En un encuentro en el Pontificio Colegio Pio Brasileño, donde estudian sacerdotes del Brasil en Roma, el papa Francisco les pidió que tengan presente que antes que estudiantes son sacerdotes y les habló de algunas posibles “enfermedades” que deben evitar.
El Pontífice destacó la importancia de vivir en un buen ambiente que ayuda “a superar las dificultades de adaptación a una situación en la que la actividad pastoral no es el centro de la jornada”.
“Ustedes no son párrocos o vicarios parroquiales, sino sacerdotes estudiantes. Y esta nueva condición puede tener el peligro de generar un desequilibrio entre cuatro pilares que sostienen la vida de un presbítero: la dimensión espiritual, la dimensión académica, la dimensión humana y la dimensión pastoral”.
Francisco les pidió que no olviden “la vida espiritual” y, por tanto, asistir “a Misa cada día, la oración diaria, la lectio divina, el encuentro personal con el Señor, el rezo del rosario”.
Respecto de la dimensión humana, el pontífice les pidió que tengan cuidado con la soledad porque pueden perder “la perspectiva eclesial y misionera de los estudios” e incluso llevar a una serie de “enfermedades” que “pueden aquejar al sacerdote estudiante”.
Entre ellas, la del “academismo” y la “tentación de hacer de los estudios simplemente un medio de afirmación personal”. “En ambos casos se termina por sofocar la fe que tenemos la misión de custodiar”, explicó.
“¡No olviden por favor que antes de ser doctores y licenciados son y deben ser sacerdotes, pastores del pueblo de Dios!”.
Para “mantener el equilibrio” entre todos estos aspectos, alentó a hacer uso de la “fraternidad sacerdotal”. “Rezar juntos, compartir las alegrías y los desafíos de la vida académica; ayudar a los que sufren más la nostalgia; salir juntos para dar un paseo; vivir como una familia de hermanos, sin dejar a ninguno de lado, incluyendo a los que están en crisis o que han tenido comportamientos censurables”.
Sobre Brasil, el Papa manifestó que vive “un momento difícil” en el que “muchas personas parecen haber perdido la esperanza en un futuro mejor a causa de los enormes problemas sociales y de una escandalosa corrupción”. “Brasil necesita que sus sacerdotes sean un signo de esperanza”, subrayó.
“Los brasileños necesitan ver un clero unido, fraterno y solidario, en el que los sacerdotes entiendan que deben afrontar juntos los obstáculos, sin ceder a las tentaciones del protagonismo o de hacer carrera”.
“Estoy seguro de que Brasil superará su crisis y tengo confianza en que ustedes serán protagonistas de ello”. Por último Francisco los exhortó a rezar a la Virgen de Aparecida.+
*Fuente: Ciudad del Vaticano AICA.