Desde hace algún tiempo viene operando en algunas diócesis de Bolivia la autodenominada “iglesia católica apostólica nacional boliviana”, tiene como líder en Bolivia a Richard Lipacho Zambrana, sacerdote católico a quien la Santa Sede decidió dimitir el año 2012.
Forman parte del grupo otros sacerdotes dimitidos y suspendidos por sus respectivos Obispos, por ello no cuentan con el permiso para presidir celebración alguna, a ellos se suman ex seminaristas que han sido ordenados diáconos o presbíteros de forma inválida. Estas personas ofrecen la celebración de misas y sacramentos aprovechándose de la buena fe de las personas o de su falta de información.
Compartimos algunos criterios pastorales que pueden ayudar a reconocer un auténtico sacerdote católico:
- Un sacerdote católico es fundamentalmente una persona que ha recibido el sacramento del orden, de acuerdo a los preceptos y a los rituales de la Iglesia católica, es alguien que actúa en nombre de ella y en comunión con ella, intermediando entre los fielesy Dios. Entre las funciones del sacerdote se encuentran la dirección y la administración de los sacramentos y la difusión de la Palabra de Dios.
- Los sacramentos son “de la Iglesia” en el doble sentido de que existen “por ella” y “para ella” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1118), por eso no pueden celebrarse al margen de la comunión con la Iglesia.
- Un sacerdote es dimitido o suspendido en la Iglesia Católica, o bien a petición del propio sacerdote o, en la mayoría de los casos, porque se han evidenciado graves irregularidades cometidas en el ejercicio de su ministerio.
- Continuar celebrando en esas condiciones supone una grave falta de desobediencia, de simulación de los sacramentos y de agresión a la buena fe de los fieles.
- Los sacramentos realizados por ministros no legítimos tienen como resultado sacramentos también inválidos que la Iglesia Católica no puede reconocer ni certificar legalmente.
- Debemos evitar que algo tan grande y divino como los Sacramentos de la Iglesia sean instrumentalizados para el lucro de personas y grupos o buscando otros intereses particulares.
- Los fieles que conocen la identidad de estos grupos y, a pesar de ello, participan de cualquiera de sus actos, incurren en una grave falta.
Fuente: iglesiaviva.net