Campanas, 20 de agosto 2023.- La Misa dominical fue presidida por el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue Cesari, en la Basílica Menor de San Lorenzo Mártir-Catedral de Santa Cruz, domingo 20 de agosto, concelebrada por el Vicario de Comunicación y Rector de la Catedral P. Hugo Ara, P. Osvaldo Peña y el Asesor de la Comisión Arquidiocesana de Catequesis y Biblia, P. Francisco Posada.
Participaron representantes de los Catequistas de Santa Cruz, porque hoy, se celebra el Día Nacional del Catequista en honor a San Pio X, Patrono Mundial de los Catequistas.
“Catequistas: no sólo enseñar lo que Dios enseña, sino también ser testimonio de vida, es una gran responsabilidad, un gran compromiso, un gran reto”
“Les digo a los Catequistas: Gracias por ese apoyo, gracias por ese compromiso, porque lo sabemos que lo hacen de corazón, comparten con los demás esa fe y esa creencia que tienen”
“Enseñar lo que el Señor nos dice; no sólo enseñarlo y aprenderlo de memoria, hay que desarrollarlo, hay que dar el significado”
“Dentro de esa palabra Justicia: viene respeto al otro, viene la honestidad, viene el de respetar lo que le corresponde a la otra persona, viene la honestidad, viene muchas cosas”
“¿Será que no hay la capacidad de dialogar en nuestro país? Porque se encierran en algo y no va adelante, es una pena, una lástima, así estamos en nuestro país”
“¡Señor, ten piedad de mí!, ¡Señor, ayúdame!”
“En el dialogo se llega a un entendimiento, y se comprenden las cosas”
“Cuán importante es la escucha: no encerrarse en sí mismo, sino escuchar al otro; escuchar sus necesidades, escuchar sus preocupaciones, así como lo hizo Jesús”
“No nos cansemos de tener ese dialogo del Señor en la oración”
“El Señor nos responde, si nos ve con esa actitud de cambio en nuestra vida personal, no sólo es pedir, pedir y pedir”
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Homilía Mons. René Leigue Cesari
Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Santa Cruz
Santa Cruz, 20 de agosto de 2023
Basílica Menor de San Lorenzo-Catedral
Hoy, celebramos el Día Nacional del Catequista, aquí están los representantes de los Catequistas de la Arquidiócesis de Santa Cruz, ¡Felicidades!
Hemos escuchado la lectura, algo que nunca tenemos que dejarlo a un lado, “Así habla el Señor: Observen el derecho y practiquen la justicia, porque muy pronto llegará mi salvación y ya está por revelarse mi justicia”. –Primera Lectura- Esta palabra justicia, pareciera que en este tiempo como se está perdiendo, justicia no sé qué significará, pareciera que lo estamos dejando a un lado, porque cada vez vemos esto, que estamos luchando cada uno por nuestro lado. La justicia en general como que se está quedando a un lado, yo no sé, ¿Cómo lo ven ustedes?, pero pareciera eso, tantos problemas que hay que pueden solucionarse, pero no la tienen, pueden darse solución a algunos problemas por justicia, pero no lo hay; entonces esto preocupa, encontramos dificultad en estos problemas.
“¿Será que no hay la capacidad de dialogar en nuestro país? Porque se encierran en algo y no va adelante, es una pena, una lástima, así estamos en nuestro país”
En los medios de comunicación escuchamos: ya es raro que en nuestro país no haiga un bloqueo cada semana, cada semana hay problema, cada semana hay dificultades para transitar. Entonces de donde viene todo esto. ¿Por qué? Será que no hay la capacidad de dialogar, y si, se llega a un dialogo pareciera que cada uno va por su lado, entonces no hay entendimiento; esto siempre lo hemos dicho: “el dialogo significa llegar a una mesa de cero y a ir a buscar solución, ahí ponerse de acuerdo”, pero cuando ya se llega con esto, no con esto; dialoguemos, pero esto ya está decidido, esto hay que ir adelante; cuando vienen con esa idea no hay solución, parece que eso es lo que tenemos ahora; bloqueo de una semana y tanta gente perjudicada, sabemos todos que el bloqueo es por buscar algo en común, como es el caso de la carretera, según los experto que por donde se está pensando, es un lugar muy beneficioso para Santa Cruz, principalmente, no tenemos el agua, otros dan otra alternativa, otros no quieren saber de eso, tiene que ir por ahí, porque por ahí está diseñado, estas cosas las que no ayudan a un dialogo, porque se encierran en algo y no va adelante, es una pena, una lástima, así estamos en nuestro país. Tantos bloqueos que hay, es por eso, no se llega a la solución, no se avanza en una solución y se queda ahí, se da unos días de descanso en el bloqueo y después vuelven a lo mismo.
