El Arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, pidió al P. Javier, vivir la radicalidad de su consagración religiosa en el carisma salesiano, la vida entregada por los niños y jóvenes, a su educación y formación integral, humana y cristiana, no la una sin la otra, y con amor como su fundador, “ten el corazón de don Bosco”.
Así mismo pidió al nuevo Sacerdote, vivir una vida desafiante, pero al mismo tiempo cautivante… una propuesta por la que vale la pena gastar la vida, con la seguridad de contar con la ayuda del Señor. “Quien quiera salvar su vida la pierde, pero quien la pierde por mí y por mi causa, la encuentra”, Dijo El Arzobispo
Con una Iglesia abarrotada de fieles, este sábado 17 de agosto, por la imposición de las manos de Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz, Oswaldo Javier León Herrera, SDB, fue Ordenado Sacerdote para la Congregación Salesianos de Don Bosco. El P. Javier estuvo a acompañado de sus familiares, el Padre Javier Ortiz, Inspector de los Salesianos en Bolivia, compañeros de formación y Sacerdotes Salesianos. Esta celebración se llevó a cabo en la Parroquia María Auxiliadora a las 10:00 horas.
El padre Javier Ortiz, Inspector de los Salesianos en Bolivia, fue el encargado de presentar oficialmente al señor Arzobispo y a toda la comunidad cristiana al salesiano que pide la ordenación sacerdotal.
Homilía de Monseñor Sergio Gualberti
Ordenación Sacerdotal de P. Javier León Herrera, SDB
Parroquia María Auxiliadora 17/08/2019
Sentimientos de gratitud, alegría y también de temor té y nos inundan, paso decisivo en tu vida, hoy vas a recibir el sacramento del Orden, participe del sacerdocio de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Alegría y gratitud al Señor porque hay jóvenes que siguen creyendo en él y que responden con generosidad a la vocación a su llamado en el seguimiento radical a él, y deciden gastan su vida por él y el Evangelio. Temor porque joven presbítero en una cultura indiferente a Dios y al Evangelio y hostil a la Iglesia. “Que nadie menosprecie tu juventud”. Joven – Presbítero, joven en edad y anciano, adulto y maduro en la fe.
1.- Llamado por la gracia de Dios: Tu llamada es parte del plan de Dios, elegido gratuita y libremente por amor, él ha pensado en ti desde la eternidad. Dios es el dispensador de todo don y gracia, (Oración Consagratoria de esta celebración). Tú eres sacerdote por pura gracia de Dios: llamado a contemplar la gran maravilla que Él ha operado en ti y desde esta verdad enfocar toda tu vida y ministerio sacerdotal. Es Cristo sacerdote que te ha llamado y que te envía a ser como él: Profeta, Pastor y dispensador de la gracia de Dios.
2.- Profeta, que anuncia la palabra de Dios; como portavoz hablar en su nombre, una palabra que no es tuya. Servidor celoso y apasionado de la Palabra. “Por su predicación, y con la gracia del Espíritu Santo, la palabra del Evangelio dé fruto en el corazón de los hombres y llegue hasta los confines del orbe” (Oración consagratoria). Prepárate con mucho esmero para la predicación, hacer que la Palabra se vuelva tu vida, un testimonio coherente (Papa Francisco).
3.- Llamado a pastorear el pueblo de Dios, como Jesús el buen pastor, a estar cerca de los fieles, conocerlos y hacerte reconocer, estar con ellos, apacentarlos y siempre pronto a defenderlos de los lobos. En las lecturas que has escogidos has subrayado mucho esta dimensión: “Buscaré a las ovejas perdidas, haré volver a las descarriadas, vendaré a las heridas, curaré a las enfermas” (Ez). Imagen hermosa, Dios se presenta como el pastor verdadero que busca y cuida con cariño y amor de su grey, privilegiando a las más necesitadas.
