Campanas. Con el objetivo de compartir la fe y Discernir la vocación, la Pastoral Vocacional de la Arquidiócesis de Santa Cruz, invita a todos los jóvenes con inquietud vocacional al Sacerdocio, a participar de este encuentro, el domingo 26 de marzo, a partir de las 14:00 horas.
El tema central de este encuentro vocacional será: “Desde la figura del Sacerdote en la Iglesia, y se realizará en el Seminario Mayor San Lorenzo, Calle Seminario y Av. Cristóbal de Mendoza.
¿Qué es la vocación sacerdotal?
La vocación es un misterio de amor entre Dios que llama al hombre con amor y un hombre que le responde libremente y por amor. Sin embargo, la vocación al sacerdocio no es simplemente un sentimiento. Más bien es una certeza interior que nace de la gracia de Dios, que toca el alma y pide una respuesta libre.
Si Dios te llama, la certeza irá creciendo en la medida de que tu respuesta vaya siendo más generosa. La llamada al sacerdocio pide al hombre que la recibe, dedicar su vida a facilitar que sus hermanos vivan más cerca de Dios. Ha sido llamado para realizar un humilde servicio a favor de toda la humanidad.
¿Todos tenemos vocación?
Sí, todos hemos sido creados por Dios con un propósito y un fin. Dios ha querido para cada uno un proyecto único e irrepetible, pensado desde toda la eternidad: “Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré” Jeremías 1, 5.
El Catecismo de la Iglesia Católica habla de la vocación a la bienaventuranza, en definitiva, a la santidad. A la unión con Dios que nos hace participar de Su felicidad y nos ama con totalidad y sin condiciones. La vocación común de todos los discípulos de Cristo es la vocación a la santidad y a la misión de evangelizar el mundo.
Dios invita a cada uno a recorrer la vida junto a Él por un camino concreto. A algunos los llama a la vocación sacerdotal, a otros a la vida religiosa, y a los laicos, los llama a encontrarle en la vida ordinaria.
¿Cómo saber si tengo vocación sacerdotal?
Dios llama a todos y a algunos con una misión específica, pensada personalmente para ellos: «Cada uno por su camino», dice el Concilio. Cada creyente debe discernir su propio camino y sacar a la luz lo mejor de sí, aquello tan personal que Dios ha puesto en él, y no que se desgaste intentando imitar algo que no ha sido pensado para él.
La herramienta que tenemos los cristianos para descubrir nuestra vocación y si es esta la vocación al sacerdocio o no, es la oración. La oración es absolutamente necesaria para la vida espiritual. Este dialogo con Dios permite que el espíritu se desarrolle.
Signos vocacionales
El deber de suscitar vocaciones incumbe a toda la comunidad cristiana. En CARF apoyamos este compromiso.
En la vocación sacerdotal no hay reglas absolutas. Se puede, sin embargo, tener en cuenta algunos aspectos o rasgos generales que ayudan a discernir si un hombre está siendo llamado por Dios al sacerdocio. El Derecho Canónico describe algunas señales de la vocación sacerdotal.
Signos vocacionales
El deber de suscitar vocaciones incumbe a toda la comunidad cristiana. En CARF apoyamos este compromiso.
En la vocación sacerdotal no hay reglas absolutas. Se puede, sin embargo, tener en cuenta algunos aspectos o rasgos generales que ayudan a discernir si un hombre está siendo llamado por Dios al sacerdocio. El Derecho Canónico describe algunas señales de la vocación sacerdotal.
Gusto por las cosas de Dios
El amor a la Iglesia y a la Eucaristía, son los signos más claros de la llamada al sacerdocio. El gusto por las cosas de Dios, puede llegar súbitamente como un magnífico descubrimiento a partir de un encuentro con Cristo, o haberlo sentido toda la vida desde pequeños inculcado por nuestra familia.
Vida en gracia
Podemos decir que el fin del ministerio sacerdotal es lograr que todos los hombres vivan en Gracia de Dios y así se salven eternamente. Para eso vivió, murió y resucitó Jesucristo.
No se trata de saber si la vocación al sacerdocio es más elevada que el camino común; sino de saber si serviré mejor al Señor en tal estado.
La oración para el discernimiento vocacional
En la oración se actualiza la fe en la presencia de Dios y de su amor. Se fomenta la esperanza que lleva a orientar la vida hacia Él y a confiar en su providencia. Y se agranda el corazón al responder con el propio amor al Amor divino.
Nuestro ejemplo es Jesús, que ora antes de los momentos decisivos de su misión. Con su oración, Jesús nos enseña a orar, a descubrir la voluntad de nuestro Padre Dios y a identificarnos con ella. Además, como recomienda el Catecismo, en el momento del discernimiento vocacional puede ser de gran ayuda la figura del director espiritual, es decir, aquella persona a la cual nos podemos confiar y que nos ayuda a descubrir la voluntad de Dios. (carfundacion.org/)
Mayores informes al cel. 75307045
¡Ven y lo verás¡