Los Obispos de Bolivia, reunidos en un retiro espiritual en Cochabamba, acaban de pronunciarse sobre los dolorosos enfrentamientos de la víspera. Condenan la violencia entre gobierno y cooperativistas mineros y “En nombre de Dios -exigen- a ambas partes deponer actitudes de confrontación y extremar todos los recursos para instalar un diálogo responsable a la brevedad posible”.
Aquí el comunicado completo:
Luto en Bolivia
“Dios no olvida el clamor de los afligidos” (Cfr. Salmo 9,12)
Los Obispos de Bolivia, reunidos en retiro espiritual, pero atentos a la realidad del mundo y de nuestro país, expresamos nuestro sentido pésame por las víctimas del terremoto que azotó Italia y, unidos con el Papa Francisco, ofrecemos nuestras plegarias por los familiares y los heridos en la catástrofe.
Asimismo expresamos nuestro dolor e indignación por los violentos enfrentamientos entre mineros cooperativistas y policía boliviana que, en la víspera, de acuerdo con las versiones de FENCOMIN y los medios de comunicación, han costado la vida de los mineros Fermín Mamani Aspeti y Severino Ichota y han dejado un número considerable de heridos en ambos sectores, en la carretera Oruro-Cochabamba.
Lamentamos profundamente que este conflicto, que ya lleva tiempo sin solución, haya crecido hasta desembocar en los hechos dramáticos que hoy enlutan al país. La violencia nunca lleva a soluciones verdaderas y duraderas y, por el contrario, es fuente de dolor y muerte, como en el presente conflicto.
Una vez más como Iglesia, defensora de la vida, condenamos vehementemente la violencia, venga de donde venga. Urge de parte de todos optar por el diálogo que, para que sea verdadero, necesita sinceridad y honestidad, único camino responsable y efectivo para solucionar nuestros problemas. Especial responsabilidad tienen las autoridades nacionales y regionales, pues son los llamados a velar por un estado de derecho que garantice la vida y los derechos fundamentales de las personas. En nombre de Dios, exigimos a ambas partes deponer actitudes de confrontación y extremar todos los recursos para instalar un diálogo responsable a la brevedad posible.
Expresamos nuestra cercanía y solidaridad con los familiares de las víctimas, a ellos les aseguramos nuestras oraciones al Dios de la Vida por el eterno descanso de los fallecidos, el pronto restablecimiento de los heridos de ambas partes y para que el Señor consuele a sus seres queridos.
Los Obispos de Bolivia
Cochabamba, 25 de agosto de 2016