Con tres golpes de su báculo, Monseñor Sergio Gualberti abrió por primera vez las puertas del nuevo templo que se encontraba totalmente a oscuras, así lo indica el rito para la consagración de un templo católico; después entró guiando una procesión con la luz del sirio, detrás le siguieron los sacerdotes, monaguillos, autoridades departamentales y los vecinos del plan tres mil que entraron maravillados ante tan monumental edificación.
Este domimgo despues de celebrar la eucaristia en la Catedral, Monseñor Sergio se trasladó a la plaza del mechero (plan tres mil) para dedicar y consagrar el nuevo templo de la parroquia Hombres Nuevos “Beato Oscar Romero y Santa Monica”
En esta feliz ocasión Monseñor Sergio dedicó su homilía a destacar las motivaciones que llevaron a Monseñor Nicolás Castellanos a construir este “digno y monumental templo”. Tambien habló de los patronos de este nuevo templo: El Beato (mártir) Monseñor Oscar Romero y Santa Mónica (mamá de San Agustin). De monseñor Romero destacó su testimonio valiente y profético que lo llevó a ser la voz de los pobres anunciando y denunciando aún en contra de la dictadura de derecha de la época. De Santa Mónica celebró su ejemplo de oración y humildad que le llevó a soportar con mansedumbre y sabiduría muchos sufrimientos de la vida
Antes de la liturgia de la Eucaristía, el Arzobispo y el Obispos Auxiliar, Monseñor Estanislao Dowlaszewicz, ungieron con aceite en cuatro columnas de las paredes del templo como también en la mesa del altar, este gesto consagra o reserva a Dios tanto el templo como la mesa del altar, se vuelve un espacio sagrado.
A pesar de ser un templo idéntico al de San Javier en diseño y tamaño, quedó pequeño debido a la masiva asistencia de los vecinos del Mechero, en el plan tres mil. Estuvo presente el Gobernados con algunas autoridades departamentales.
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