Campanas 1de octubre 2023.- La misa dominical fue presidida por Mons. René Leigue Cesari-Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, en la Basílica Menor de San Lorenzo-Catedral Metropolitana, el Arzobispo dijo en su homilía: “Demos siempre ese sí a Dios con sencillez, con humildad, no sentirnos superior de nadie”, también nos dice: “La fe tiene que debe transformarse en hechos en obra, en testimonio de vida” y nos exhorta a ser persona de fe: ¿Dónde vemos que realmente una persona tiene fe? en sus actos, en su comportamiento, en sus obras en su compromiso, entonces eso es confirmar la fe en Dios”.
Concelebrada por el Obispo Auxiliar-Mons. Estanislao Dowlaszewicz, OFM Conv., el Vicario de Comunicación y Rector de la Catedral, P. Hugo Ara y el P. Osvaldo Peña, asistieron los feligreses de Santa Cruz.
“Todos estamos llamados para trabajar en esta viña”
Demos siempre ese sí a Dios con sencillez, con humildad no sentirnos superior de nadie
¿Dónde vemos que realmente una persona tiene fe? en sus actos, en su comportamiento, en sus obras en su compromiso, entonces eso es confirmar la fe en Dios
“La fe tiene que debe transformarse en hechos en obra, en testimonio de vida”
“Demos siempre ese sí a Dios con sencillez, con humildad no sentirnos superior de nadie”
“El Evangelio nos habla de ese sí del seguimiento a Dios y de ese servicio y el compartir con los demás”
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Homilía Arzobispo Metropolitano de Santa Cruz de la Sierra
Mons. Rene Leigue Cesari
Domingo 1 de octubre 2023, Basílica Menor San Lorenzo Catedral Metropolitana
Hoy, escuchamos esta lectura que llama la atención especialmente en el evangelio hemos escuchado lo que Jesús presenta y él mismo lo dice, ¿qué les parece? dos hijos que son invitados por su padre para que trabajen en su viña primero le dice a uno que vaya a trabajar a su viña no lo duda mucho parece, inmediatamente dice sí o mejor, el primero dice no, no voy pero después arrepiente y va; y el segundo dice sí pero no va, dos respuestas que encuentra el papá de estos dos hijos.
Realidad de las Familias
Nosotros vemos también un poco la realidad misma de las familias, cuántos papás preocupados por sus hijos, a lo mejor también encuentran estas respuestas, ante las cosas que le dicen, lo que quiere que ellos hagan, las correcciones que le hacen y que lo aceptan, pero después hacen otras cosas, como también hay algunos que a lo mejor al principio se lo ve reacio a todo esto, pero después cumple, si lo vemos por ahí entonces es la realidad de las familias.
“En la Parábola: El Padre es Dios; los hijos somos nosotros, con lo que somos, con nuestras rebeldías, con nuestras decisiones, con nuestro compromiso también con tantas otras cosas que o nos alejan de Dios o nos alejan del prójimo”.
Aquí va algo más allá, algo que nos quiere mostrar aquí Jesús es que todos estamos llamados para seguirle todos estamos llamados para trabajar en su viña, no todos están metidos ahí, no todos dan esa respuesta positiva a lo mejor también hay una respuesta inmediatamente de un entusiasmo así pasajero y decir sí señor, yo voy a estar ahí, sí yo me comprometo a hacer lo que tú me dices, pero después desaparece no cumple, hay otro que a lo mejor les cuesta entrar, he conocido personas, que le ha costado entrar en este ambiente eclesial, les ha costado, pero cuando lo han hecho, han dado ese sí y un sí que no ha sido después retroceder atrás, sino que ha sido un sí para entrar de lleno; todos estamos llamados para trabajar en esta viña; pero cuánto realmente pues estamos convencidos de lo que hacemos, aquí vemos de que las palabras no siempre son buenas, bonito a lo mejor para escucharlas pero ¿dónde va realmente el compromiso? es en la práctica y eso es lo que Jesús encuentra aquí o al presentar esta parábola, en este caso el Padre es Dios; los hijos somos nosotros, con lo que somos, con nuestras rebeldías, con nuestras decisiones, con nuestro compromiso también con tantas otras cosas que o nos alejan de Dios o nos alejan del prójimo.
