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lunes 5 junio 2023
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De manos de Mons. Gualberti, María Cynara Amorim se consagró al “ORDO VIRGINUM”

Campanas. Durante la Celebración Eucarística presidida por el Arzobispo Emérito, Mons. Sergio Gualberti, en el Santuario de Cotoca, María Cynara Amorim Busignani, emitió ante la comunidad sus propósitos de castidad perfecta y perpetua, ante el carisma de la vida consagrada femenina, “ORDO VIRGINUM”. Esta hermana en la fe se ha entregado a Dios de una manera definitiva y solemne en manos de su Obispo.

La Celebración de consagración fue presidida fue concelebrada por el Párroco de la Parroquia Madre Teresa de Calcuta, P. Ysrahél Villegas y el Fr. Gabriel Rojas – OP, el miércoles 12 de abril del presente año.

Monseñor Sergio pidió a la nueva consagrada que mantengan intacta su fe, conserve la firmeza de su esperanza y alimente una sincera caridad. Alimenta con la Eucaristía tu  corazón consagrado a Dios, medita la Palabra de Dios, se constante en las obras de misericordia y en la oración, en particular recitando diariamente el Oficio divino, uniendo así tu voz a la del sacerdote y de la Iglesia alabando a Dios e intercediendo por la humanidad, dijo el prelado.

  • Con la Srta.  María Cynara Amorim,  en la Arquidiócesis de  Santa Cruz hay 6 consagradas, en Bolivia son 8 y a nivel mundial son más de cinco mil consagradas al “ORDO VIRGINUM”.

 ORDO VIRGINUM no cuenta con fundadoras ni superioras entre sus consagradas, sino que dependen directamente del Obispo diocesano del lugar. Es el Obispo quien tiene la facultad de admitir a las aspirantes, guiar su formación, presidir su Consagración, velar por su vida espiritual y por la atención pastoral, que desarrollen como consagradas. Las vírgenes consagradas pueden vivir en comunidad y también solas, con sus familias o en otras condiciones favorables a su vocación. 

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA DE ESTA VOCACIÓN CON RELACIÓN A OTRAS MUJERES QUE VIVEN INTENSAMENTE SU FE Y SERVICIO A LA IGLESIA?

Se diferencia, principalmente, en los siguientes aspectos:

  1. Si no viven en comunidad, deben mantener una estrecha relación entre sí, celebrar reuniones mensuales de formación, retiros espirituales o convivencias.
  2. Las candidatas a esta Orden no deben haber contraído nunca nupcias, ni vivido pública y manifiestamente en contra de la castidad.
  3. Se sustentan con el fruto de sus trabajos, ya que siguen ejerciendo sus profesiones una vez consagradas.

Se trata de una vocación cuya misión es servir a la pastoral de la iglesia local, con voto de obediencia al Obispo. Son mujeres alegres y consagradas, cuya disponibilidad hace que no miren el reloj cuando estén acompañando al que las necesita.

 

 

Graciela Arandia de Hidalgo



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