Iglesia Viva 05.11.15//La mañana de este jueves 5 de noviembre, se realizó la Inauguración de la Centésima Asamblea de la Conferencia Episcopal Boliviana, en esta oportunidad el Presidente de la CEB, Mons. Oscar Aparicio, pronuncio el discurso de inauguración, que aborda importantes temas de la realidad nacional y de la Iglesia en Bolivia.
DISCURSO DE MONS. OSCAR APARICIO, PRESIDENTE DE LA CEB, EN LA INAUGURACIÓN DE LA C ASAMBLEA DE OBISPOS
Noviembre 2015
Saludos y recordatorios
Muy queridos hermanos obispos, estimados colaboradores de la Conferencia Episcopal Boliviana y representantes de los diversos sectores del Pueblo de Dios, presentes en esta Centésima Asamblea Episcopal, miembros de los medios de comunicación y, a través de ustedes, saludo a todo el pueblo boliviano.
Saludo a nuestro hermano, el Sr. Nuncio Apostólico, Su Excelencia Mons. Giambattista Diquattro, quien con su presencia, nos ayuda a sentir la comunión con el Santo Padre, el Papa Francisco, y al Secretario de la Nunciatura Apostólica, Rvdo. P. Cristopher Washington, a quien damos la bienvenida a nuestro país deseándole una fecunda misión pastoral y diplomática.
De forma especial envío un sentido y fraternal saludo a Su Eminencia, el Cardenal Julio Terrazas, que de forma indeleble ha marcado el ser y la misión de nuestra Conferencia Episcopal. Él ha estado presente en un gran tramo de la historia de nuestra Conferencia y le ha dado a nuestras reuniones una impronta que no debemos olvidar.
Como obispos de Bolivia, hemos recibido una gran herencia, por eso el hecho de inaugurar una Asamblea tan singular como ésta: centésima asamblea, cien reuniones de los obispos de Bolivia, me obliga a un recuerdo especial a nuestros predecesores. Los sucesores de los Apóstoles en estas tierras, en estas culturas, en esta identidad plural, pero única, que llamamos Bolivia. Generaciones de obispos que han buscado responder a los diferentes desafíos de los tiempos, pero siempre con una misma preocupación: el pueblo de Dios que camina en esta amada tierra. Agradecemos a cada uno de ellos, los pastores de la Iglesia en Bolivia, a lo largo de estas cien asambleas, nos sentimos en comunión con ellos, oramos por ellos y les pedimos que oren por nosotros.
Quisiera recordar de manera especial al P. Pancho Flores que nos sirvió como Secretario Adjunto y ahora goza de la casa del Padre y al P. Crispín Borda, conocido por todos por su gran servicio en la formación de los futuros sacerdotes, que de forma tan inesperada nos ha dejado y ha dejado, especialmente en la Iglesia cochabambina un gran dolor e irreparable vacío.
La visita pastoral del Papa Francisco
Al mirar este periodo de tiempo desde nuestra última Asamblea de Abril, tengo que resaltar el que ha sido el acontecimiento de los acontecimientos, sin lugar a duda, la visita del Santo Padre Francisco que nos ha animado como país y como Iglesia para seguir trazando caminos de diálogo, encuentro, justicia y evangelización. Agradezco de verdad a todos los que han trabajado, en la Conferencia Episcopal y en las diferentes jurisdicciones, en el gobierno central, en las gobernaciones y alcaldías. Se ha realizado un enorme esfuerzo de coordinación que ha hecho que la visita del Santo Padre sea un éxito y ha proyectado una excelente imagen de Bolivia a nivel internacional. Aquí mismo, muchos de Uds. hermanos obispos han realizado un trabajo enorme, especialmente en las diferentes jurisdicciones, encabezados por Su Excelencia el Sr. Nuncio, que ha realizado un trabajo encomiable y por Mons. Aurelio Pesoa, a quien agradezco por haber aceptado ser Coordinador de esta visita. Gracias a todos por el trabajo bien hecho.
El Santo Padre nos ha dejado mensajes memorables, de gran profundidad y que, debemos seguir meditando. Han sido recogidos en las diferentes publicaciones realizadas por la Conferencia Episcopal, tanto escritas como audiovisuales. Debemos leer los mensajes completos, sin hacer lecturas parciales para que nos ayuden de verdad a la construcción de nuestro país y de nuestra Iglesia.
