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sábado 30 septiembre 2023
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Arzobispo: “En nuestro mundo hoy, vemos personajes que, por la sed de poder, se endiosan y subyugan a naciones enteras con la manipulación de las leyes y la justicia”

Campanas. Desde la Catedral este primer domingo de Cuaresma, el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. Sergio Gualberti aseguró que, en nuestro mundo hoy, como vemos en la actuación de tantos personajes que, por la sed insaciable de poder, se endiosan y asumen poses de salvadores, subyugan a naciones enteras con la manipulación de las leyes y de la justicia, con el recurso descarado a la mentira y al engaño y hasta con el poderío militar.  

También durante su homilía Mons. Gualberti aseveró que, adherir al repudio es la verdadera manera de solidarizarnos con el pueblo ucraniano agredido, de reafirmar los principios de que el recurso a la violencia es siempre condenable y de que todo pueblo tiene el derecho inalienable de ser gestor de su destino y de vivir en libertad y en paz.

Así mismo el prelado hizo un llamado a orar incesantemente al Dios de la vida y del amor, para que cesen los ataques mortales a Ucrania y que haya paz en todo el mundo.

El miércoles de ceniza hemos iniciado la Cuaresma, el camino interior de conversión y preparación a la solemnidad de la Pascua, guiados de la mano de Jesús en un itinerario de cuarenta días por el desierto, donde Él fue conducido por el Espíritu Santo, después de su bautismo en el río Jordán y antes de emprender su misión pública.

El evangelio de este 1er domingo de Cuaresma nos presenta esta escena. Jesús está solo en el silencio y recogimiento del desierto, para interiorizarse de su misión, que sin nadie ni nada se interpongan entre Él y el Padre.

 El poder de Jesús es servicio, amor y entrega al plan de salvación”

Al vencer las tentaciones, Jesús no solo desbarata la pretensión del demonio de ser Dios, sino también la lógica del poder como medio para instaurar el Reino de Dios.

 “Somos testigos de la invasión armada y arbitraria de Ucrania, que está causando mucho dolor y destrucción”

En estos días somos testigos de la invasión armada y arbitraria de Ucrania, que responde a un proyecto expansionista que está causando muchas víctimas sobre todo civiles, tanto dolor y destrucción de edificios públicos y viviendas, y el éxodo, hasta ahora, de un millón y medio de prófugos: niños, mujeres y ancianos.

“Frente a la agresión a Ucrania y que ha despertado la indignación y el repudio en casi todo el mundo, no puede haber neutralidad e inercia”

Lo que causa más preocupación todavía, es que sobre esta desdicha se ciernen nubarrones de un conflicto mundial y del uso de armas nucleares. Frente a esta agresión que ha despertado la indignación y el repudio en casi todo el mundo, no puede haber neutralidad e inercia.

 La respuesta de Jesús es tajante y definitiva:” Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios

El diablo, no conforme con el nuevo rechazo de Jesús, intenta una última carta llevándolo en la parte más alta del templo de Jerusalén: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito que… los ángeles te llevarán en sus manos”. Esta última tentación busca que Jesús asuma el camino más fácil y engañoso.

La respuesta de Jesús es tajante y definitiva:” Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”. El propósito firme que tiene Jesús es obedecer al Padre llevando a cabo el plan de salvación que Él le ha confiado al momento de hacerse uno de nosotros y solidarizarse hasta la muerte con nuestra condición humana.

Nuestra vida depende de Dios que es Padre que ama, de su justicia que perdona y de su bondad que salva”

La actitud de Jesús ante las tentaciones, es una clara indicación para que nosotros sepamos obedecer a Dios y no tentarlo, conscientes que nuestra vida depende de Él que es Padre que ama, de su justicia que perdona y de su bondad que salva.

De la misma manera que el diablo tentó a Jesús, así también nos tienta a nosotros ilusionándonos con el poder, las riquezas y el suceso como fuentes de felicidad. Sin embargo, su propósito más oculto es desterrar el primado de Dios en nuestra vida y en la del mundo, dominarnos a través del engaño, la mentira y el espejismo de tantos ídolos que nos esclavizan y que nos dejan sumergidos en la tristeza, el sin sentido, una existencia vacía y la muerta.

“Jesús nos pide que sigamos su ejemplo para enfrentar preparados este duro combate espiritual”

Esta mañana Jesús nos está pidiendo que sigamos su ejemplo para enfrentar preparados este duro combate espiritual. Esto implica hacer en nuestro corazón el desierto de las distracciones y superficialidades, recurriendo a la oración, a la meditación de la Palabra de Dios, a las prácticas del ayuno y la abstinencia cuyos frutos tienen como destino la ayuda fraterna y solidaria en bien de los hermanos más pobres, necesitados y abandonados.

“La Cuaresma es la oportunidad que Dios nos ofrece para emprender con valor el camino de la conversión y celebrar la vida nueva en Cristo Resucitado”

Esta cuaresma es una oportunidad más que Dios nos ofrece para emprender con valor el camino de la conversión sincera para celebrar con esperanza y gozo la vida nueva en Cristo Resucitado.

Homilía de Mons. Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz

/06/03/2022/ 1er. Domingo de Cuaresma

El miércoles de ceniza hemos iniciado la Cuaresma, el camino interior de conversión y preparación a la solemnidad de la Pascua, guiados de la mano de Jesús en un itinerario de cuarenta días por el desierto, donde Él fue conducido por el Espíritu Santo, después de su bautismo en el río Jordán y antes de emprender su misión pública.

