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martes 28 marzo 2023
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El rol fundamental de la Universidad radica en ser alma madre, madre que nutre y que hace crecer, en el amor, unidad y fraternidad, Mons. Ángelo Vicenzo

Misa por los 50 años de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” – regional Santa Cruz .  El secretario de la Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede, Monseñor Ángelo Vicenzo Zani, Presidió la misa de Acción de Gracias, en el marco de los 50 Años de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, hoy jueves 12 de mayo a las 10:00 horas, en la Catedral de la Arquidiócesis de  Santa Cruz. Al mismo tiempo concelebraron  esta celebración, Mons. Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz, los Obispos Auxiliares: Mons. Braulio Sáez, Mons. Estanislao Dowlaszewicz, el Obispos Castrense, Fernando Bascopé, Mons. Jorge Herbas Balderrama, O.F.M., Gran Canciller de la Universidad Católica Boliviana, el P. Christopher Washington, Secretario de la Nunciatura Apostólica en Bolivia, el Vicario General, P. Juan Crespo.

También Acompañaron esta Celebración, Sacerdotes del Clero de Santa Cruz,  el Rector Nacional de la UCB, Lic. Marco Antonio Fernández, el Rector regional de la UCB – Santa Cruz, Lic. Pablo Alberto Herrera, Autoridades, Administrativos, invitados especiales  y Estudiantes de la Universidad Católica Boliviana.

Homilía, Monseñor Ángelo Vicenzo Zani

Hermanos y Hermanas es una alegría iniciar con la celebración de esta eucaristía con ustedes deseo agradecer al Señor por este encuentro y sobre todo pedirle al Espíritu Santo  en estos días en que preparamos la Solemnidad de Pentecostés, para que con la plenitud de sus dones nos ayude en nuestro Servicio a la Iglesia y a la Sociedad en el delicado y valioso trabajo que realizamos a través de la institución universitaria.

Los textos de la liturgia de hoy nos presentan dos temas muy fuertes e interesantes para nuestra reflexión, el primero se refiere a uno de los acontecimientos significativos en los Hechos de los Apóstoles que se refiere a la intensa actividad pastoral de Pablo y al debate sobre la esperanza en la resurrección de los muertos, el segundo tema se refiere a la Oración Sacerdotal de Jesús que se refiere a la unidad de los creyentes.

Jesús dirigiéndose al Padre manifiesta los últimos deseos en los cuales asocia a los Discípulos, los creyentes de todas las épocas de la historia y para los cuales pide el cumplimiento de la promesa ya hecha a los Discípulos, que todos sean uno para que todo el mundo crea que tú me has  enviado. La prueba que Jesús no es un charlatán, que no es uno de los muchos profetas, sino que es el enviado de Dios y está confiada a la fraternidad entre los Discípulos.

La fraternidad es el signo por excelencia del origen divino del cristianismo, esto dicen las palabras del Señor, construir fraternidad es la apologética más segura y actualizada. Las palabras de Jesús son claras y unen la credibilidad del cristianismo a su capacidad de promover fraternidad, ahí donde nos comprometemos a vivir como hermanos y hermanas, allí donde se tiene el consuelo de aceptarse como somos, allí donde no se trata de sobresalir, de imponerse, de competir, sino que se trata de ayudarse, de comprenderse, de sostenerse, allí donde se pones  las bases para recuperar la credibilidad del Cristianismo.

Estas palabras fueron y son a menudo olvidadas por los cristianos, con la consecuencia que en la vida espiritual, en la misión, en la pastoral, se olvida el valor de la unidad que fue el objeto de la última oración que Jesús dirige al Padre, mientras se llevan adelante otras idealidades, esto nos lleva a la consecuencia de la insuficiente eficacia de muchas iniciativas y programas pastorales porque el Señor no ha garantizado el valor del siglo como propio de su origen divino y del origen divino de su mensaje a cualquier propuesta sino en particular  a la unidad entre los creyentes.