No olvidemos que el Papa nos ha llamado a un cambio, pero un cambio muy profundo: “El cambio concebido no como algo que un día llegará porque se impuso tal o cual opción política o porque se instauró tal o cual estructura social. Dolorosamente sabemos que un cambio de estructuras que no viene acompañado de una sincera conversión de las actitudes y del corazón termina a la larga o a la corta por burocratizarse, corromperse y sucumbir. Hay que cambiar el corazón”. (Discurso del Papa en el II Encuentro de Movimientos Populares)
El Papa pasó por entre nosotros. No debemos actuar como si fuese un acontecimiento bonito, pero todo sigue igual, no me afecta.
En esta Asamblea evaluaremos la visita del Papa y tomaremos decisiones para amplificar su palabra y que nos siga sanando y haciendo bien a todos.
Las preocupaciones diarias de la gente
El Santo Padre nos dijo en su visita: “ni los conceptos ni las ideas se aman; se ama a las personas”, invitándonos a desconfiar de las ideologías y nos invitó a preocuparnos por “rostros y nombres que llenan el corazón” ( Discurso en el II Encuentro de Movimientos populares). Invitó a preocuparnos por los problemas concretos de los ciudadanos. Los bolivianos tenemos problemas económicos, escasez de fuentes de trabajo, el caótico estado del tráfico vehicular en las ciudades, la calidad educativa en los centros educativos, el lamentable estado de la atención de salud de nuestros familiares nos preocupa, especialmente cuando nos visita la enfermedad, el alcohol en las ciudades y la violencia que conlleva, la drogadicción y el narcotráfico, la inseguridad ciudadana que provocan, el deplorable estado de nuestra justicia, etc. Estos son problemas que nos afectan como ciudadanos cada día y a los que debemos abocarnos para su mejora y superación. En este estado de cosas debe estar centrada la búsqueda del bien común. Pero parece que la discusión política, ideológica, la búsqueda del poder por el poder, llenan todos los espacios de preocupación y diálogo y desplaza a los verdaderos problemas. Si no dialogamos sobre lo que nos preocupa realmente, ¿cómo vamos a superar estas situaciones y a entrar en caminos de solución?. Es importante que todos, medios de comunicación, actores sociales, autoridades, Iglesia y toda la sociedad boliviana reflexionemos sobre lo que realmente preocupa a la sociedad boliviana y nos pongamos en búsqueda de caminos de superación. Primero son los problemas de la gente y después las ideologías.
La realidad de la familia en Bolivia, tras el sínodo de la familia
El sínodo de la familia ha centrado la atención de la Iglesia entera en estos últimos días. Antes nos sorprendió y, seguramente hubo diversidad de interpretaciones, la noticia de que el Papa deseaba que los trámites de nulidad del sacramento del matrimonio sean más ágiles. Algunos interpretaron que la Iglesia ya permitía el divorcio y eso no es así. Como ha aclarado el Santo Padre, el sacramento del matrimonio une al varón y a la mujer con una unión indivisible y, por tanto, para siempre. Eso es así por voluntad de Cristo. Dicho esto, ¿qué sucede si un varón y una mujer celebraron su matrimonio y fueron obligados a hacerlo?. Pues lo que sucede es que no se hizo bien ese matrimonio y, por tanto, puede ser declarado nulo.
Esta nueva realidad nos invita a todos a renovar estructuras en las jurisdicciones para poder agilizar los trámites y ayudar pastoralmente a tantos matrimonios que no se realizaron correctamente por diferente motivos y, tal vez, están en situaciones de sufrimiento que pueden ser aliviados gracias a las nuevas disposiciones. Los obispos vamos a dedicar un día más de esta asamblea a estudiar este tema y adaptar nuestras iglesias locales para servir mejor a los matrimonios en dificultades.
No obstante, pastoralmente, este es un tema que nos invita a todos, sobre todo a los agentes de pastoral familiar y a los sacerdotes a mejorar nuestros itinerarios de formación para la celebración del sacramento del matrimonio y a acompañar mejor a los matrimonios. El matrimonio es la base de la familia, si el matrimonio no funciona, la familia no funciona.
Derecho a la objeción de conciencia
En este contexto no puedo dejar de mencionar, la forma en que se va introduciendo sutilmente en el país el aborto, desde que el mes de febrero del año 2014 el Tribunal Constitucional Plurinacional emite la Sentencia Constitucional 206/2014 rechazando la despenalización del aborto pero recomendando que se den condiciones de acceso en casos de aborto impune. El mes de enero de este año, el Ministerio de Salud emitió una Resolución Ministerial aprobando el Reglamento para el procedimiento técnico para la prestación de servicios de salud.
