aleteia.org/Desde hace tiempo estaba en el aire y ahora es oficial: Papa Francisco, siguiendo una propuesta del C9, el consejo de cardenales que colaboran con él para la reforma de la Curia y el gobierno universal de la Iglesia, aprobó ad experimentum el Estatuto del nuevo Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
A partir del primero de septiembre confluirán en él los actuales Consejos Pontificios para los Laicos y para la Familia.
En esa fecha los dos actuales dicterios dejarán de desempeñar sus funciones y serán suprimidos, al ser abrogados “los artículos 131-134 y 139-141 de la constitución apostólica Pastor bonus, del 28 de junio de 1988″, explica la nota que publicó este sábado la Santa Sede.
Con el nuevo ente vaticano también trabajarán estrechamente la Academia Pontificia para la Vida, así como el Instituto Pontificio Juan Pablo II de estudios sobre el Matrimonio y la Familia.
Los actuales Consejos Pontificios para los Laicos y para la Familia seguirán en funciones hasta septiembre, y sus respectivos presidentes permanecerán como encargados (el cardenal Stanislaw Rylko y el arzobispo Vincenzo Paglia) hasta esa fecha.
Con el nacimiento del nuevo dicasterio (esta es la denominación indicada en el estatuto, y no Congregación o Consejo Pontificio) también llegará el nombramiento del nuevo prefecto, que contará con la colaboración de un secretario, “que podría ser un laico”, y tres subsecretarios laicos, encargados cada uno de las tres secciones en las que estará articulado el dicasterio: Fieles, Familia y Vida.
El nuevo ente tendrá “miembros propios —se lee en el Estatuto—, entre los cuales habrá fieles laicos, hombres y mujeres, célibes y casados, comprometidos en los diferentes campos de actividades y provenientes de diferentes partes del mundo, para reflejar el carácter universal de la Iglesia”.
Según el Estatuto, el dicasterio tiene competencia “en las materias que son de pertenencia de la Sede apostólica para la promoción de la vida y del apostolado de los fieles laicos, para el cuidado pastoral de la familia y de su misión, según el plan de Dios, y para la tutela y el sostén de la vida humana”. Y seguirá las normas establecidas para la Curia romana.
Laicos
En relación con la sección para los fieles laicos, el Dicasterio deberá animar “la promoción de la vocación y de la misión de los fieles laicos en la Iglesia y en el mundo, como individuos, casados o no, y como miembros pertenecientes a asociaciones, movimientos, comunidades, con una particular atención a su peculiar misión de animar y perfeccionar el orden de las realidades temporales”.
Además, promoverá “estudios para contribuir en la profundización doctrinal de los temas y de las cuestiones relacionadas con los fieles laicos”; favorecerá también “la participación de los fieles laicos en la instrucción catequética, en la vida litúrgica y sacramental, en la acción misionera, en las obras de misericordia, de caridad y de promoción humana y social”, apoyando también “la presencia activa y responsable en los órganos consultivos de gobierno presentes en la Iglesia a nivel universal y particular”.
Familia
En relación con la sección dedicada a la Familia, “a la luz del magisterio pontificio”, esta promoverá “el cuidado pastoral de la familia”, cuidará “la dignidad y el bien basados en el sacramento del matrimonio”, favorecerá “los derechos y la responsabilidad en la Iglesia y en la sociedad civil, para que la institución familiar pueda desempeñar cada vez mejor las propias funciones tanto en el ámbito eclesial como en el ámbito social”.
Ofrecerá además líneas gua “para programas pastorales que apoyen a las familias en la formación de los jóvenes a la fe y a la vida eclesial y civil”, poniendo un cuidado especial en los “pobres y marginados”.
Animará “la apertura de las familias a la adopción” de niños y al cuidado “de los ancianos, haciéndose presente ante las instituciones civiles para que apoyen tales prácticas”.
Vida
La sección para la Vida, para concluir, “sostiene u coordina iniciativas a favor de la procreación responsable, así como para la tutela de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, teniendo en cuenta las necesidades de la persona en las diferentes fases evolutivas”.
El nuevo dicasterio estará cerca y animará a las “organizaciones y asociaciones que ayudan a la mujer y a la familia” para que acojan y custodien el “don de la vida, especialmente en el caso de embarazos difíciles”, y en la prevención del aborto.
Alimentará y desarrollará “programas e iniciativas” para ayudar a las “mujeres que hayan abortado.
Con base en la doctrina moral católica y del magisterio de la Iglesia”, el nuevo ente estudiará y promoverá “la formación sobre los principales problemas” de las ciencias bomédicas y de derecho “relacionados con la vida humana y sobre las ideologías que van desarrollándose inherentes a la misma vida humana y a la realidad del género humano”.