El Papa Francisco, por medio del Secretario de Estado Cardenal Pietro Parolin, envió un telegrama de condolencias a las víctimas del incendio que el pasado miércoles 14 de junio destruyó la Torre Grenfell de Londres, en Reino Unido. En el incendio de este edificio residencial fallecieron 30 personas y 24 resultaron heridas. En el telegrama, el Santo Padre muestra su “tristeza por el devastador incendio en Londres y por la trágica pérdida de vidas humanas y heridos”.
Afirma que confía “las almas de aquellos que fallecieron al amor misericordioso del Señor” y ofrece sus “condolencias de corazón a sus familias”. Asimismo, reconoce “los valientes esfuerzos del personal de los servicios de emergencia” y expresa su cercanía “con todos aquellos que perdieron sus hogares” en el incendio. Para todos ellos, y para el conjunto de la comunidad, el Pontífice invocó “las bendiciones de Dios, fortaleza y paz”.