Jesús, el Pastor Bueno hace visible en su persona y vida el amor de Dios, da la vida por sus ovejas y a eso te llama el Señor. Para eso hay que salir y meterse hasta en lugares peligrosos y difíciles. La figura de Jesús, Pastor Bueno es tu modelo, pastorear al pueblo de Dios.
4.- Dispensador de la gracia: “Jesús, movido por el Espíritu Santo, consagró a los apóstoles con la verdad y los hizo partícipes de su misión” (Oración Consagratoria)… “Seas honrado colaborador del orden de los obispos, como fiel dispensador de tus ministerios, para que el pueblo se renueve con el nuevo nacimiento del bautismo, y se alimente de tu altar; para que los pecadores sean reconciliados y sean confortados los enfermos”. Particularísima atención merece la celebración Eucarística, sacerdote hombre de la Eucaristía. Llamado a santificarte para santificar. Que el Señor “renueve en tu corazón el espíritu de santidad y seas, con tu conducta, ejemplo de vida” (Oración consagratoria)
5.- Llamado a configurarte a Cristo y a conformar tu vida con él: Alter Christus. El ministerio sacerdotal abarca todo nuestro ser, siendo testigos de Jesús: «Recibe la ofrenda del pueblo santo para presentarla a Dios y conforma tu vida con el misterio de la cruz del Señor » y San Pablo al presbítero Timoteo, le recomienda: “Procura ser para los creyentes modelo en la palabra, en el comportamiento, en la caridad, en la fe, en la pureza”.
6.- Consejo Evangélicos: Esta recomendación coincide con tu opción de vida consagrada, religioso: vivir radicalmente el bautismo: los votos de pobreza, castidad y obediencia. Los consejos evangélicos son expresión de amor: “Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor”. Por tanto un opción por lo mejor, por el amor y no renuncia.
Para vos Javier, es vivir la radicalidad de tu consagración religiosa en el carisma salesiano, la vida entregada por los niños y jóvenes, a su educación y formación integral, humana y cristiana, no la una sin la otra, y con amor como tu fundador, “ten el corazón de don Bosco”. Un programa de vida desafiante pero al mismo tiempo cautivante… una propuesta por la que vale la pena gastar la vida, con la seguridad de contar con la ayuda del Señor. “Quien quiera salvar su vida la pierde pero quien la pierde por mí y por mi causa, la encuentra”.
7.- .- Actitudes : Actitud de misericordia: orar por el pueblo de Dios y por el mundo. Implores la misericordia del Señor, por el pueblo que se te confía y a favor del mundo entero. En particular, cercanía a los que sufren, a los que están solos y abandonados, a los pobres y marginados.
Actitud de servicio y humildad: En la Iglesia y entre discípulos, no hay cabida para la lógica del poder, la lógica del mundo, solo la lógica del servicio, de agacharse y lavar los pies a los demás.
Actitud de salida misionera: al encuentro de los alejados y de los que no conocen a Dios, a Cristo, y al Evangelio, a los que no tienen esperanza o que buscan felicidad en la superficialidad y vacío de un mundo consumista y material. Y hoy hay muchos a nuestro lado.
Siempre San Pablo a Timoteo:“ Vela por ti y por la enseñanza, persevera en estas disposiciones, pues obrando así te salvarás a ti mismo y a los que escuchen”.
6.- Te espera un programa arduo pero, NO estás solo: Cristo que te ha llamado, él te acompaña y sostiene: «Yo estaré con Ustedes hasta el fin del mundo».
NO estás solo: el sacramento del Orden te une a los demás sacerdotes en el presbiterio, y tu consagración religiosa te hace miembro de la gran Familia Salesiana.
NO estás solo: Cuentas también con la solidaridad y amistad de tu familia, tus amigos y tantas personas que creen en el sacerdote, a pesar de las debilidades humanas. Jesús no ha elegido a perfectos, sino a pecadores que han reconocido su debilidad y por eso han sido perdonados.
Nos unimos a tí en la oración como hermanos y amigos para que el Señor, para que siempre cuentes con su presencia amorosa. Amén