Campanas. El sábado 11 de septiembre a las 18: 00 horas, de manos de Mons. Estanislao Dowlaszewicz, Obispo Auxiliar de Santa Cruz, recibirán la Institución del Acolitado; Miguel ángel Ramírez y José Rojas Tomichá en la Parroquia San Pedro y San Pablo.
Esta invitación la hacen extensiva, los Misioneros y Misioneras Identes e invitan a toda la Comunidad Parroquial a participar de la celebración de la Institución del Acolitado de estos dos hermanos.
Miguel ángel Ramírez y José Rojas Tomichá se encomiendan a sus oraciones para que esta institución de este ministerio sea fuente de bendición y de gracia para cada uno y para toda la iglesia.
¿Monaguillo y acólito es lo mismo?¿Cuál es la diferencia?
Acólito y monaguillo. Seguramente has escuchado estos términos refiriéndose a los niños, jóvenes o adultos que acompañan al sacerdote en la Santa Misa. Sin embargo, es válido preguntarnos: ¿Son sinónimos? ¿Son términos diferentes? Veamos.
El monaguillo proviene de “monachus, “monje”. Monaguillo – y significa “pequeño Monje”. Es un niño/joven que realiza un servicio en el altar. Según la Instrucción Redemptionis Sacramentum, en su numeral 47 resalta que: “Es muy loable que se conserve la benemérita costumbre de que niños o jóvenes, denominados normalmente monaguillos, estén presentes y realicen un servicio junto al altar…”. Cabe mencionar que las niñas y mujeres pueden ser elegidas para este servicio. “A esta clase de servicio al altar pueden ser admitidas niñas o mujeres, según el juicio del Obispo diocesano y observando las normas establecidas”.
Por otra parte, el acolitado es un ministerio instituido, desde 1972, por el Papa Beato Pablo VI en su carta apostólica “Ministeria-Quaedam”junto al ministerio del lectorado. Estos dos son los así conocidos “ministerios menores”.
Según la Instrucción General del Misal Romano (IGMR) en su numeral 98 expone que “el acólito es instituido para el servicio del altar y para ayudar al sacerdote y al diácono. Al él compete principalmente preparar el altar y los vasos sagrados y, si fuere necesario, distribuir a los fieles la Eucaristía, de la cual es ministro extraordinario. En el ministerio del altar, el acólito tiene sus ministerios propios que él mismo debe ejercer.” Estos ministerios propios están referidos a los ritos iniciales y liturgia eucarística de la Santa Misa. Por ejemplo, “En ausencia del diácono, concluida la oración universal, mientras el sacerdote permanece en la sede, el acólito pone sobre el altar el corporal, el purificador, el cáliz, la palia y el misal”.
El acolitado se trata, además, de un ministerio laical reservado a varones, según la venerable tradición de la Iglesia [3]. Los ministerios son conferidos por el Ordinario (el Obispo. y, en los Institutos clericales de perfección, el Superior Mayor) mediante el rito litúrgico «De Institutione Acolythi», aprobado por la Sede Apostólica . Además, este ministerio instituido es conferido a los candidatos al diaconado y sacerdocio Los acólitos pueden usar ornamentos litúrgicos específicos, como el cíngulo. Este ministerio tiene ciertos requerimientos. Según la Carta Apostólica “Ministeria Quaedam”, VIII: para que alguien pueda ser admitido a estos ministerios se requiere: a) petición libremente escrita y firmada por el aspirante, que ha de ser presentada al Ordinario (al Obispo y, en los Institutos clericales de perfección, al Superior Mayor) a quien corresponde la aceptación; b) edad conveniente y dotes peculiares, que deben ser determinadas por la Conferencia Episcopal; c) firme voluntad de servir fielmente a Dios y al pueblo cristiano”
Podemos concluir entonces que monaguillo y acólito, si bien son utilizados como sinónimos, sus funciones y origen son diferentes. Ambos dan un servicio al altar, pero sus funciones y requerimientos, litúrgicamente hablando, son diferentes. Los acólitos son instituidos y los monaguillos no.