El Arzobispo de Santa Cruz, hoy durante su homilía en la celebración Eucarística del 1 de mayo, fiesta de San José Obrero y Día Internacional de los Trabajadores, felicitó a los trabajadores en su día, al mismo tiempo que expreso su deseo de que a nadie le falte un trabajo digno, libre, creativo, participativo y solidario, y puedan así ser cooperadores de Dios cumpliendo con su llamada dirigida desde el principio al hombre, para que cultive y cuide la casa común.
Queridos hermanos trabajadores, el Señor les llama, a través de su trabajo honrado y justo, a ser constructores de paz y de una nueva sociedad justa y fraterna. Expreso