir, me equivoqué, y soy el único, somos muchos los que nos equivocamos, y hoy estamos aquí para reflexionar, para llenar mi vida, pensar en mi familia y en futuro mejor. No se sientan desechables, no sientan que ustedes son los únicos que cometen errores, todos los cometemos, pero lo más triste es cuando no asumimos el error que cometimos, ese es el problema, muchas veces buscamos descargar nuestra responsabilidad en otros y no asumimos nuestra responsabilidad, nos cuesta reconocer que nos equivocamos.

Hoy estamos delante del Señor, vivamos este momento de alegría, de paz, estamos viviendo una fiesta familiar, y ustedes no están con su familia, pero si están con la familia que han formado aquí, esta es su familia ahora, y vivir aquí con esa familia y son familia porque todos somos hijos e hijas de Dios, somos bautizados para ser parte de esta familia cristiana, somos hermanos y hermanas, porque somos hijos de un mismo Dios y nosotros nos sentimos familia.  Si no han estado en estas fiestas con su familia de sangre, está su familia que tienen aquí, y eso tienen que vivirlo y celebrarlo, y eso es lo que hoy vivimos, esa alegría que Dios nace para darnos vida, él vino con una misión, llevarse todos nuestros defectos, él lo asumió y él lo llevó a la cruz, él se fue con todas nuestras faltas, para pagar nuestros pecados.

Dios dio su vida por nosotros, ahora nos toca de aquí en adelante hacer bien las cosas y por eso nos dejó los mandamientos, si contemplamos los mandamientos, tenemos también una gran responsabilidad nosotros, los primeros tres mandamientos van directamente a Dios; Amar a Dios sobre todas las cosas, no tomar el nombre de Dios en vano y santificar las fiestas y de ahí en adelante viene mi responsabilidad con el otro. Estamos frente a dos caminos, el camino del bien y el camino del mal, tú decides por donde caminar, Dios nos da que tenemos que hacer, nos da sus mandamientos, pero nunca nos amarra, él nos quiere libres, él nos creo así, libres, y nos dijo que tenemos que hacer, ahora nos toca a nosotros  elegir el camino, y es ahí donde nosotros equivocamos el camino, que en esa libertad la cual Dios me ha dado y me ha creado y en esa libertad hemos abusado y hemos dicho; como yo soy libre puedo hacer lo que meda la gana y es ahí donde nos equivocamos.

Muchos piensan que si no es con bebida no hay fiesta, y hoy hemos experimentado que sí se puede celebrar una fiesta sin bebidas, y a lo mejor muchos de ustedes están aquí por causa de la bebida, porque han cometido errores, que triste que escuchamos seguido, los casos de feminicidios, y muchas veces es causado por la bebida, y es vicio que los ha llevado a esto. Hay miles de manera de celebrar sin exagerar, porque hasta comer demasiado es pecado, todo en exageración, no es bueno, todo tiene su límite, y si cumplimos con eso viviremos felices, de lo contrario tendrá sus consecuencias.

Celebrar esta fiesta de navidad, no es para ponerse triste, entreguen todos sus problemas al Señor, mañana pueden estar libres, comprométanse a realizar las cosas bien, todos tenemos la oportunidad de cambiar de vida, de reivindicarse y volver al camino correcto. El Papa Francisco sigue luchando y sigue diciendo que, nosotros no somos descartables, somos personas y como personas nos equivocamos, no hay nadie que no se equivoque nunca, todos nos equivocamos. Todos cometemos errores, pero también tenemos virtudes, tenemos talentos y esos talentos estoy seguro que aquí, lo están sacando a flote y muchos que no sabían que tenía un talento, aquí lo han sacado a flote. El Señor nos dio talentos para ponerlos al servicio de los demás.

Les deseo todo lo mejor, felicidades por esta navidad, no pierdan la esperanza, y salgan de aquí aceptando sus errores y con el firme compromiso de no volver a cometer los mimos errores. Agradezcan a todas las personas que están haciendo un gran esfuerzo para que ustedes puedan salir de aquí, no sean malagradecidos, sean agradecidos con aquel que les da una mano.

Sean felices, y que el Señor les dé la fortaleza para seguir con la lucha de cada día y hasta que vuelvan nuevamente con su familia, que el Señor les de fuerzas, que así sea.

 

Graciela Arandia de Hidalgo



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