Los temas de la liturgia de la palabra de hoy  se refieren en primer lugar a nuestras vidas  personales de fe pero también a nuestro servicio eclesial y cultural que realizamos a través del trabajo académico de enseñanza, estudio e investigación. En primer lugar debemos recordar siempre que el centro de nuestras vidas como creyentes debe estar la  fe en Cristo resucitado. Si el tema de la resurrección era fuente de muchas discusiones entre los judíos en el tiempo de Jesús como hemos escuchado en la última lectura, para nosotros es de vital importancia poner en la base de cada una de nuestras acciones la fe en Jesucristo resucitado, quien  venciendo la muerte halló una vida totalmente nueva para todos. Si no partimos de esta verdad básica nuestra fe es vaga e inconsistente y nuestras obras no se diferencian en nada de aquellas realizadas por quien no cree.

En la  historia de la salivación la Pascua de Jesús es un acontecimiento de importancia única, es el acontecimiento decisivo hacia la cual se orientaba toda la historia del pasado y a partir de este evento derivan todos los bienes presentes y futuros. A la luz de la pascua, muerte y resurrección se interpretan las escrituras del antiguo testamento  y Jesús mismo hablando con los dos discípulos de Emaús explica las escrituras y hace entender la centralidad de la resurrección en esta expresión; “Hombres  duros de entendimiento”, como les cuesta entender todo lo que anunciaron los profetas no será necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria e inmediatamente se hace conocer con el resucitado, el resucitado es nuestra fuerza y nuestra esperanza.

La segunda enseñanza que recibimos en el Evangelio de Juan es la de la Unidad, si la primera enseñanza que recibimos es sobre nuestra fe personal, el tema de la unidad tiene consecuencias importantes a nivel cultural, social y también profesional en el compromiso académico. Esto significa por ejemplo para las universidades católicas entrar con valor en las culturas, en las redes de las instituciones educativas y en el mercado de los saberes para ser portadores y especialistas de la unidad del saber y contrastar la difundida fragmentación.

La unidad del saber no es asimilable al concepto de la unidad de la ciencia que tiene un carácter meramente funcional  y tiende a una recomposición  de los saberes desde el exterior, sino que debe conducir a la unificación del saber desde el interior.

El principio de la unidad de los saberes puede ser aplicado antes que nada al  nivel del ambiente académico, el rol fundamental de la Universidad  radica en ser alma madre, madre que nutre y que hace crecer, la Raíz amor que significa alimentar, es la raíz de alma y alumno, quien en la medida que asimila  el estudio personal y el alimento que recibe de los profesores crece intelectualmente. El nivel de estudios universitarios  debe ser exigente y vitalmente capaz de elevar y contribuir al crecimiento de la comunidad eclesial y civil, además de las aspiraciones comunes  de cada uno, por lo tanto la Universidad deber establecer un tipo especial de vínculo ya sea entre las personas que la componen, en este sentido la enseñanza universitaria requiere relaciones activas, relaciones dinámicas entre profesores y estudiantes que sepan integrar los aspectos intelectuales de estudio y de la investigación científica con los aspectos humanos.

Pidamos al Señor que nos haga comprender el misterio de la fraternidad, la fuerza misionera de la comunión, capaz de superar la desconfianza y las resistencias y que nos ayuden en nuestra tarea a desarrollar en los contextos universitarios, experiencias de comunión para que las universidades se conviertan en lugar e instrumento de evangelización. Amen  

 Terminada la Celebración Eucarística se desarrolló un acto cultural en el atrio de la catedral, con danzas y teatro, y a las 15:00 horas en la Parroquia La Santa Cruz se desarrolló la Lección Inaugural, acerca de la Ciencia y la Fe.

El gobierno municipal de Santa Cruz de la Sierra declaró ‘visitante distinguido’ al monseñor Ángelo Vincenzo Zani, secretario de la Congregación para la Educación Católica en la Santa Sede, que llegó al país para participar de los festejos por los 50 años de fundación de la Universidad Católica Boliviana (UCB) San Pablo.  La distinción estuvo a cargo de la presidenta del Concejo Municipal, Angélica Sosa, que también le entregó la insignia con el escudo de Santa Cruz.

GALERÍA FOTOGRÁFICA

Lic. Graciela Arandia y Lic. Luz Erika Limachi

Graciela Arandia de Hidalgo



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