“En un mundo tan fragmentado y tan divido dar un signo de comunión y unidad es una gracia del Señor” sostuve Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz, a tiempo de clausurar el XX Encuentro de Obispos del Oriente boliviano que se realizó en la Arquidiócesis de Santa Cruz del 6 al 8 de febrero.
El Prelado afirmó que tanto el Encuentro de Obispos como la participación en la Eucaristía “Es signo de comunión, signo de que nos une la única fe en Cristo, signo de una sola Iglesia, una sola esperanza y una sola caridad”.
A tiempo de agradecer a toda la comunidad parroquial por su presencia les pidió “seguir pidiendo al Señor que nos ayude siempre a dar este testimonio de unidad, –ya que- en un mundo tan fragmentado y tan divido dar un signo de comunión y unidad es una gracia del Señor” señaló.
EL SEÑOR ESTÁ CERCA DE LOS SUFRIMIENTOS DE SU PUEBLO
La Eucaristía final de este encuentro fue presidida por Monseñor Antonio Bonifacio Reiman, Obispo del Vicariato Apostólico de Ñuflo de Chávez, quien en su homilía hizo referencia a los problemas y conflictos que pueden presentarse en la vida personal y también los que vive actualmente nuestro país, en ese sentido afirmó que: “Los momento difíciles que podemos pasar son momentos de gracia, los momentos difíciles para nuestro país o para nuestra familia pueden ser momentos de gracia. ¿Quién no carga una cruz?. Hoy el Señor nos dice que no está lejos, que está con nosotros acompañándonos en nuestras dificultades, Él nunca nos abandona” sostuvo durante su homilía en la Parroquia La Santa Cruz.