¿Dónde vemos que realmente una persona tiene fe? en sus actos, en su comportamiento, en sus obras en su compromiso, entonces eso es confirmar la fe en Dios
Creo que cada vez que nos habla el Señor nos habla para que nosotros como hijos como hijas veamos ¿cómo está mi compromiso? siempre hemos dicho el compromiso viene desde el bautizo, sabemos que desde pequeños no se puede hacer otra cosa pero ya estamos marcados para ese sí con el Señor y a medida que vamos creciendo pues estamos comprendiendo lo que significa seguirle ¿dónde se confirma eso? es en la confirmación ¿qué significa la confirmación? confirmar mi fe, pero ¿la fe la vemos? la fe no la vemos, la sentimos, la vivimos ¿dónde vemos que realmente una persona tiene fe? en sus actos, en su comportamiento, en sus obras en su compromiso, entonces eso es confirmar la fe en Dios, eso es decirle sí al Señor tantas confirmaciones que tenemos y que los jóvenes dicen sí y a lo mejor como este joven aquí que dice sí pero después no hace las cosas,
La fe tiene que debe transformarse en hechos en obra, en testimonio de vida, al Señor aquí no le sirve mucho que diga sí o que diga no; lo que Él ve aquí es el compromiso es la misma vida cotidiana es la misma vida que tenemos que mostrar ¿cuántas veces nos cuesta esto? pero también sabemos de que no es imposible.
Hoy, el Señor nos presenta estos dos hijos para ver con cual nosotros nos identificamos pensemos nosotros con cual nos identificamos con el que dice sí de entrada o con el que dice no ¿y cómo estamos ahora? ¿cómo estamos viviendo?
A veces los golpes de la vida nos acercan al Señor, pero no esperemos que pase algo en nuestra vida para que recién digamos un sí verdadero, tenemos que ser constante, perseverante, para que realmente mostremos de que sí, seguimos al Señor, creemos en Él y mostrémoslo con nuestros actos, eso es lo que Él espera de nosotros espera nuestro acto, nuestra vida, tenemos que hacerlo de una manera pues muy sencilla como hemos escuchado en la segunda lectura donde Pablo presenta algo muy interesante, muy bonito creo que para repasarlo otra vez personalmente y que podamos nosotros de una manera pues ponerlo en práctica en nuestra vida Nos habla en la segunda lectura, algo que tenemos que tomarlo bien en cuenta, que nos dice tengan un mismo amor, tengan un mismo corazón, tengan un mismo pensamiento, no hagan nada por interés ni por vanidad o bien al contrario háganlo con humildad, viendo siempre al otro como superiores a ustedes, que cada uno busque no sólo su propio interés, sino también, el de los demás, eso es realmente dar ese sí al Señor, no hacer las cosas por interés, sino porque realmente me toca hacerlo, a veces se actúa así ¿cuántas veces pasa eso a lo mejor en el trabajo? se comporta muy bien de entrada y todo pero después hacen las otras cosas, no hacen bien el trabajo les llega la tentación de la corrupción y en fin se corrompe la persona, entonces lo que dice Pablo aquí es no hagan nada por interés háganlo por amor al otro y por amor a ustedes mismos, háganlo con humildad, háganlo con sencillez, eso es lo que vale y eso es lo que cuenta, por lo tanto yo les invito también a ustedes, si dan ese sí al Señor, San Pablo nos dice háganlo de esta manera.
Demos siempre ese sí a Dios con sencillez, con humildad no sentirnos superior de nadie
El Señor nos ha ido en estos domingos hablando de la corrección fraterna, del perdón, de la reconciliación y hoy, nos habla de ese sí del seguimiento a Dios y de ese servicio y el compartir con los demás que podamos entenderlo así y demos siempre ese sí a Dios con sencillez, con humildad no sentirnos superior de nadie, sino sintámonos de que todo necesitamos y todos podemos hacer las cosas como Dios quiere y espera de nosotros. Así sea