“Dentro de esa palabra Justicia: viene respeto al otro, viene la honestidad, viene el de respetar lo que le corresponde a la otra persona, viene la honestidad, viene muchas cosas”
“Observen el derecho y practiquen la justicia”, -dice en la primera lectura- que interesante fuera esto, por la justicia viene ahí, muchas cosas: viene respeto al otro, viene el de respetar lo que le corresponde a la otra persona, viene la honestidad, viene muchas cosas dentro de esa palabra justicia y eso es lo que ha pasado en Cochabamba, las balaceras con los avasalladores, también en Santa Cruz, por la zona de Guarayos, y después eso queda en nada, y los avasalladores siguen metiéndose en lugares que no le corresponden, por estas cosas hay un malestar en nuestra sociedad, ¿cuándo vamos a solucionar esto? Cuando logremos practicar la justicia, ahí se dará la solución, de lo contrario seguiremos igual, cada uno luchando por su lado, viendo sus propios intereses y no el interés común; si lo escucháramos al Señor, que nos dice “practiquen la justicia”, si esto lo hacemos seguro que saldríamos adelante.
“Catequistas: no sólo enseñar lo que Dios enseña, sino también ser testimonio de vida, es una gran responsabilidad, un gran compromiso, un gran reto”
Y esa es una de las tareas de los catequistas, qué bonito ser catequistas, es un gran privilegio y ustedes lo tienen, delante de ustedes tienen niños y jóvenes, esta gran tarea que tienen de enseñar lo que Dios enseña, lo que Dios quiere, y no sólo enseñar; sino también ser testimonio de vida, es una gran responsabilidad, un gran compromiso, es un gran reto que tienen, pero es bonito.
“Les digo: Gracias por ese apoyo, gracias por ese compromiso, porque lo sabemos que lo hacen de corazón, comparten con los demás esa fe y esa creencia que tienen”
Si ustedes están ahí, es porque ven si pueden hacerlo, por eso les digo gracias, por ese apoyo, gracias por ese compromiso, porque lo sabemos que lo hacen de corazón, no esperando una paga, sino lo hacen porque, reconocen que ustedes tienen fe también, esa fe y esa creencia la comparten con los demás, así que les agradezco por eso.
“Enseñar lo que el Señor nos dice; no sólo enseñarlo y aprenderlo de memoria, hay que desarrollarlo, hay que dar el significado”
Les vuelvo a repetir tienen los niños, tienen los jóvenes, tienen una gran tarea: “enseñar lo que el Señor nos dice”, los mandamientos son importantes, no sólo enseñarlo y aprenderlo de memoria, sino que cada mandamiento tiene un compromiso y eso hay que desarrollarlo y no hay que pasar así no más la catequesis, me traen aprendido para la próximo encuentro, luego lo aprendieron y con eso se quedaron; hay que desarrollarlo, hay que dar el significado, hay que enseñarles que significa cada mandamiento y como hay que hacerlo, les pido a todos los catequistas, su gran compromiso está ahí, es una gran oportunidad para ustedes y para toda la iglesia también, acercar a los demás al Señor.
“¡Señor, ten piedad de mí!, ¡Señor, ayúdame!”
En el Evangelio hemos escuchado algo que nos llama la atención, de esta mujer que quiere que el Señor la escuche, y Jesús pareciera que está en otras cosas, Él está cumpliendo su misión, Él está enseñando al pueblo de Isrrael, y esta mujer viene de otro lugar, entonces pareciera que Jesús no quiere escucharle, sin embargo la mujer insiste: ¡Señor, ten piedad de mí!, ¡Señor, ayúdame!, “los discípulos se acercaron y le pidieron: “Señor atiéndela, porque nos persigue con sus gritos”. La respuesta de Jesús es lo raro en la lectura, “Yo, he venido para anunciar al pueblo de Israel la buena noticia, por lo tanto estoy ahí, donde me toca estar, no es bueno dar la comida a los cachorros; pero la mujer le dice: “¡los cachorritos, comen de lo que cae de la mesa de los amos!” y ahí viene la respuesta de Jesús: “¡Mujer, que grande es tu fe, que se cumpla tu deseo!”.
