El intenso frio y los momentos de lluvia no detuvieron a Ericka Montenegro, una mamá de 36 años de edad que se trasladó desde el octavo anillo en la zona del cambódromo hasta el pueblo de “San Carlos” y desde allí caminó 14 kilómetros hasta la comunidad de Buen Retiro donde se encuentra el templo del Divino Niño a quien prometió hacer esta peregrinación en agradecimiento por cuidar a toda su familia.
Como esta mamá, cientos de fieles tampoco se dejaron desanimar por el surcito que azotó duramente toda la madrugada en la víspera de la fiesta del Divino Niño que se celebró este domingo 2 de septiembre.
Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz también llegó hasta Buen Retiro para celebrar la misa de fiesta a las 9:30 de la mañana. En su homilía hizo énfasis en la necesidad de escuchar la palabra de Dios y ponerla en práctica para “habitar en la Casa del Señor” viviendo y practicando la justicia.
La Devoción al Divino Niño se encuentra en plena expansión en Santa Cruz, las personas hacen la promesa de llegar hasta este templo cada mes y de propagar la devoción. Conmueve los rostros llenos de fe y de esperanza de quienes llegan a los pies del altar lleno de flores y de rodillas le cuentan sus penares o le agradecen por los favores recibidos.
Es el caso de Don Siro Álvarez y la señora Yaneth Castro, una pareja vive por el barrio 4 de octubre y que llega al Divino niño desde hace 6 años con sus 5 hijos pidiendo especialmente por salud y trabajo.
Como esta familia, casi todos los peregrinos llegan desde muy lejos para acercarse con fe a esta devoción, también es el caso de la señora Fanny Rojas que desde Cotoca llegó por primera vez hasta buen Retiro con su hijo Maikol de 5 años de edad.
Si de verdad acogemos la Palabra de Dios no puede salir de nosotros ningún mal
Monseñor Sergio presidió la Eucaristía de Fiesta acompañado de Sacerdotes Salesianos que tienen a su cuidado esta comunidad e hizo énfasis en la necesidad de escuchar la palabra de Dios y ponerla en práctica para “habitar en la Casa del Señor”.
En ese sentido lamentó que muchas veces “Escuchamos la palabra de Dios, nos parece bonita y en ese momento nos gusta, pero me da la impresión que entra por un odio y se sale por el otro. Nos dejamos llevar por tantas distracciones y tantas cosas…” dijo.
“El Divino Niño esta mañana nos está diciendo: ¡escuchen la Palabra del Señor y pónganla en práctica!”.
En ese sentido y refiriéndose a la lectura donde se afirma que lo que contamina a la persona no es lo que viene de fuera sino lo que sale desde dentro del corazón humano, indicó que “si de verdad acogemos la Palabra de Dios no puede salir de nosotros el mal, pero cuando uno tiene al Señor en su corazón tiene también su palabra”.
Monseñor animó a todos a esforzarse para “habitar en la Casa del Señor” siendo justos y practicando la justicia y cuestionó “¿En mi hogar yo soy justo, con mi esposa, con mi esposo, con los obreros…?
Dijo que la palabra de Dios es siempre actual y vale para hoy “porque conoce el corazón del hombre”
Siguiendo con su reflexión sobre cumplir los mandamientos y preceptos de la Palabra de Dios, señaló “¿No les parece a ustedes que si cumpliéramos los mandamientos no estaríamos mucho mejor en Bolivia? ¿No habría más justicia, más solidaridad, ¿no habría menos pobres?, ¿no se repartirían los bienes de una manera más equitativa?, ¿no habría más educación y más salud para todos?