Este miércoles 07 de agosto por la mañana, el Arzobispo der Santa Cruz, Mons. Sergio Gualberti, recibió a la Hna. Blanca Nidia Bedoya Salazar, Superiora Provincial de la Congregación de las Terciarias Capuchinas. La Superiora llego acompañada de la Hna. María Carmenza Ríos López, Consejera Provincial, y la Hna. Cilia Iris Bonilla, Superiora de la Congregación en nuestra ciudad.
La Superiora Provincial de las Terciarias Capuchinas llegó a Santa Cruz el 27 de julio y se queda hasta el 09 de agosto. El objetivo de su estadía es Acompañar pastoralmente a las hermanas de esta congregación y visitar las dos casas que tienen; la primera en el Vicariato de Ñuflo de Chávez, en San Antonio de Lomerío, la segunda casa está en la Arquidiócesis de Santa Cruz, zona los Lotes – Parroquia Cristo Salvador.
La Hermana Blanca con mucha alegría nos comenta que el encuentro que sostuvieron con el Sr. Arzobispo, fue muy ameno y se encontraron con un Pastor muy cercano y muy identificado con la realidad boliviana. Así mismo la Superiora manifestó que el Arzobispo mostró su preocupación por la falta de vocaciones sacerdotales y religiosas, al mismo tiempo de mostrarse lleno de esperanza y comprometido a seguir trabajando para descubrir nuevas vocaciones en nuestra Arquidiócesis.
La Congregación de las Terciarias Capuchinas tienen presencia en Bolivia desde el año 1979, específicamente en Santa Cruz de la Sierra y en el Vicariato de Ñuflo de Chávez. A nivel mundial tienen presencia en 34 países y 4 Continentes.
Historia de la Congregación
En el Santuario de la Virgen de Montiel (Benaguacil – Valencia – España), el 11 de mayo de 1885 fue el día marcado en el reloj de Dios para que –por la acción del Espíritu santo, y por medio de el Padre Luis Amigó- comenzará su trayectoria histórica la Congregación de Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia.
Todo empezó a surgir a raíz del apostolado que el Padre Luis ejercía con las mujeres de las Congregaciones de la Tercera Orden Franciscana Seglar establecidas en los pueblos cercanos al Convento de La Magdalena, donde él residía.
Fueron aquellas seglares comprometidas las que ayudaron de forma determinante al Padre Luis a descubrir que Dios le llamaba a ser el iniciador de una nueva familia religiosa en el seno de la Iglesia.
Para ellas, a su medida escribió el Padre Luis Amigó las Constituciones. Pero antes de que se llevase a cabo la fundación canónica, unas piadosas mujeres que venían haciendo vida conventual en el Santuario de la Virgen de Montiel pidieron ser admitidas en el nuevo proyecto de vida. El Padre Luis lo consistió.
Nada más nacer, la Congregación recibió su bautismo de sangre, al desatarse en Valencia una epidemia de cólera y fallecer, atendiendo a los enfermos, cuatro hermanas. El sacrificio, sin embargo, no fue baldío. Como fruto inmediato del mismo se abrió en Masamagrell –el 9 de agosto de 1885- un Asilo para niños, que ampliaba decisivamente el campo apostólico de la Congregación, establecido hasta ese momento en el hospital de Benaguacil.
La Congregación siguió creciendo y abriéndose camino, intentando responder a los signos de los tiempos, por eso el 8 de febrero de 1905, cinco hermanas partieron para Riohacha – Colombia; en 1927 hacia Venezuela y en 1929 hacia China, así se fue abriendo el camino misionero de nuestra Congregación.
Carisma y Espiritualidad
Fundadas por el Venerable Luis Amigó y Ferrer OFMCap en el santuario de Nuestra Señora de Montiel en Benaguacil – Valencia, España el 11 de mayo de 1885. Somos una familia, que nos sentimos convocadas por el espíritu de Jesús a vivir con El, y como El para servir a los hermanos en medio del mundo.
Comprometidas personal y libremente seguimos a Cristo pobre, virgen y obediente con una forma de vida en la cual la contemplación y la acción evangelizadora son esenciales formando una unidad y espiritualidad.