“En el dialogo se llega a un entendimiento, y se comprenden las cosas”
Ese dialogo de la mujer con Jesús, creo que volvemos otra vez a lo mismo, en el dialogo se llega a un entendimiento, y se comprenden las cosas, Jesús dialoga con la mujer, Jesús le hace ver lo que Él estaba haciendo y la mujer también le hace ver lo que ella necesitaba, al final Jesús reconoce la necesidad de la mujer y la mujer da gracias a Jesús, porque la atendió en su necesidad, y por eso Jesús le dijo: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!” Y en ese momento su hija quedó sana.
“Cuán importante es la escucha: no encerrarse en sí mismo, sino escuchar al otro; escuchar sus necesidades, escuchar sus preocupaciones, así como lo hizo Jesús”
Este otro episodio que nos muestra Jesús, cuán importante es la escucha; no encerrarse en sí mismo, sino escuchar al otro, escuchar sus necesidades, escuchar sus preocupaciones, así como lo hizo Jesús. Jesús escucha a la mujer y al final alaba su fe, alaba su compromiso.
Hay otra cosa que hay que tomar en cuenta, la existencia de la mujer, porque a veces también nos quedamos con la soberbia, no me escucho, no me atendió, por lo tanto no le hablo más, por lo tanto no vuelvo por ahí, cuantas veces nos pasa eso, necesitan de alguien, no los atendieron bien y se van renegando, para que hablar con esta persona; aquí la mujer no se queda con eso, Jesús al principio no la atendía y ella seguía insistiendo, hasta que al final Jesús le dice: Por esa insistencia, por ese compromiso que tiene, que grande es tu fe, mujer.
“No nos cansemos de tener ese dialogo del Señor en la oración”
El Señor quiere que nosotros no nos cansemos, tenemos tantas dificultades, tantos problemas, y por lo tanto, no nos cansemos de tener ese dialogo del Señor en la oración, la oración es fundamental, pidamos a Dios lo que necesitamos y Dios nos dice: “pidan y si piden con fe se les concederá” y no sólo pedir, sino que también nosotros tenemos que dar, no le pidamos tanto al Señor, sino nosotros no hacemos nada por hacer las cosas diferentes, por dar esa respuesta a Dios.
“El Señor nos responde, si nos ve con esa actitud de cambio en nuestra vida personal, no sólo es pedir, pedir y pedir”
A veces pedir, pedir y pedir, pero nosotros nunca venimos al encuentro con Dios, ir a la misa por ejemplo, no tiene sentido pedir y quedarnos en casa, no tiene sentido pedir para mí y no hacer nada por el otro. Entonces el Señor también espera, Él nos da lo que necesitamos, pero también espera que nosotros pongamos de nuestra parte, pongamos nuestro esfuerzo, seamos testimonio, Señor, que haiga paz, que haiga unidad, pero si yo vivo en mi corazón lleno de rencores, de rabia, de odio al otro, qué sentido tiene pedir la paz al Señor, si yo vivo de esa manera y estoy odiando a la otra persona, entonces sí pido que haiga paz, que haiga unidad, yo tengo que empezar primero por eso. El Señor también nos responde, si nos ve con esa actitud de cambio, cuanto más el Señor estará presto para ayudarnos.
A lo mejor no recibimos nada, si le pedimos cosas a Él y nosotros no hacemos nada que cambie nuestra vida, por eso a lo mejor no tenemos resultado, y nosotros no hacemos nada para trabajar eso que pedimos. Por ejemplo también le pedimos al Señor, no tengo trabajo, y le pido a que me ayude a conseguir trabajo; pero me quedo en casa y no salgo a buscar trabajo, o encuentro trabajo y decimos, no ese trabajo no me gusta, como queremos que el Señor me ayude si somos nosotros no somos capaces de dar respuesta y esforzarnos por hacer las cosas mejor, ahí nos muestra la insistencia de la mujer que nunca se quedó ahí, quería que el Señor la ayude y escuchó todo lo que el Señor le dijo, pero al final, el Señor reconoce que es una mujer de fe. Y que lo que estaba pidiendo no es sólo un pedir, sino ella misma estaba esforzándose, y seguro que el compromiso encontró en ella y por ello le dice que grande es tu fe. Que se cumpla tu deseo.
Que también nosotros pongamos todo nuestro esfuerzo, toda nuestra fe en Dios y aquello que le pedimos, si se lo pedimos con fe, seguro que lo va conceder, seguro que de eso no tenemos que dudar. Que Así Sea.