El evangelio de este 1er domingo de Cuaresma nos presenta esta escena. Jesús está solo en el silencio y recogimiento del desierto, para interiorizarse de su misión, que sin nadie ni nada se interpongan entre Él y el Padre. Como para Jesús, también para nosotros la cuaresma es la oportunidad de tomar las distancias de tantas distracciones y preocupaciones materiales, de encontrarnos y estar a solas con Dios, hacer la verdad acerca de nosotros mismos y de lo que el Señor cuenta efectivamente en nuestra vida y reavivar nuestra amistad con Él.

Al finalizar los 40 días de soledad, abstinencia y oración, Jesús es tentado por el demonio en tres aspectos centrales de su misión. Después de tantos días de soledad, abstinencia y ayuno, Jesús está con hambre y el demonio se aprovecha de esta situación para tentarlo. Su perfidia no tiene límites; en su boca, la Palabra de Dios es usada para tergiversar la verdad del plan de salvación del Señor y justificar su propia oferta implantada sobre el poder, las riquezas y la gloria humana: “Si Tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan”.

Jesús es tentado a valerse de su estado de Hijo de Dios para hacer un gran prodigio y saciar su hambre, pero Él responde citando también la Palabra de Dios, entendida en su sentido verdadero: “Dice la Escritura: el hombre no vive solamente de Pan”.  No es la codicia de poseer bienes y riquezas que da sentido a nuestra vida y que nos hace felices, sino la escucha y la puesta en práctica de la palabra de Dios, la confianza en su amor providente y la apreciación del “pan de cada día”, el sustento honesto de una vida digna.

Ante su intento fallido, el demonio lleva a Jesús sobre una altura y, en un instante, le muestra todos los reinos de la tierra: “Te daré todo este poder… si te postras delante de mí”. El demonio pretende que Jesús lo reconozca como el dios absoluto y único gestor de los destinos del mundo en sustitución de su Padre, el Dios verdadero y creador del mundo. La repuesta de Jesús es lapidaria: “Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él solo rendirás culto”. Así Jesús no solo desbarata la pretensión del demonio de ser Dios, sino también la lógica del poder como medio para instaurar el Reino de Dios. El poder de Jesús es servicio, amor y entrega al plan de salvación.

El testimonio de Jesús cuestiona el poder por el poder que sigue siendo una tentación muy seductora en nuestro mundo hoy, como vemos en la actuación de tantos personajes que, por la sed insaciable de poder, se endiosan y asumen poses de salvadores, subyugan a naciones enteras con la manipulación de las leyes y de la justicia, con el recurso descarado a la mentira y al engaño y hasta con el poderío militar.  En estos días somos testigos de la invasión armada y arbitraria de Ucrania, que responde a un proyecto expansionista que está causando muchas víctimas sobre todo civiles, tanto dolor y destrucción de edificios públicos y viviendas, y el éxodo, hasta ahora, de un millón y medio de prófugos: niños, mujeres y ancianos.

Lo que causa más preocupación todavía, es que sobre esta desdicha se ciernen nubarrones de un conflicto mundial y del uso de armas nucleares. Frente a esta agresión que ha despertado la indignación y el repudio en casi todo el mundo, no puede haber neutralidad e inercia.

Adherir al repudio es la verdadera manera de solidarizarnos con ese pueblo agredido, de reafirmar los principios de que el recurso a la violencia es siempre condenable y de que todo pueblo tiene el derecho inalienable de ser gestor de su destino y de vivir en libertad y en paz.

El diablo, no conforme con el nuevo rechazo de Jesús, intenta una última carta llevándolo en la parte más alta del templo de Jerusalén: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito que… los ángeles te llevarán en sus manos”. Esta última tentación busca que Jesús asuma el camino más fácil y engañoso de la aprobación de las multitudes, la notoriedad y la gloria, desviándolo del camino del servicio y la entrega que lo lleva a su pasión y muerte.

La respuesta de Jesús es tajante y definitiva:” Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”. El propósito firme que tiene Jesús es obedecer al Padre llevando a cabo el plan de salvación que Él le ha confiado al momento de hacerse uno de nosotros y solidarizarse hasta la muerte con nuestra condición humana.

Esta respuesta de Jesús es un anticipo de lo que pasará en el momento de su pasión y muerte: allí, la aparente victoria del demonio se transforma en su derrota total y definitiva.

La actitud de Jesús ante las tentaciones, es una clara indicación para que nosotros sepamos obedecer a Dios y no tentarlo, conscientes que nuestra vida depende de Él que es Padre que ama, de su justicia que perdona y de su bondad que salva.

De la misma manera que el diablo tentó a Jesús, así también nos tienta a nosotros ilusionándonos con el poder, las riquezas y el suceso como fuentes de felicidad. Sin embargo, su propósito más oculto es desterrar el primado de Dios en nuestra vida y en la del mundo, dominarnos a través del engaño, la mentira y el espejismo de tantos ídolos que nos esclavizan y que nos dejan sumergidos en la tristeza, el sin sentido, una existencia vacía y la muerta.

Esta mañana Jesús nos está pidiendo que sigamos su ejemplo para enfrentar preparados este duro combate espiritual. Esto implica hacer en nuestro corazón el desierto de las distracciones y superficialidades, recurriendo a la oración, a la meditación de la Palabra de Dios, a las prácticas del ayuno y la abstinencia cuyos frutos tienen como destino la ayuda fraterna y solidaria en bien de los hermanos más pobres, necesitados y abandonados.

Esta cuaresma es una oportunidad más que Dios nos ofrece para emprender con valor el camino de la conversión sincera para celebrar con esperanza y gozo la vida nueva en Cristo Resucitado. Pero también es un llamado a orar incesantemente al Dios de la vida y del amor, para que cesen esos ataques mortales a Ucrania y que haya paz en todo el mundo. Amén

 

 

 

 

Graciela Arandia de Hidalgo



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