Campanas/Iglesia Viva / El Centro de Ancianos “Vida Feliz” del municipio de El Torno, en el departamento de Santa Cruz, tiene 23 años de servicio a los adultos mayores y en este tiempo de emergencia sanitaria por COVID – 19, el amor de Dios se hace visible en el servicio a los abuelitos, tal como comparte Sulma Becerra Villagómez, Responsable del Área Administrativa del Centro.
Sobre el Centro de ancianos “Vida Feliz”
Sulma Becerra relata: “Es un espacio en armonía con la naturaleza, que invita a tener un encuentro con Dios Padre, basado en la amistad, la fe, el amor, la solidaridad y el compartir con todo el que llega. En especial un encuentro para todos los abuelitos de las zonas cercanas y zonas aledañas”.
El Centro antes de la pandemia recibía entre 100 y 150 abuelitos diariamente, y cuando llegaban las fiestas hasta 200. Ellos reciben atención integral, gracias a un equipo multidisciplinario, voluntarios de la Hermandad Hildesheim – Alemania y de la comunidad.
Los servicios que se brindan se dividen en áreas: el área de salud consiste en la atención médica, apoyo en el aseo personal, masajes, peluquería; área espiritual, apoyo de un pastor y del padre de la parroquia, cantos, lectura de la Palabra y coloreado de un pequeño libro con historias bíblicas; área psicosocial, juego de bingo, manualidades con material reciclado, juegos de mesa, actividad física; área de terapia ocupacional, cuidado de la huerta, apoyo en la preparación de los alimentos. Complementado con el servicio del área nutricional se tiene un comedor con atención de desayuno, merienda y almuerzo.
Acciones Solidarias en tiempo de Pandemia
La pandemia ha cambiado la forma en que se realiza el servicio, y desde el Centro se procura un acompañamiento a los adultos mayores en sus hogares.
Con el apoyo de voluntarios locales en una primera fase, se entregaron raciones de alimentos a los hogares de los abuelitos más desfavorecidos, “en esta primera fase de entrega de alimentos, se aprovechó al mismo tiempo en apoyar a los abuelitos en la gestión de sus medicinas en el hospital municipal de El Torno y los centros de salud, ya que muchos de ellos, están con tratamientos para las enfermedades de base, como hipertensión, diabetes, gastritis, reumatismo entre otros, se dispensó medicinas para dos a tres meses. Esto ayudó mucho a los abuelitos a estabilizar su salud, ya que muchos se encontraban sin medicina y como había la orden de no salir de casa, ellos estaban a la espera de una ayuda pronta y gracias a voluntarios y el equipo del Centro de Ancianos se logró atender a aquellos abuelitos más vulnerables”, señala Sulma.
En una segunda fase, se sumó el apoyo de religiosas de la comunidad, realizando visitas domiciliarias, específicas en el área de salud y social, habiéndose logrado verificar su estado actual, en cuanto a vivienda, salud y alimentación, “esto ha permitido tener la ubicación de sus casas por GPS, y también continuar atendiendo de manera inmediata el tema de salud, ya sea con gestión de medicina en el hospital (toma de signos vitales si lo amerita) y aplicación de tratamientos y orientación en salud en cuanto a las medidas de prevención en relación a la pandemia que se vive actualmente”.
En la tercera etapa, se entregó huevo, carne y pan, gracias a la solidaridad del Alcalde municipal y las familias del lugar. Lo que para ellos ha sido más que un acto de solidaridad, se ha convertido en una voz de esperanza, “ha significado mantener la esperanza, el saber que no están solos, a pesar que viven en pequeños espacios en alquiler, con una pequeña cocina y ollita para preparar sus comidas, y muchos usando la leña para cocinar, la pregunta de mucho – y después de esto, ¿el Centro volverá a atender con el comedor y podremos ver a nuestros amigos?- Nosotros con mucha fe y esperanza en Dios Padre, les decimos, ¡claro que sí!, todos tenemos que estar renovados, para bailar el día del Anciano en agosto o en Navidad. Y ellos se alegran de saber que pronto volverá aquel tiempo, para estar cerca del amigo y encontrarse con sus pares”.
El Centro de Ancianos “Vida Feliz” El Torno, este año inició un “Centro de entrenamiento funcional”, para personas de la comunidad, con el objetivo de promover la calidad de vida realizando actividades físicas, pero con la inesperada llegada de la pandemia, se adaptaron al uso de los medios digitales y a través de la plataforma zoom, “los nietos ayudan a los abuelitos a realizar los ejercicios, contagiándose de la energía de la tercera edad”.
En este último tiempo, se sigue asistiendo a los hogares de los abuelitos, para realizar el seguimiento en cuanto a su salud, apoyándoles con un programa radial una vez por semana, compartiendo el alimento que llega de personas generosas, se les ha provisto de algunos materiales como ser: rompecabezas, cartas, dominó, un cuadernillo para colorear, “esto para mantener activa la mente”. “También se les anima y motiva a limpiar sus casitas o lugar donde viven (muchos viven en alquiler), a evitar usar plástico, reciclar y limpiar. De igual forma se está trabajando en crear grupos de apoyo o pares, es decir, los que viven cerca se visiten y compartan estos lazos de amistad, esto fortalece la fe y se promueve el apoyo mutuo”.
De manera complementaria, se realiza la entrega de aguas medicinales de preparación casera, para fortalecer el sistema inmunológico de los adultos mayores. Mientras en el Centro se realiza el mantenimiento de la infraestructura con el deseo de que pronto retornen los abuelitos y cuidando la huerta para ayudar con la medicina natural como: la moringa, llantén, cedrón, limones, Jamaica.
Los desafíos son ahora mayores y las proyecciones buscan responder a los mismos, “ahora estamos más motivados a seguir trabajando por todos los abuelitos de nuestra comunidad, para darles calidad de vida y sobre todo, sabemos que en lo poco, tenemos mucho porque el compartir no solo es lo tangible, sino lo intangible, como ser un saludo, una sonrisa, un buenos días”, afirma Sulma.
El amor de Dios visible en el servicio a los abuelitos
La motivación de las personas que trabajan en el Centro de Ancianos, se basa en el principio del conocimiento de Dios como Amor, y en ese amor en servicio, “nos disponemos cada día para ir al encuentro de los abuelitos y regalar una palabra de esperanza, basada en la fe en Dios Padre”, “La oración ha permitido la unión de las familias y naciones, muchos en otros lugares del mundo como los ex-voluntarios alemanes de las Iglesias de Hildesheim y Tréveris, hermanos de la Iglesia Menonita Zion, las Iglesias locales de nuestra comunidad, sacerdotes, pastores y laicos y eso continuará”, asegura Becerra.
El Centro de Ancianos como institución sin fines de lucro, vive y se sostiene con donaciones voluntarias de personas e Instituciones benefactoras. En ese sentido precisa la colaboración permanente de donaciones para continuar la misión solidaria y el servicio a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, como son los adultos mayores. También se precisan insumos y víveres, medicamentos, los mismos que son recepcionados por la administración, teniendo para el efecto los siguientes números de contacto 75087081 – 77804401.
Sigo dando lo que Dios me ha dado
Sulma Becerra, acompaña este proyecto hace 15 años, “agradezco a Dios, mis padres y al equipo del Centro Vida Feliz, por permitir que pueda ofrecer mis talentos al servicio de los abuelitos y la comunidad, agradezco también la confianza del Director, Lic. Willan Villagomez, por haberme invitado a ser parte de este lindo proyecto de vida. Sigo dando lo que Dios me ha dado al servicio de los demás”.
“En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí”.
(Mt. 25,40)