Hoy existe gran incertidumbre en los operadores de salud, quienes deben acatar un reglamento cuyo contenido no se conoce, pero cuyo cumplimiento les es impuesto, desconociendo su derecho a la objeción de conciencia.
La cultura de la muerte se va abriendo paso, sin discusión en la Asamblea Plurinacional y a pesar de que nos consta la opción por la vida de los más importantes de nuestros gobernantes. ¿Por qué todo esto? Por unas ONGs que, con inmenso apoyo económico, se dedican cada día a tramar la muerte de los no nacidos. Todo esto se presenta con motivaciones de compasión con la mujer, o se presentan ante la opinión pública casos extremos que es natural que despierten sentimientos de compasión, pero ¿qué es lo que hay de fondo?. No lo duden, intereses económicos de esta sociedad mercantilista que todo, incluida la vida o la muerte, la convierte en negocio y afán de ganancia desmedida. Llamamos a las autoridades a poner su atención en este tema. Es urgente contar con una ley que regule el derecho humano de la objeción de conciencia, ya que muchos profesionales de la salud, hoy están siendo violentados en sus principios morales y creencias religiosas. Llamamos a las mujeres, a las que como Iglesia acompañamos, escuchamos y animamos, a no dejarse engañar por propagandas que incitan a la compasión, cuando en el fondo esconden negros intereses.
El V Congreso Eucarístico Nacional
El Santo Padre, en su visita, inauguró el V° Congreso Eucarístico Nacional que hemos celebrado en la Diócesis de Tarija del 16 al 20 de Septiembre. Agradecemos a la Diócesis de Tarija en la persona de su Obispo, Mons. Javier del Rio, por el excelente trabajo de preparación y realización del Congreso Eucarístico. Ha sido una experiencia de comunión de toda la Iglesia en Bolivia y con extraordinarias oportunidades de formación, con excelentes disertantes. Cuyo esfuerzo, ponemos en las manos de Dios. Ojalá la celebración eucarística, sobre todo dominical, sea el centro de la espiritualidad de cada cristiano y comunidad parroquial.
El año jubilar de la misericordia
Pronto comenzaremos el año jubilar de la misericordia, ese regalo que nos hace el Papa Francisco. En esta Asamblea programaremos juntos iniciativas que, después, se pondrán en práctica en cada Iglesia Local. Somos convocados al perdón, a comenzar de nuevo. Debemos programar personalmente, en cada familia, en cada parroquia y en cada una de nuestras iglesias locales este gran acontecimiento. ¿Quién no necesita ser perdonado? ¿Quién no necesita una nueva oportunidad? ¿Quién no necesita volver a empezar? Jesucristo, redentor del ser humano, es la nueva oportunidad para la humanidad, porque es el perdón. El Santo Padre desea que esta verdad de nuestra salvación ilumine más todavía nuestra vida. El jubileo es una oportunidad para ese recomenzar que todos necesitamos. Aprovechemos este tiempo de gracia y salvación.
Y les pido a todos, su oración para que todos estos acontecimientos de gracias que hemos vivido y vamos a vivir florezcan en abundancia de vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Estamos clausurando también el año de la vida consagrada. Ojalá, las actividades realizadas durante este año, la visita del Santo Padre y el próximo año de la misericordia fructifiquen en frutos de renovación eclesial y vocaciones sacerdotales y religiosas.
A los jóvenes me dirijo para pedirles que no se queden sólo escuchando los cantos de sirena y de romanticismo rosado de esta sociedad de consumo y engañosa. Escuchen también la llamada de Cristo, escuchen la llamada que hace la realidad que nos rodea, los pobres que claman, los niños que buscan con hambre la Palabra de Dios, los que tienen hambre de la Eucaristía, los que desean ver a Dios. Sean generosos y únanse a la cadena de tantos hombres y mujeres que han creído la promesa de Cristo: “Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mt 19,29)
Inauguración de la C Asamblea
Pido a Dios, a Cristo su Hijo, a su Santísima Madre, al Espíritu divino y a todos los que nos han precedido como pastores de esta Iglesia que está en Bolivia y ya están en el cielo, que nos acompañen en esta Asamblea para que seamos capaces de discernir la voluntad de Dios para este tiempo, que nos ha tocado vivir y encontrar los caminos para la Misión Permanente en nuestro país. Él nos bendiga y acompañe.